Revista Cultura y Ocio

2011 para nuestra literatura juvenil

Por Eltiramilla

Cerramos el año 2011 con un balance poco positivo para nuestra literatura juvenil. En El Tiramilla hemos leído el 90% de todo lo publicado en 2011 y por tanto nos encontramos en posición de afirmar que la distopía y la fantasía romántica paranormal siguen buscando sin éxito ese boom literario que se resiste a emerger, quizá porque apostamos sobre lo conocido cuando lo que deberíamos hacer es dejar reposar esos géneros y abrir nuevas puertas de comunicación con el lector. Autores y editoriales encasillados que subestiman nuestra inteligencia con obras de pésima calidad, a veces simplemente lanzadas al mercado con motivo de adaptaciones cinematográficas.

Esa ausencia de calidad también se refleja en los premiados de los galardones más importantes de nuestro país (no en todos, ojo, pero sí en la mayoría), algo bastante alarmante. He aquí la lista anual:

  • Premio Alandar (Edelvives): El faro de la mujer ausente, de David Fernández Sifres
  • Premio Anaya: La noche más oscura, de Ana Alcolea
  • Premio As de Picas (Viceversa): desierto
  • Premio Edebé: El espíritu del último verano, de Susana Vallejo
  • Premio Gran Angular (SM): Pomelo y limón, de Begoña Oro
  • Premio Jaén (Montena): La venganza de las cajas, de Víctor Almazán
  • Premio Jordi Sierra i Fabra: La leyenda negra, de Arlet Hinojosa
  • Premio La Brújula (San Pablo): La esfera de cristal de Murano, de Leticia de Leonardo
  • Premio La Galera: Volverán a por mí, de Josan Hatero y Use Lahoz (lanzamiento pendiente)
  • Premio Nacional: Palabras envenenadas, de Maite Carranza

Si en 2010 algunas editoriales empezaron a apostar por la novela juvenil interactiva, en 2011 hemos asistido a un desinterés general por este tipo de obras: el lector se resiste y la editorial ofrece lo que pide. Sin embargo, la red aumenta su poder sobre la literatura para jóvenes: el profesional cada vez es más consciente de que debe buscar al lector en su medio y el fenómeno del book-tráiler se consolida como una interesante forma de acercar los libros a los adolescentes.

La crisis, que ya en 2010 comenzó a notarse en la venta de libros juveniles, este año ataca con más fuerza y eso se ha traducido en ediciones más baratas todavía, mucha tapa blanda, recortes de plantilla en algunas editoriales y, lo que era inevitable, menor calidad de las obras presentadas. De todos modos, la literatura juvenil todavía goza de una posición privilegiada en la crisis si se la compara con la literatura adulta.

El lanzamiento y la magnífica campaña de Dónde los árboles cantan (Laura Gallego, SM), el de Legado (Christopher Paolini, Roca), los estrenos de las últimas adaptaciones de los libros de Harry Potter y Crepúsculo, el esperado tráiler de la adaptación al cine de Los Juegos del Hambre, la muerte de la autora Diana Wynne Jones, la apertura de la plataforma Pottermore, el relanzamiento de la trilogía El ciclo de la luna roja (José Antonio Cotrina, Alfaguara-Hidra) o el descubrimiento de Begoña Oro (autora revelación sin duda) han sido algunas de las noticias más destacadas de este 2011.

Desde El Tiramilla esperamos que de cara a 2012 el profesional del mundo del libro juvenil se replantee su producción y empiece a contar algo nuevo, porque de lo contrario seguiremos estancados. El lector joven cada vez es más exigente, está comprobado, y hay que darle lo que merece, buenos libros en los que primen la calidad, la originalidad y el factor ocio.

Feliz año y mejores lecturas. Os recordamos que en los próximos días lanzaremos la II Edición de los Premios El Tiramilla.


Volver a la Portada de Logo Paperblog