Holi! ¿Eres una fashion victim? ¿Evidentemente? Entonces sabrás que la industria fast fashion no mola nada. Ya he escrito otras veces sobre moda sostenible contando por qué es necesario consumir este tipo de productos, aquí te dejo el primer artículo que escribí y que reúne 13 marcas españolas, y aquí otro inspirado en moda sostenible para gente de estética moderna, las de los flequillos rectos y los tatuajes.
Resulta que allá por el 94 unas niñas jugaban en un pueblo de Valencia a coser mochilas con materiales reciclados, por aquellas eran gigantes e incluían cerámica artesanal a modo de botón, poco a poco fueron quedando en el recuerdo hasta que en 2016, los hijos de estas señoras, que jugaban alrededor de las máquinas de coser mientras ellas confeccionaban, decidieron lanzar su propia marca. Esto me produce nostalgia a tope aunque yo no estuviera allí.
Esta no es una marca de ropa, hacen complementos, bolsos, mochilas, neceseres y en general, ¨cosas para llevar cosas¨. Hacen toda la producción en su pueblo, al sur de Valencia, entre mar y montaña y rodeadas de agricultores. Los productos son temporales, de hecho utilizan algunos de los patrones originales con los que trabajaban, son aptos para modernas minimalistas y gente que le guste comprar moda que dure forever o al menos bastante, me flipa la estética de esta marca, parece que han robado mi armario. Sacan producciones pequeñas, de 15 unidades por cada ¨cosa para llevar cosas¨, evitando de esta manera tirar materiales y recursos, como se hacía antes y como debería hacerse en la medida de lo posible. Un 10, amiga.
Soy fan de los culos inquietos, como el diseñador de esta marca, que empezó a diseñar, confeccionar y montó un taller de 0. Ya he dicho esto muchas veces pero conseguir expresarse a través de la moda me parece lo más y saber coser y patronaje, es uno de los objetivos que tengo en la vida, además de acabar el libro que llevo dos años germinando. El director creativo y dios de la marca, fue aprendiendo poco a poco hasta llegar a hacer prendas tan guays como las que tiene ahora, me siento bastante identificado con su estética.
Volviendo al culo inquieto, lo hace todo él, a demanda según las necesidades, así no produce de más y se reducen los residuos, además te lo customiza como quieras ¿Que la quieres más larga? Pues te lo hace ¿Qué la quieres con purpurina y lentejuelas? Quizá esto no lo haga por si se le va del rollo, pero puedes preguntarle por si acaso.
La gentecilla de esta marca crea la marca en 2013 en Madrid, queriendo producir lo más cerca posible del punto de venta por un tema de transporte y tal. Lo más cerca que encontraron fue en Portugal, donde había algodón del bueno y controlan a saco la contaminación de las fábricas y de la mano de obra, teniendo a la Unión Europea con lupa por si acaso.
Sus diseños son prendas con prints, así rollo happy, me recuerdan bastante a mi adolescencia, ahora la verdad es que soy bastante más rancio para vestir que en aquella época, pero la marca sigue siendo guay a pesar de mis gustos renovados.
Hace poco me dijo mi amiga María de Murcia que hacer un crowdfounding era cibermendigar, pero tía, hay gente a la que le funciona, como a estas, que hacen zapatillas inspiradas en la moda de los 80.
Sus zapatillas tratan de estar hechas con materiales orgánicos y reciclados, producidas en fábricas éticas que además siguen con sus propios valores medioambientales, de sostenibilidad, obviamente. Por cada para de zapatillas que se venden, plantan árboles de la mano de WeForest. Esto se lleva muchísimo, plantar árboles con las ganancias de las ventas es tendencia, ojalá lo hiciera más gente. Los arbolitos los plantan en comunidades de Zambia e India, donde hay personas que viven del bosque, lo tienen todo más que pensado. Llevan 39.144 árboles plantados, ni más ni menos.
Numerosas han sido las personas que me han escrito a lo largo de la historia por Instagram para preguntarme si había probado los pantalones de esta marca, porque resulta que fabrican vaqueros en modo sostenible y ético sin que te cuesten 3.000 euros. Me dicen por el pinganillo que llevaban 40 años fabricando pantalones para terceros pero decidieron montar su propia marca, están en Albacete, por si no lo sabes, está cerca de Murcia y por allí hay mucha industria textil.
Ya he dicho en otros post que muchas veces este tipo de moda no acompaña a la estética, pero no es el caso de las marcas de las que escribo y tampoco lo es de esta, tienen vaqueros guays y con precio razonable, con todo esto me ganan.
Espero que te gusten estas marcas y si tienes alguna que crees que debería añadir, me mandes un mail a [email protected] . Muak!!