¡Solo me faltaba una cosa para completar mi vuelta al
cole: una funda de bocadillo!
Hace tiempo que dejé de usar papel de aluminio para
envolver mis bocatas. Hasta ahora usaba el primer tupper que encontraba en la
cocina, pero al no ajustar bien a veces aparecía desmontado. Para ir de
concierto lo acababa haciendo con papel de aluminio, porque no es nada cómodo
cargar con un tupper a la espalda toda la noche.
Esta semana me he hecho con una funda de bocadillo de silicona de
Lékué. Hay muchas marcas en el mercado, pero he optado por ésta, porque creo
que es práctica y se ajusta a mis necesidades. Tiene un tamaño perfecto y puedo
congelar el bocata si lo preparo el día anterior.
De momento se ha venido conmigo al trabajo, pero en breve me lo llevaré de concierto, de excursión...