Revista Vino
De echo, menos de dos minutos. Es lo que la gente, de promedio, está en este cuaderno para leer mis notas. Aeropuerto de Vigo. 24 horas sin móvil. 24 horas en mi vida sin móvil. Murió ayer en el furancho de los padres de Xurxo Alba (Bodegas Albamar, en Cambados), tras el impacto oloroso y sápido del tinto de Barrantes que fabrican por allí. Antes habíamos probado sus grandes y, quizás, poco valorados fuera de Galicia, albariños, tan cercanos al mar. Su vino de "fangos", probado del inox y su vino con lías y bâtonnage diario me parecen grandes. Siempre con maloláctica, porque arranca sola, en diciembre, con un frío de mil demonios y para desesperación de Sebio, que no puede con la suya. Es lo que dice Xurxo: las bacterias son muy caprichosas...
¿Toda? Sí, toda. Toda la terminal de salidas del aeropuerto de Vigo para mí solo durante 3/4 de hora. Cuento 110 pasos de largo x 14 de ancho. Casi un campo de futbol. He empezado a andar como los Monty Python en su desternillante Ministry of silly walks. Innovando, por supuesto. He leído como un poseso El Enigma de Jan Morris...qué mujer, que anduvo en cuerpo de hombre, tan extraordinaria. También he leído periódicos. He saboreado la puesta de sol. He mirado varias veces como un imbécil la pantalla del móvil muerto. Ayer, cuando fallecía, ahogándose en un capazo lleno de agua fresca y botellas de Albamar 2011, intenté hacerle el boca a boca. nada. Sebio, atento al problema, aconsejó un "baño" alternativo de arroz. Esta mañana, otro vistazo...Nada. Dejé de pensar en él hasta que quise retransmitir en directo la experiencia extraordinaria de mi primer 110 x 14 en soledad. Me quedé como imbécil por segunda vez. Basta. Llevo mi cámara y saco alguna foto. ¿Puedo? Saco mi libreta y tomo notas. ¿Debo? Miro arriba y abajo y leo la pantalla de vuelos del día, que muere a las 23:30, Vigo-Valencia. Al cabo de un rato, todo se "anima" gracias a los primeros vuelos de la mañana. La pantalla se llena de madrides y yo pienso. ¿Dónde está la relación entre Galicia y Catalunya? En el aeropuerto de Vigo, no. Un solo vuelo en toda la tarde.
19:00. Acaba de aterrizar un avión. De Madrid. Frenesí en la pista. Dos coches le salen al paso. Recuerdo ahora los vinos pasados durante estos dos días. Galicia siempre es intensa para mí, sobre todo cuando ando entre Rías Baixas y Ribeiro: celtiñas y viñerons, mezcla estupenda. Creo que uno de los mejores fue, esta vez, el chardonnay de Les Gravières 2010 de los Tissot (Jura). Más de 100 vinos catados en la III Edición del Ránking del Mileurista Gourmet, Vinos por debajo de los 10 €. Encías y labios astillados. De 10 a 15:15, con dos pausas de 10'. Es aleatorio por completo (sólo quien quiere manda botellas, claro), pero los blancos, mayoría de 2011 y gallegos, me han decepcionado más que el año pasado. Burbujas y rosados, casi ninguno y con un nivel general bajo. Muchos tintos anodinos. Me quedo con lo dicho a la espera, por supuesto, de lo que salga en el ránking, también con mis puntuaciones. Y con los albariños de Alberto Nanclares (Dandelión 2011); la minicata excepcional que nos hizo Eulogio Zárate en su casa (Palomar 2003, Tras da viña 2004 y Zárate 2005: qué lección sobre la fresca longevidad de los albariños en relación con su vinificación) y todo lo probado, que fue todo lo que había, en las bodegas Albamar, con Xurxo Alba Padín: gran fruta, permanente aprendizaje y renovada expectación por lo que salga en este 2012 en la desembocadura del Umia y en O Salnés. Puede que sea menos que en 2011, pero será grande.
El vuelo recién aterrizado devuelve al personal a tierra. Pasan todos ante mí. 24 de 79 pasajeros han salido utilizando un móvil. Yo ya no he mirado el mío, aunque he pensado en él. ¿Vida nueva? Pienso de nuevo en Jan Morris y en su buen amigo Pady Fermor. Un tiempo para callar. El silencio de los monasterios benedictinos...Atreveos a pasar un día de vuestra vida sin el móvil (sobre todo, si es un smartphone... en realidad, lo que menos hacía con él era hablar). Puede que algo cambie en vuestro interior. Vuelve a mí, con fuerza, la empanada del nuevo Bagos y su merluza al punto absoluto. Qué vida. Y por si fuera poco, me voy ya con el mapa completo de lo que me falta por conocer a fondo en estas tierras. Tengo ya mi lista. La viticultura que más me interesa con los vinos de la gente que más me gusta. Cuando vuelva, hablaremos de regresión.
Postscriptum. Si les apetece, pueden leer el desenlace de la historia en un pequeño relato aquí y en los tuits anteriores (1 a 25).