Hay imágenes corporativas que logran ir más allá de la publicidad y convertirse, como en el caso de Absolut, en un patrocinador del arte contemporáneo. La historia tras esta Absolut Art Collection se remonta en el tiempo hasta los ochenta, con un Andy Warhol que si bien no estaba en su mejor momento como artista, sabía aprovechar cualquier oportunidad para hacerse publicidad. Fue el primero en iniciar una serie de colaboraciones entre la marca de vodka y grandes artistas modernos, como Louise Bourgeois, Mariné, Barceló, Keith Haring, Helmut Newton y Damien Hirst, entre muchos otros. Ahora, esas obras llegan a nuestro país, en concreto a la madrileña Galería 28012, en una exposición que, tras dar el pistoletazo de salida el pasado día 4, cerrará a final de mes.
En ella encontraremos una treintena de las 800 obras que componen la colección, un tesoro que muestra la transformación del producto en icono, un concepto asumido en la actualidad que 25 años atrás podía llegar a ser tan transgresor como fascinante.
En cualquier caso, sea cual sea tu opinión al respecto de los mecenas de 40º, estamos ante un documento de indiscutible valor, artístico y comercial.