Revista Cocina
Sí, a cuadros fue como me quedé yo cuando me encontré con esta monada de chubasquero con print de tartán en un mercadillo. Yo de verdad que flipo con estas cosas. Uno cree que en un mercadillo se va a encontrar diseños horteras y llenos de brilli brilli, pero acaba descubriendo joyas ocultas. Eso mismo me sucedió con uno muy similar de cuadro vichy.
Yo ya he entrado en esa época del año en la que se me antoja todo aquello que tenga cuadros, y este chubasquero no iba a ser una excepción. Para mí, este estampado dice "otoño" y "Navidad" a gritos, y no podría pedir nada mejor.
Lo llevé cuando Mr. Preppy y yo estuvimos descubriendo el Nacimiento del río Asón en Cantabria. Se trata de una preciosa cascada a la que se accede tras una pequeña ruta de senderismo. Junto a ella se encuentra la cabaña más 'cozy' del mundo y la cual tenemos pensado alquilar en algún momento. Un paraíso natural ideal para visitar este otoño.
Antes solía ser una persona muy... ¿elitista es la palabra? en cuanto al mundo de la moda. Tendía a pensar que lo más exclusivo era siempre mejor. Afortunadamente, me acabé dando cuenta de que eso no era así y que no estaba mal darle una oportunidad a tiendas de segunda mano (¡ahora resulta que me encantan!), establecimientos low cost como Primark o mercadillos. De hecho, varias de mis prendas favoritas han salido de ahí.
No he nacido naturalmente dotada para encontrar estas joyas ocultas textiles, así como sí que hay personas que las ven a kilómetros, a las cuales envidio mucho. No obstante, a veces tengo suerte. Una de esas veces fue la que di con este chubasquero.
Pero aún no os he contado lo mejor: ¡es reversible! En las fotos no lo muestro porque estábamos a otra cosa, pero si le das la vuelta se transforma en un chubasquero azul marino normal y corriente. ¿Conclusión? Dos en uno para lograr un amplio abanico de posibilidades de combinación.
Bueno, pues de esa guisa nos fuimos al Nacimiento del río Asón. Pensaréis que no es el mejor atuendo para hacer senderismo, y es verdad, pero digamos que es una ruta muy pequeña que no requiere de una dotación más profesional. Para mí fue suficiente porque lo percibí prácticamente como un paseo (salvo por que es un terreno poco apacible para pasear) y porque te mojas bastante al pie de la cascada.
El lugar es absolutamente precioso. Cantabria estaba muy bonita por la llegada del otoño y esa zona, en la que se nota la humedad por la proximidad del río, es muy verde y bucólica. Además, y esto es un plus, dimos con un restaurante en un pueblo cercano en el que comimos de maravilla. La mejor parte fue encontrarnos con muuuuchos animalitos por el camino. ¡Incluso tuvimos que parar el coche por unas cabritas!
Fotos hechas por Manuel Laya / Luxmantica Photos Chubasquero / Rain jacket: Mercadillo / Flea marketCamisa / Button-down shirt: Tienda local / Local storeJeans: ZaraBotas de agua / Rain boots: Igor