¿Sabes de dónde procede el ácido hialurónico? ¿Se puede hacer ácido hialurónico casero? La verdad es que muchas veces no sabemos de dónde proceden muchos ingredientes que usamos en cosmética o en la cocina. Pensamos que es muy complicado conseguirlos de forma natural, pero esto no es cierto en muchas ocasiones.
Te sorprendería descubrir que algunos de nuestros ingredientes son muy fáciles de obtener en casa.
Puede que el resultado no sea tan óptimo como el que compramos, pero al hacerlo nosotros tiene un valor especial y nos hace darnos cuenta de que somos mucho más capaces de lo que en principio pensábamos 🙂
El huevo es uno de los alimentos más completos que hay, pero es mucho más. Justo en su membrana, debajo de la cáscara, hay una fuente enorme de ácido hialurónico y colágeno.
Si quieres saber más sobre qué más contiene el huevo, pincha aquí.
Qué es el ácido hialurónico.
El ácido hialurónico es una cadena de carbohidratos complejos. Se forma en la superficie interna de la membrana de nuestras células y después se distribuye a través de los poros celulares.
Su efecto actúa contrarrestando el envejecimiento de la piel, previniendo así las arrugas. Además, incrementa la creación de colágeno y fibroblastos.
Lo conocemos, sobre todo, por sus usos en estética, pero es estupendo para ayudar a la cicatrización en heridas, úlceras, quemaduras. Es muy importante en prevención y tratamiento de artrosis y/o patologías degenerativas articulares.
No me olvido del colágeno, si quieres saber más de él pincha aquí.
El origen del ácido hialurónico comercial, no es sintético, ya que no se puede sintetizar. Se obtiene dos formas: a través de bioingeniería, por una fermentación bacteriana de ácido úrico o mediante fuentes naturales animales como las crestas de gallos, la aleta de tiburón y el cordón umbilical.
Tengo que decir que para mí es importante conseguir un ácido hialurónico de origen vegetal obtenido por biotecnología.
Ácido hialurónico casero en vídeo
https://www.youtube.com/watch?v=GuDoCaKrJq4
Pero, ¿cómo podemos extraer ácido hialurónico casero?
Es muy sencillo, sigue los pasos:
- Casca el huevo, deposita en un bol el huevo (guárdalo en la nevera para tortillas 😉 ) y con mucho cuidado, ve quitando la membrana interior de la cáscara del huevo.
- Ve dejando la membrana del huevo en un plato, una encima de la otra.
- Deja que se seque todo un día, tapado, en un lugar donde no le dé el calor ni la humedad.
- Al día siguiente, si está bien seco, tritura con un molinillo de café, que quede hecho lo más polvo posible.
- Ahora, echa un un bote de cristal, bien limpio, esterilizado y seco y cubre con aguardiente (de unos 40º). Cierra bien el envase y guárdalo en un lugar seco y oscuro.
- Deja macerar de dos a tres semanas y agita todos los días.
- Pasado este tiempo, filtra y envasa en un bote de vidrio con cuentagotas.
De esta forma obtenemos un extracto alcohólico de la membrana del huevo,
Yo lo quiero usar para más cosas, no solo para cosmética natural, además este extracto alcohólico no va muy bien para mi piel.
La semana que viene os voy a explicar como transformar este extracto para poder utilizarlo mejor en cosmética natural.
Guarda este extracto en la nevera, así se conservará más tiempo.
¿Qué usos y dosis usamos?
Esta pregunta es complicada de responder. Al hacerlo nosotros mismos no podemos estandarizar las cantidades como en los productos hechos en un laboratorio, donde saben la cantidad de principio activo que hay en cada lote.
La misma incógnita la tenemos si pensamos en los dos tipos de ácido hialurónico: el ácido hialurónico de alto peso molecular (penetra mucho en la piel, es capaz de rellenar arrugas profundas desde el interior y patas de gallo) o de bajo peso molecular (penetra menos en la piel, tiene un buen efecto alisador de arrugas).
Este es el único aspecto negativo, por lo general, la dosificación será de 0.5 % a 5% del total de nuestro preparado.
Siempre lo incluiremos al final, cuando nuestro preparado esté terminado y frío.
Podemos usarlo en cremas faciales y corporales, serum antiarrugas, contorno de ojos, etc... Échale imaginación 🙂