Los gritos de auxilio del joven Jianyuan, alertaron a algunos vecinos de la población de Nanmen que rápidamente acudieron al lugar donde el chico estaba siendo estrangulado con un cinturón por Yongming, un agricultor de la zona. Gracias a la rápida intervención de los lugareños, Jianyuan, de 16 años salvó su vida.
La policía detuvo a Yongming, pero sorprendentemente fue puesto en libertad al poco tiempo, creyendo su versión, el cual dijo que estaba jugando con el chico y que éste era retrasado mental. Pero faltaba poco para su detención definitiva.
Pese a que durante cinco años fueron denunciadas las desapariciones de numerosos adolescentes en la provincia china de Yunnan, no fue hasta mayo de 2012 que el Ministerio de Seguridad Pública no inició las investigaciones, cuando varios vecinos de Yunnan, avisaron a las autoridades de que Zhang Yogming colgaba unas sospechosas bolsas de plástico en el patio de su vivienda, de las que sobresalían huesos.
Cuando los investigadores llegaron a la casa de Yongming, no daban crédito a lo que encontraron: numerosos restos humanos, entre ellos globos oculares conservados en botellas con alcohol, un secado de carne humana, que posteriormente vendía en el mercado local como carne de avestruz, y otras partes enterradas incineradas y desmembradas que servían para alimentar a sus perros. Además, hallaron tarjetas teléfonicas y otros objetos personales pertenecientes a personas desaparecidas.
El caso estuvo envuelto de polémica, ya que Yongming fue puesto en libertad en 1997, tras 18 años de condena por homicidio. El asesino estuvo encarcelado desde 1979, con una condena a muerte, que posteriormente fue conmutada por cadena perpetua que tampoco cumplió. Tras su puesta en libertad, le fue otorgada unos acres de tierra en el pueblo donde residía y un salario de subsistencia. Después sembró de terror la provincia, asesinando a numerosas personas que caminaban solas por las carreteras de Yunnan, a las cuales estrangulaba con un cinturón. Se calcula que pudo haber asesinado a una veintena de personas, la mayoría hombres jóvenes y niños, aunque solamente se pudieron probar 11 muertes.
Zhang Yongming, de 56 años de edad, nunca mostró arrepentimiento por los crímenes cometidos. Fue sentenciado a muerte y ejecutado el 10 de enero de 2013. Numerosos cargos policiales fueron destituidos por la pasividad y negligencia en el caso.