300: Rise of an Empire (2014)

Ocho años después del éxito obtenido por la cinta 300, llega a las salas de cine una nueva entrega de la sangrienta saga de los griegos semidesnudos, 300: Rise of an Empire (300: El nacimiento de un imperio).

Bajo la dirección del casi desconocido Noam Murro, y con un guión elaborado por Zack Snyder y Kurt Johnstad (Basado en la novela gráfica de Frank Miller), esta película se encarga de relatarnos una serie de eventos que fungen como precuela, secuela e incluso como historia simultánea a los sucesos que ocurren en la cinta original. Dando un mayor enfásis a la lucha desatada al sur de Grecia, entre el ejército griego comandado por Temístocles (Sullivan Stapleton) y las fuerzas invasoras de Persia guiadas por Artemisia (Eva Green).

La película inicia con la escena en la que Leónidas y sus guerreros yacen muertos en el campo de batalla, tupidos por las flechas letales del ejército persa. Después de eso la narración cambia y retrocede un poco en el tiempo para explicar un par de asuntos relacionados a la guerra, para después ir aún más atrás y explicar el origen de todo, luego regresa al tiempo en que el que inició la cinta y luego va hacia atrás de nuevo un par de veces más, hasta llegar al punto donde no sabes en que parte de la línea de tiempo te encuentras.

Cuando menos los piensas, ya han pasado casi 20 minutos desde que inició la película y te das cuenta que sólo has estado viendo saltos a través del tiempo, escuchando la voz de la reina Gorgo (Lena Headey) narrándote todo lo que tu mente no pudo procesar con simple observación.

Gracias a esto puedes entender, que al mismo tiempo en que los 300 fórnidos y guapos espartanos peleaban bajo el mando de su rey Leónidas, contra el sexy, dorado y menos varónil Dios-rey Xerxes "El Grande", su mano derecha Artemisia se encaminaba a invadir los mares del sur de Grecia al mando de una envidiable flota tripulada por cientos de persas enfurecidos, a lo que el general Temístocles planteaba hacer frente.

A partir de ahi se empieza a desarrollar el nudo de la historia, la cinta deja de parecer únicamente un anuncio de algún gimnasio para practicar Crossfit y da paso al festín de tomas en slow motion.

Al igual que su predecesora, Rise of an Empire es una cinta violenta, llena de sangre, superficial, bastante bien estilizada y visualmente atractiva. Sin embargo, no cuenta con una propuesta lo suficientemente buena como para enganchar al espectador de manera completa. En contraste con la audacía y osadía con la que se presentó la primera cinta, esta entrega llega a caer en lo cursi y es temáticamente repetitiva.

Con esto no quiero decir que la película aburra, pero tampoco se le puede catalogar como entretenida. Al final queda un sentimiento de tibieza, pocas veces experimentado al ver películas en las que la acción predomina y donde en teoría existe una batalla de niveles épicos. Si tienes una película que mostrará una batalla legendaria entre griegos y persas, esperas mucho más que un sentimiento de desasosiego al terminar de verla.

Las actuaciones me parecieron de muy mediano nivel, si bien podríamos criticar bastante la manera en que cada actor desempeñó su papel, creo que influye mucho la forma en que se crearon los perfiles y la falta de contexto y motivación en cada uno de los participantes. Sullivan Stapleton nunca llegó a dar lo necesario para suplir el carácter puesto por Gerard Butler en la primera cinta, y Eva Green se convirtió en lo poco por rescatar.

Debo admitir que tengo una relación complicada con el trabajo que Zack Snyder ha venido realizando en Hollywood. Sin embargo, considero que su labor cinematográfica en la primera cinta de 300 fue muy buena, tomó el material original, agregó un par de cosas nuevas e interesantes, y obtuvo como resultado una cinta que combinaba de manera adecuada la narración de la historia con el gran trabajo visual que siempre lo ha caracterizado.

Desafortunadamente en esta ocasión, ni Snyder como guionista, ni Murro como director, pudieron hacer los suficiente para replicar la genialidad que se logró plasmar con la cinta original. El resultado final se ha quedado muy corto y esta secuela no hace honor a lo que representó 300 en su momento.