Para mi que nos aburguesamos con los años. ¿A quién a los 20 años no le hubiera gustado vivir en una casa flotante de Amsterdam?.
Ahora Londres toma el relevo a través de una interesante campaña de publicidad, de la empresa especializada en alquileres de casas para turistas. Su nombre, Airbnb.
La casa tiene un timón en la cocina, un baño, dos dormitorios, un salón. Un puerta roja al más puro estilo inglés, un jardín con flores y hasta un árbol.
Y ha transitado por el Támesis durante unos días del mes de mayo.
¿Quién ha sido el mago que ha negociado esa posibilidad con el ayuntamiento de Londres? Un escaparate publicitario excepcional. Mejor imposible.
¡Bravo por la iniciativa! ¡Manzanares ahí vamos! Ja, ja.
La opinión de Soficó. 12 años.
Yo no me fiaría de una casa en medio de un río. Y si se hace un boquete y se hunde. A demás debe ser un mareo. Lo confieso, no tengo alma hippy pero mi madre respeta mis ideas. Eso es lo que para mi la hace especial.
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