¿En qué consiste el riego por exudación?
El riego por exudación consiste en una manguera porosa que exuda agua a lo largo de toda su superficie, generando un caudal continuo de agua alrededor de toda su circunferencia. Generalmente las mangueras están fabricadas con poliéster tejido.
¿Cómo funciona?
El riego por exudación funciona gracias a la fuerza de la capilaridad y a las diferencias de presión entre el interior de la manguera y el suelo. Estos factores están determinados por la composición, textura (proporción de arena, limo y arcilla) y estructura del suelo, así como de su contenido en agua en sus poros.
En suelo seco la fuerza de capilaridad y la menor presión del medio (comparada con la del interior de la manguera) hacen que el agua de salga en mayor cantidad. En cambio, si el suelo está húmedo (lo que quiere decir que sus poros están rellenos de agua) la fuerza de capilaridad y la diferencia de presiones son menores, con lo que la manguera emanará menos agua, o ninguna en caso de que el medio esté saturado. De este modo, son las necesidades hídricas del suelo las que determinan el caudal de agua exudado de la manguera.
Si, además, enterramos el tubo ligeramente, incrementaremos la superficie de contacto del tubo con el suelo, mejorando esta "simbiosis" entre tubo-suelo-planta.
10 ventajas del riego por exudación
1. Es más eficiente
Puesto que la cantidad de agua emitida por el tubo depende de las necesidades del suelo y, por tanto, de la planta, regar de más resulta casi imposible. Además el hecho de estar enterrado disminuye las perdidas por evaporación al máximo.
2. Adecuado para pendientes
Al estar controlado por la fuerza de capilaridad y las diferencias de presión, compensará en cierta medida a la fuerza de gravedad (que de otro modo tendería a regar más en zonas bajas y menos en zonas más elevadas). Es apta para pendientes no mayores al 3% de pendiente.
3. Aporta el agua a las raíces
La posibilidad de enterrarlo nos permite aplicar el agua allí directamente donde hace falta: en las raíces. Esto lo hace también más eficiente en ahorro y evita el lavado de nutrientes.
4. Evita encharcamientos
El sistema se autorregula de manera que no tendremos problemas de anegaciones de agua.
5. Es más duradero
El material es resistente y duradero, el hecho de estar enterrado evita que los rayos del sol degraden el material. En aguas calcáreas la obturación por cal es muchísimo menor: la cal solidifica cuando el agua se evapora, al estar enterrado, la evaporación no se produce, con lo que no hay obturación de los poros de la manguera.
6. Adaptable a cualquier espacio.
Las mangueras son sencillísimas de cortar y adaptar a cualquier espacio: grandes extensiones de huerto, jardines, terrazas y pequeños macetohuertos.
7. No es necesario reconfigurarlo cuando cambiemos el cultivo
Con el goteo supone un problema cuando cambiamos el cultivo, ya que el marco de plantación de cada uno es diferente, obligándonos a cambiar la disposición de los goteros para no perder eficiencia. Con este sistema el caudal es continuo a lo largo de su longitud con lo que no tendremos más este problema.
8. Es más estético
Al estar enterrado, el sistema de tubos no está a la vista (o se reduce en gran cantidad), esto lo hace perfecto para jardines o terrazas.
9. No requiere grandes presiones de agua.
En este sistema las necesidades de presión son muy bajas y puede funcionar a partir de 0’2 bares, permitiendo incluso riegos por gravedad. Esto resulta perfecto para terrazas o zonas sin grifo cercano, un bidón de agua ligeramente elevado será suficiente para regar sin problemas.
10.Instalación sencilla.
No hace falta ser un experto para instalarlo, la manguera se corta fácilmente a la medida y encaja a la perfección con los accesorios estándar de riego por goteo de 16 mm.
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