1. Pensabas que la tarifa plana de Internet era rápida
Recuerdas cuando tenías que esperar a las 6 de la tarde para enchufar el cable de Internet y dejabas tu casa sin teléfono? El módem hacía: “ñi ñiii ñuuu sshhhhhhhh shhhhh pirirpiipipii” y voilà! Internet!
Ya estaba todo listo para esperar un par de horas en bajar una canción.
2. ¿Sabes que es esto?
Sí, es un disquete de 1,44 MB (woooww!!) y seguro que recuerdas el típico mensaje “Error de lectura”, que te hacía perder la información para siempre y cagarte en los mil demonios.
3. Pasaste un buen rato para rebobinar uno de estos
Te recuerdas buscando un lápiz para rebobinarlo?
Seguro que también te acuerdas de haber apretado accidentalmente “play+rec” y haberte cargado esa canción que tanto te gustaba.
4. Seguro que viste más de una película en cinta VHS
Es seguro que también pasaste buen rato en rebobinar la película después de haberla alquilado en el Blockbuster.
5. ¿Sabías cómo hacer una llamada a cobro revertido?
Lo creas o no, hubo un tiempo en que los teléfonos estaban conectados a unas grandes cabinas en la calle. Para utilizarlas usábamos unas pocas monedas o bien en su defecto, llamabas a cobro revertido.
6. Te olvidaste de alimentar al Tamagotchi
Si alguna vez has conocido el dolor emocional de perder a una mascota falsa después de olvidar alimentarlo con comida falsa, entonces es que creciste en los 90.
7. Luchaste por conseguir tazos
¿Cuantas bolsas de patatas compraste para conseguir uno de estos? Y cuantos perdiste jugando?
8. Llevaste pulseras bofetada
Seguro que competiste para ver quien llevaba la mejor y te la quitabas y te la ponías constantemente.
9. No te ibas a ningún lado sin tu Walkman
Seguro que no se te ocurrió irte de excursión sin tus 3 casetes preferidos y tu pack de pilas nuevas.
10. Buscabas información en la enciclopedia
Tenías que sacarle uso a la enciclopedia Larousse que compraron tus padres a esos hombres pesados que venían a casa. Así que cuando había un trabajo, lo buscabas en la enciclopedia. Que luego no se dijera.