773 horas.

Nunca me ha gustado Dragon Quest. Y diciendo esto, ya veo los bates de béisbol empuñados por los fans de Square Enix, dispuestos a descargar toda su rabia contra mí¹. ¡Tranquilos! ¡Guardad vuestras armas blancas! Recordad que mi opinión debería importar cuatro leches. Primero, porque soy el tipo que antepone jugar Imagina Ser Enfermera a Red Dead Redemption. Y segundo, porque he jugado a un par de Dragon Quest aproximadamente cinco minutos antes de aburrirme. Exacto, soy como aquel que dice que no le gusta Canción de Hielo y Fuego porque vio de refilón un tráiler doblado de la serie y no le gustó el protagonista: un farsante.

Pero tranquilos, porque no voy a hablar sobre mí ni sobre mis problemas con los videojuegos excesivamente largos realizados por compañías acabadas, sino de los de Steve Tolin. ¿Que quién es este señor, con un nombre, echándole imaginación, relativamente gracioso? Pues ni más ni menos que el jugador que ha conseguido completar Dragon Quest IX al cien por cien, tardando, ojo al dato, 773 horas en terminar todas las repetitivas sidequest. Desde luego, quien no le saca partido a su DS es porque no quiere.

Los personajes celebran que Toriyama siempre dibuje igual a todos sus personajes.

¿Que a quién le importa este hombre? Mirad vuestro calendario, en caso de tener uno, o simplemente intentad salir a la calle a las doce de la mañana. Si volvéis vivos de tal calvario infernal, os daréis cuenta de que estamos en verano, la estación en la que las noticias, tanto de videojuegos como de temas que realmente interesan a la gente de a pie, parecen agotarse, y hay que conformarse con tonterías como estas. La respuesta obvia es, pues, “este hombre no le importa a nadie” (salvo a su familia, en caso de tener). O así sería de no ser porque los jugones, esos abyectos seres deseosos de hincarle el diente a la desgracia ajena para olvidar la suya propia, ya han calificado al pobre Steve de perdedor, monotemático y tipo triste en general. Ríete tú de Sálvame.

La verdad, entiendo que las madres del mundo se puedan escandalizar por esas 773 horas, acompañando su escándalo con las ya famosas frases “¡Esos jueguecitos te comen el cerebro!”, “¡Hijo, tú vas a acabar como él!” o “Seguro que es japonés, que esos están todos locos”. Pero nosotros, jugadores de pro, no deberíamos poner el grito en el cielo por el dato, ¿32 días de juego os parecen tantos? ¿En serio?

"Hola, somos personajes que os podríais encontrar en cualquier JRPG y no nos molestamos en ocultarlo"

Teniendo en cuenta que el juego apareció hace un año, solo hay que hacer las cuentas para ver que Steve juega cada día, probablemente, menos que tú y que yo, pero el fanatismo le hace poner siempre Dragon Quest IX. ¿Cuántas horas de vida han jugado Call of Duty, FIFA o World of Warcraft algunos jugadores? El doble, el triple o el cuádruple de estas 773. Comprendo que el número es gracioso y dé para chanzas variadas;“Ja-ja, este tío es virgen”, “ja-ja, no tiene amigos”, “ja-ja, juega a un juego para niñas. Porque, ya sabéis, está en DS, ergo es un juego para niñas”, pero lo que deberíamos ver es un simple fan. Quizá no un fan de los videojuegos, pero sí de Dragon Quest en particular. Tampoco tiene nada de malo.

Un fan que, por cierto, ha sabido sacarle rendimiento de sobra a la adquisición de su juego en una época en la que no son pocos los que se quejan de la poca duración de éstos, como comentó Danisaur en este mismo rincón de Internet. Y aquí entra, pues, otra de las preguntas clave: ¿Duran poco los juegos o es que no los explotamos lo suficiente? He aquí la prueba: Casi ochocientas horas que, a buen seguro, han mantenido ocupado al señor Tolin durante un año.

AJAJAJ K JUEGO MAS FRIKI WNO M VOY A JUGAR A COD ESO SI K ES 1 JUEGAZOOO

No estoy diciendo que Portal 2 nos pueda durar tanto², pero sí que, en ocasiones, perdemos el enganche por un juego en cuanto llega otro “imprescindible” de aquellos que salen cada mes y que se olvidan en cuanto aparece otro “imprescindible” que, probablemente, termine cogiendo polvo en la estantería un par de días después. No, este tal Steve Tolin no es un tipo que admirar, pero tampoco un hombre al que vilipendiar como algunos gamers están haciendo, quizá olvidando sus miles de partidas online al FPS de moda.

Ojalá yo pudiera sentir esas ganas de exprimir un juego con la pasión de este hombre por Dragon Quest IX. Tiene que ser bello.

Y ahora, el chiste que esperabais: Sí, a este “Tolin” le tienen que dar unas cuantas “Tollinas”. Ja, ja. Ja.