Revista Cocina
Ya sabemos que el huevo es uno de los alimentos más básicos en nuestra alimentación desde hace miles de años. Es un alimento nutritivo, versátil, accesible, fácil de preparar y barato. Son ricos en proteínas, lípidos, vitaminas, sales minerales, fósforo y hierro. Son pobres en sodio, y un huevo mediano contiene unas 75 calorías. Podemos consumir todo tipo de huevos: de pato, ganso, pintada, faisán, paloma, avestruz, emú y gaviota.
Con el se pueden hacer mil y una elaboraciones. Hoy os cuento las 10 más básicas.
1. Huevos pasados por agua
Los huevos pasados por agua son los huevos cocinados... más crudos. Para hacer un huevo pasado por agua hay que hervir los huevos en un cazo cubiertos de agua a fuego no muy fuerte. Cuando comience a hervir, bajar el fuego y dejar cocer durante 3 minutos.
2. Huevos duros
El huevo duro es el huevo completamente cocido. Se puede preparar partiendo de agua fría, o bien de agua hirviendo. En el primero de los casos, se dejará cocer 8 minutos desde el momento en que rompa a hervir, y en el segundo de los casos, la cocción debe ser de 12 minutos. Se cuecen con su cáscara y se pelan después.
3. Huevos mollets
Se cuecen igual que los huevos duros... pero durante menos tiempo. La diferencia con los huevos poché o escalfados es que cuecen 2 minutos más y con su cáscara. Para hacer un huevo mollet, se introduce en agua hirviendo y se deja cocer 5 minutos.
4. Huevos escalfados
Un huevo escalfado, o huevo poché, es un huevo apenas cuajado, de tal forma que la clara queda cuajada. La forma más fácil de hacerlos es formar un saquito con el huevo crudo dentro de un plástico film ligeramente engrasado y cocerlos en un cazo con agua y un poco de vinagre durante más o menos 3 minutos.
5. Huevos revueltos
Los huevos revueltos se hacen a partir del huevo ligeramente batido y cocinado en una sartén con un poquito de aceite o de mantequilla hasta queda cuajado. Se puede tomar solo o con infinidad de acompañamientos: huevos revueltos con jamón, trigueros u otra verdura, queso, setas, gambas, bacalao u otro pescado...
6. Huevos al plato
Se suelen preparar en el horno, en cazuelas de barro, acompañados de salsa de tomate, chorizo, jamón, guisantes... aunque las posibilidades y variaciones son enormes, vamos que unen bien con casi todo.
7. Tortillas
Todo un mundo!! Existen mil tipos de tortillas... la tortilla francesa, que se hace solo con huevos, la tortilla paisana, con jamón, queso… y por supuesto nuestra tortilla de patatas o tortilla española: con huevo, patata y si tú quieres un toque de cebolla.
8. Huevos fritos
Para prepararlo basta echar el huevo sobre la sartén con aceite caliente. Dicen que es la receta más sencilla de preparar pero no te lo creas mucho ya que freír un huevo tiene su aquel… dado que hay a quien les gusta poco hecho, para poder mojar pan en la yema, a quien le gusta bien hecho, incluso frito ‘por los dos lados’, con o sin puntilla. Eso sí, siempre con cuidado para que la yema no se rompa al echar el huevo sobre la sartén con aceite caliente.
9. Salsas con huevo
La salsa por antonomasia es la mayonesa aunque existen muchas otras recetas elaboradas a partir del huevo: como la salsa tártara, la salsa rosa, la salsa holandesa…
10. Claras y yemas por separado
Separando las claras por un lado y las yemas por otro también tenemos varias opciones para hacer con el huevo, sobre todo en repostería. Con las claras montadas a punto de nieve podemos preparar un merengue, una mousse o un suflé... Con las yemas podemos elaborar yemas de santa Teresa, natillas, crema pastelera, turrón de yema, huesos de santo…
Como habéis podio apreciar los humanos sabemos mucho sobre el huevo y darle uso, aunque lo que no sabemos con certeza es…¿Qué fue primero? ¿El huevo o la gallina?
Aquí te dejo unos trucos de cocina que te vendrán muy bien para tu día a día.