¿Saben ustedes que los recursos naturales africanos acaban en productos que compramos en nuestras tiendas?
Cada céntimo pagado por un anillo de oro, por un diamante, por un teléfono móvil o un portátil (las baterias son hechas con cobalto de África), por un mueble hecho con maderas africanas por poner solo unos ejemplos, va a parar a manos de un general o un señor de la guerra en Africa, un individuo que se enriquece a costa de genocidios que a nosotros poco nos importan.
El continente Africano no sale de la pobreza porque allí el mejor negocio es la guerra, paises como Sierra Leona, Liberia o El Congo que cuentan con ministros de justicia que se sienten orgullosos de tener combatiendo a niños, las élites de estos paises se benefician al igual que las élites internacionales que compran sus materias primas. ¿De qué sirve la ayuda para el desarrollo si los intereses de unos pocos están por encima de todo y se aprovechan a manos llenas de la impunidad y falta de legalidad de esos lugares?
Los consunidores finales deberíamos ser más responsables y exigir claridad acerca de la procedencia de los materiales utilizados en los productos que compramos, de esta forma podríamos negarnos a consumir aquello que contribuya al detrimento de estas naciones y ciertamente que estaríamos deteriorando el funcionamiento de esta maquinaria bélica.