Quizás la característica más destacable de la cocina gallega sea su sencillez. Apenas se transforman las materias primas y así se pueden disfrutar en toda su intensidad natural. Tanto los adobos, como los aditivos o las especias, no ocultan nunca las cualidades de los productos principales de los platos.
Como es el caso de la receta que os traigo hoy, un plato tìpico de Galicia que no es más que un picadillo de carne adobada y que se prepara con distintos tipos de carne magra del cerdo, como pueden ser el jamón, el lacón y la más común, el raxo ( lomo del cerdo).
Conviene dejarla en adobo preferiblemente dos días antes antes y con el recipiente tapado en la nevera y durante ese tiempo removerla de vez en cuando para que agarre bien el color y el sabor.
Este adobo se utiliza principalmente para el embutido de chorizos caseros en época de matanza, se pica la carne muy picadita y luego se rellena la tripa del cerdo con ella. En este caso, la he preparado acompañada de unas patatas fritas, de la manera en la que se sirve en los mesones gallegos cuando nos vamos de "tapeo" y a que día de hoy, es un almuerzo muy común en nuestras casas.
Las cantidades para el adobo suelen ir en preferencia o gustos del comensal, con más o menos pimentón.....a veces sin el picante.....con laurel o sin él.....pero siempre, con un buen vino y carne de calidad.
Ingredientes:
- 1kg 300 grs de lomo de cerdo.
- 3 cucharadas de pimentón dulce.
- 1 cucharadita de pimentón picante.
- 1 cucharadita de orégano.
- 2 o 3 dientes de ajo.
- 1 hoja de laurel.
- Un buen chorro de aceite de oliva.
- Un buen chorro de Albariño.
- Sal.
Preparación:
- Troceamos la carne en trozos de un bocado y la salamos, para después añadirle el pimentón dulce que le aportará color y el picante que le dará un puntito suave pero muy rico.
- Machacamos un poco el ajo y añadimos el aceite y el vino, que hará que ligue mejor el adobo.
- Se lo echamos a la carne y por último añadimos el orégano y el laurel troceado.
- Mezclamos todo muy bien y tapamos para meterla en la nevera.
- Removeremos la carne dos veces al día en las 48 horas.
- A la hora de preparar la zorza, retiramos el laurel y ponemos una sartén antiadherente al fuego.
- Una vez caliente Y SIN ACEITE, ya que lo lleva el adobo, la doramos a fuego fuerte y sin parar de remover durante unos minutos.
- La carne ha de quedar tierna y jugosa por dentro, la servimos caliente y por encima de las patatas fritas.
- Ya solo queda acompañar la zorza con un buen pan y vino tinto gallegos, para tener el disfrute asegurado.