Revista Cultura y Ocio

Yo tuve un blog 3.0

Por Sese
 A veces uno se sorprende de los azares de la vida, ayer, en un día de esos "raros" me dio por repasar mis escritos en esta bitácora que ahora ya puedo catalogar como personal. Y dí con un texto que por esas casualidades hace  cuatro años exactos que escribí. 
En él reflexionaba lo que sería este blog de aquí un tiempo, y como ese "un tiempo" ha pasado, al menos parcialmente, me parece interesante reeditar esas líneas y una vez que las conozcáis, reflexionar al respecto:

domingo, 19 de octubre de 2014

Yo tuve un blog

Yo tuve un blog 3.0
Hace muchos, muchos años, un grupo de amigotes nos reunimos a instancias de uno de ellos, adicto a la informática y siempre a la última en temas tecnológicos y demás.
Nos propuso al amparo de unas cañas montar un blog... y la idea tiró p'alante, cinco editores y los post se sucedían y las colaboraciones externas eran periódicas.
Pero claro, la cosa requería constancia, eso y el hecho de tratarse de un hobby hizo que los escritos de casi todos los editores del blog se espaciaran en el tiempo hasta desaparecer, menos los de un menda, que no sé sabe por qué siguió periódicamente publicando e interactuando en el mundo de la blogosfera.
Inquietudes, reflexiones, música, literatura, tonterías mil vestían la pantalla de embolica que fa blog. Comentarios de otros bloggers, visita a otros sitios...
Y así semana tras semana, hasta que el mundo de los blogs entró en una clara recesión, corría el lejano 2014, nuevas ofertas tales como el twitter (al que tarde muchos años aún en incorporarme), el instagram, facebook, whatsApp y otras novedades que ahora no recuerdo y que surgieron en el remoto 2015, hicieron que la llama de la blogosfera se apagara.
La inmediatez de la competencia debilitó a ese gigante que en su momento fue la blogosfera. hasta hacerlo tambalear en estos momentos. La gente dejaba de comentar y leer otros espacios, eran blogueros que creían tan importante interactuar, sociabilizar a través del blog como escribir en él. De acuerdo que el gusano de aporrear las teclas aún pervivía, pero era hasta cierto punto deprimente que a nadie llegaran esas letras que con tanta ilusión creábamos.
No sabría cuándo exactamente la desilusión se apodero de éste que escribe, lo que sí recuerdo, como si fuera hoy que allá por octubre del  2014 recapacité al respecto. Poca gente leía mis escritos, mis tonterías, aún así me hacía mucha ilusión el "comunicarme" con esos otros blogueros que coincidíamos en nuestros espacios, saber de ellos e intercambiar opiniones sobre sus reflexiones, sus gustos y los míos...
Al fin y al cabo éramos pocos pero bien avenidos, y me seguía gustando escribir, bien o mal, no me importaba, no me debía examinar nadie, y lo que surgiera de las teclas no tenía la necesidad de tener un nivel mínimo. Ya había pasado mucho tiempo desde aquellos inicios en los que cada post tenían una ardua labor previa de preparación.
Además embolica era una especie de bitacora donde almacenaba mis reflexiones y, las lecturas, los conciertos, las películas, la música... un lugar donde acudir en un futuro cuando no recordara si había leído o no un libro, si la película aquélla me había gustado o no... o simplemente un mirar atrás para convivir con ese Sese que aún conservaba algún cabello negro, un tipito que ya lo quisiera el Sese actual...
En fin eso fue lo que pasó, tras ese año no sabría concretar cómo se continuó extinguiendo la llama de embolica pero la realidad es ésta, que hoy en el año 20XX escribo esta entrada recordando que una vez tuve un blog que ocupó un lugar en mi vida, era una de esas cosas que siempre he mencionado como "las cosas importantes entre las no importantes de la vida"
Pues sí, la línea de bajada parece constante pero me resisto a aceptar que algún día llegue a la nada. Sigo teniendo ese gusanillo por escribir aunque menos ganas de "socializar" a partir de esas líneas. Lo cual no quiere decir que todos aquellos blogueros que me visitaban y departíamos ya sea en sus sitios o en Embolica no me caigan fenomenal. Falta de tiempo y bla bla bla... hace que en estos momentos este blog sea una mera válvula de escape a estas inquietudes que relato y que explicaba hace cuatro años.
También en ocasiones quisiera que este espacio fuera más personal pero una vez perdido el anonimato (que nunca perseguí) se me antoja que este anhelo, al menos en este blog, sea impensable.
Lo dicho, sigo con ganas de escribir aunque éstas vayan menguando o apareciendo de un modo cada vez más espaciado.
Es por ello que aquí están estas letras de uno que tiene la sensación de escribir cada vez peor pero que le importa un carajo.
Hasta la próxima amigüit@s (y a Dios pongo por testigo que la habrá)

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