



Las esculturas se iban a instalar en el patio de la antigua casa de Liu, que fue convertida en un museo sobre la lucha de clases tras la creación de la República Popular de China. Esta colección de obras nació del movimiento socialista, que quisieron realizar esculturas realistas para educar a los analfabetos, de ahí la emotividad que muestran estas estatuas que luchan, piden y suplican ante el terrateniente por una renta que no pueden pagar.


Originalmente se pensó hacer con materiales humildes como leña, barro y paja, pero las esculturas fueron rehechas con fibra de vidrio plateado de cobre por Shutong Zao y Wang Guanyi entre 1974 y 1978.








Actualmente la instalación se expone en su totalidad en la Bienal de Gwangju hasta el 7 de noviembre, un hecho memorable, después de intentar que se expusiese en la Documenta V de 1972 y en la Bienal de Venecia de 1999, donde no se llegó a exponer. El pasado año si se pudo exponer en el Schirn Kuntshalle de Frankfurt.
El tema de esta Bienal es '10.000 vidas' en homenaje al pasado, al 30º aniversario de la revolución del 18 de mayo de 1980 cuando se produjo un enfrentamiento en la ciudad de Gwangju entre estudiantes que protestaban de la Universidad Chonnam nacional y las fuerzas armadas.

'El patio de la recaudación de la renta' como se llama la obra se ha convertido en una de las obras más importantes de la historia del arte moderno chino por su volumen y secuencia dramática de escenas, elementos tradicionales chinos, soviéticos y occidentales que narran la despiadada recolección del terrateniente a la población rural.



