Revista Cine

Yakuza (The Yakuza 1974)

Publicado el 12 octubre 2013 por Ganarseunacre @ganarseunacre
Yakuza ( The Yakuza , 1974) Sidney Pollack

 Por Roy Bean


Yakuza (The Yakuza 1974)

Yakuza (The Yakuza 1974) Sydney Pollack

Título original

The Yakuza
Año
1974
Duración
113 min.
País
 Estados Unidos
Director
Sydney Pollack
Guión
Paul Schrader, Robert Towne (Historia: Leonard Schrader)
Música
Dave Grusin
Fotografía
Kôzô Okazaki
Reparto
Robert Mitchum, Ken Takakura, Brian Keith, Herb Edelman, Richard Jordan, Keiko Kishi, Eiji Okada, James Shigeta, Kyôsuke Machida, Christina Kokubo, Eiji Gô, Lee Chirillo, M. Hisaka, William Ross, Akiyama, Harada
Productora
Warner Bros. Pictures


Yakuza (1975The) - Soundtrack by Dave Grusin


En el comienzo de la película se sitúa al espectador y se le explica el concepto Yakuza: En ell ideograma japonés está formado por los números ocho (Ya), nueve (Ku)  y tres (Za). Si sumamos los números, el resultado es veinte: una cifra que en los juegos de azar Japoneses es un numero malo pues se supone que ha perdido, mano perdedora. Con orgullo perverso este tipo de clanes, al igual que la Mafia o las Triadas,  se denominan así. Los Yakuza existen en Japón desde hace casi 400 años. En un principio sólo eran jugadores,  estafadores de poca monta, y comerciantes fanfarrones en las ferias anuales. Lo cierto es que también se decía que protegían a los campesinos y a los pobres de la ciudad, de los ladrones “nobles” , cosa que hacían con “un valor y una habilidad incomparables. Los yakuza se diferencian, y aquí está la diferencia con la Mafia, en su creencia directa de descencia del legado samurai, a quienes en pleno siglo XIX , durante la centralización y militarización de Japón se les prohibió portar en publico su  don mas preciado, la katana y llevar a cabo duelos. Así la etapa inicial de los Yakuza estuvo vinculada a la decisión de la renuncia a su orgullo o la perdida de la legalidad. Una de las regla de los Yakuza era que un adversario solo se podía matar con una espada larga o katana. Yakuza, la película, no pretende ser un tratado histórico sobre caballeros, bandas  y gangsters, sino un análisis del sistema de reglas que rige el mundo y el submundo japonés desde una perspectiva totalmente norteamericana. Pongámonos en el lado opuesto, en esa especie de “dificultad” que tiene el espectador occidental poco aventurero a enfrentarse con un cine poco conocido como el asiático, y cuya trama de Yakuzas ocupaba dentro de su cine, en plenos años sesenta y setenta verdaderos montones de películas del género, pero no es cuestión de ponerse a hablar del genero Yakuza dentro del cine Japonés, quede claro que es una visión Pollackiana del tema, una versión norteamericana.
La hija de un hombre de negocios estadounidense que vive en Japón es secuestrada:; debido a que las maquinaciones de este interfieren sensiblemente dentro del circulo Yakuza. El secuestro pretende forzar al duro empresario a abandonar los sucios negocios que les hacen competencia. Pero en lugar de ello el hombre hace venir a un amigo de los viejos tiempos de la ocupación americana tras la segunda guerra mundial: el ex soldado y detective Harry Kilmer interpretado soberbiamente por el gran Robert Mitchum, actor familiarizado con este tipo de papeles y cuya mirada somnolienta (a veces melancólica) subraya la impasibilidad que termina inclinando la balanza cuando se entra en relación con el caótico mundo del crimen. Sin embargo y como cabía esperar Mitchum/Kilmer no puede abrirse paso sólo por la jungla en que se ha convertido la Tokyo que el conoció; para llevar a cabo su misión debe familiarizarse con las nuevas formas de comportamiento de la Japón de la posguerra  Así aprenderá que como soldado de ocupación, cosas que le dejaban indiferente; los vínculos morales de una sociedad extraña, cuya cohesión queda garantizada por el vinculo social del “giri”, una especie de compromiso de lealtad que incumbe a todos, incluso a los clanes Yakuza, donde el sacrificio más grande es la propia vida, mas que el simple hecho de deberle a alguien un favor. Mitchum/Kilmer al estudiar esas normas de comportamiento Japonesas se siente como el espectador, y cuanto mas de cerca las examina mas extrañas le resultan…Por eso Yakuza deja atrás las reglas y variaciones de las películas de gángsters, por eso Mitchum/Kimer debe de actuar en un nivel transcultural e intercultural y asimilar las paradojas; de hecho se vuelve a encontrar con una familia japonesa con la que tiene un vínculo de “giri” con el mismo, pues les ayudó mucho en los duros años de la postguerra, de manera que están obligados a someterse a él incondicionalmente (y donde por medio se entrevé una bonita historia de amor y de respeto). Con su ayuda consigue arrastrar a los Yakuza a una batalla decisiva, a el conflicto, donde se mezclan armas antiguas y donde triunfan las modernas (la regla Yakuza dice que al enemigo solo se le puede matar con la espada, pero el pistolero desacata la regla y… vence). Kilmer sobrevive y queda en deuda con los que lo han ayudado: con el cuchillo se corta el dedo pequeño de la mano izquierda para presentarlo en reconocimiento de su deuda. Yakuza no sólo tiene importancia histórica, ya que por una parte consigue presentar de forma convincente el conflicto entre el modo de comportamiento  habitual y las relaciones interpersonales en la vida cotidiana; por otra combina dos tradiciones cinematográficas diferentes; el cine de gangsters norteamericano y el cine de Yakuzas, como deciamos muy popular por aquellos años como genero de consumo propio. Aunque escritores tan famosos como Y. Mishima (el propio Schraeder realizó en el año 1985 “Mishima a life in four chapters” ENLACE ) escribieron guiones sobre el género, nunca despertó demasiado interés, sobre todo de la crítica Europea y sus cineastas salvo una excepción, si Jean Pierre Melville en “El slencio de un hombre”(Le samurai- 1967), donde el protagonista acepta su propia muerte de forma tan tranquila como natural, como consecuencia coherente de su codigo de Honor. Jarmusch  volvería a darle una interesante vuelta de tuerca homenajeando con su peculiar forma de entender el cine tanto al director francés como al propio género japonés en Gosht Dog: El camino del samurai.(Gosth dog-1999).
Aprovecho la ocasión para comentar que Pollack no es un director que me entusiasme particularente, pero reconozco que tiene dos películas , por lo menos para mi gusto míticas: Yakuza y Jermiah Johnson.
Yakuza (The Yakuza 1974)

Yakuza (The Yakuza 1974)
Yakuza (The Yakuza 1974) Yakuza (The Yakuza 1974)


Yakuza (The Yakuza 1974)

Yakuza (The Yakuza 1974)


Yakuza (The Yakuza 1974)
Yakuza (The Yakuza 1974)
Yakuza (The Yakuza 1974)
Yakuza (The Yakuza 1974)
Yakuza (The Yakuza 1974)
Yakuza (The Yakuza 1974)
Yakuza (The Yakuza 1974)

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