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Akira: La violenta fantasía que se convirtió en un hito de la animación japonesa.

Publicado el 11 junio 2010 por Fantomas
Akira: La violenta fantasía que se convirtió en un hito de la animación japonesa.“Akira” (1988), es un anime coescrito y dirigido por Katsuhiro Otomo, el cual está protagonizado por Mitsuo Iwata y Nosomu Sasaki.
Año 2019, Neo-Tokio. Kaneda, un joven pandillero, ve como su mejor amigo Tetsuo sufre un extraño accidente y termina ingresando en unas instalaciones militares donde un grupo de científicos lo utilizan como conejillo de indias en unos extraños experimentos. Mientras Kaneda intenta liberar a su amigo, Tetsuo comienza a experimentar extraños cambios, por lo que muy pronto se convertirá en la amenaza más grande que el mundo ha conocido.

Akira: La violenta fantasía que se convirtió en un hito de la animación japonesa.

Basado en el manga escrito por el mismo Katsuhiro Otomo, el cual fue publicado entre 1983 y 1993, “Akira” es generalmente reconocida como la cinta de anime más popular de la historia, y como la gran responsable de la renovación del estilo del anime en general. Para llevar a cabo el ambicioso proyecto, varias compañías japonesas se asociaron para formar el Akira Committe, conglomerado que se encargó de financiar el costoso film que pretendía revolucionar la industria de la animación japonesa. Otomo además de coescribir la adaptación del manga junto a Izô Hashimoto, supervisó cada uno de los aspectos de la producción, llegando a desarrollar la totalidad del storyboard del film compuesto por más de 700 dibujos. Para Otomo, esta película se presentaba como la oportunidad perfecta para expandir los límites de la animación realizada a mano, razón por la cual “Akira” es la primera cinta de anime que presentó animaciones realmente fluidas, además de un movimiento de labios por parte de los personajes completamente sincronizado con los diálogos.
Más allá del aspecto técnico del film, “Akira” se destacó por lo complejo de su historia. En el año 2019, 31 años después de ocurrida una explosión nuclear que diezmó la ciudad de Tokio y provocó la Tercera Guerra Mundial, varias pandillas de motociclistas circulan por las calles de la ahora Neo-Tokio. Durante el enfrentamiento de dos de estas pandillas, Kaneda y compañía se encuentran con un niño que parece ser víctima de un envejecimiento prematuro. Cuando Tetsuo, el mejor amigo de Kaneda, asusta involuntariamente al pequeño, este se defiende realizando una especie de ataque psicokinético el cual afecta directamente al joven pandillero. De forma casi inmediata, al lugar llega un grupo de militares que rápidamente se llevan al niño y a Tetsuo a una instalación secreta del gobierno. A medida que la historia progresa, nos enteramos que Tetsuo y el misterioso niño son dueños de una serie de poderes psíquicos. Dichos poderes se asemejan bastante a los de un joven llamado Akira, quien fue el verdadero responsable de la explosión nuclear ocurrida treinta años atrás. Con el fin de rescatar a Tetsuo de sus captores, Kaneda se une a un grupo terroristas que buscan infiltrarse en las instalaciones secretas del ejército. Por su parte, una vez que Tetsuo se entera de la existencia de Akira, este intentará encontrarlo para así responder las interrogantes que le han surgido a causa de la adquisición de sus nuevos e increíbles poderes.
Akira: La violenta fantasía que se convirtió en un hito de la animación japonesa.

Con el inmenso poder que ahora maneja Tetsuo, inevitablemente se desatan sus deseos más oscuros por lo que no logra controlar su sed de destrucción. Quedará en manos de Kaneda y de un trío de niños especiales detener a Tetsuo antes de que sea demasiado tarde. Si bien esto resume a grandes rasgos la historia de “Akira”, la verdad es que debido a la gran cantidad de tópicos que toca Otomo durante el transcurso del film, este relato apocalíptico se convierte en algo mucho más complejo. La cinta puede ser vista como la ilustración de la frustración y la alienación juvenil provocada por una sociedad en pleno proceso de transformación, la cual inconscientemente los ha dejado de lado. Esto va ligado a las ideas propuestas por el director en referencia a los cambios tanto internos como externos que experimentan los adolescentes que protagonizan la historia. De hecho, Tetsuo puede ser considerado como la representación de un adolescente que está pasando por la pubertad, y como este es incapaz de manejar los cambios que está experimentando. Aunque es Tetsuo quien mejor representa esta idea, Kaneda y el resto de los integrantes de la pandilla de motociclistas demuestran su incapacidad de adaptarse a los cambios propios de la edad y a las nuevas imposiciones de una sociedad convulsionada, por medio de la excesiva violencia de la que son participes noche tras noche en las calles de Neo-Tokio.
Además del tema de la pubertad, “Akira” también se presenta como un retrato del Japón de la época. A fines de la década de los ochenta, el desarrollo tecnológico y científico en Japón comenzó a cobrar importancia, por lo que su creciente poder e influencia se convirtió en una amenaza para gran parte de la sociedad. De hecho, es a causa del deseo desmesurado del ejército de “fabricar” una nueva arma de destrucción masiva, y a la ambición sin límites de un científico, que finalmente se termina desatando el increíble poder de Tetsuo cuyo destino no será otro más que destruir todo aquello que en un principio se quería proteger: la cada vez más descontrolada sociedad de Neo-Tokio. La cinta también toca los tópicos de la vida y la muerte, la amistad, e incluso repasa algunos conceptos propios del budismo. El film está repleto de simbolismos, los cuales difícilmente serán identificados por el espectador durante el primer visionado de la historia. Lo que convierte a “Akira” en una película aún más profunda y compleja, es el hecho de que no existe un personaje protagónico principal por lo que son varias las subtramas que se exploran durante el transcurso de la cinta.

Akira: La violenta fantasía que se convirtió en un hito de la animación japonesa.

La cinta presenta múltiples escenas de acción, las cuales en general están espléndidamente animadas y transcurren a un ritmo frenético. La película en sí es bastante violenta, y claramente está dirigida a un público más adulto. Durante el último tramo de la historia, esta además de presentar elementos propios de la ciencia ficción, también presenta algunos elementos propios de género del horror. El principal problema que presenta “Akira” es que muchas de sus subtramas no son completamente explicadas, por lo que es inevitable albergar algunas dudas con respecto a ciertos acontecimientos, más aún si no se está familiarizado con el manga. Esto no sólo se debe al hecho que debe resultar difícil condensar un manga compuesto por más de 2000 páginas en un film de algo más de dos horas de duración, sino que además se debe tener presente que la película fue rodada cinco años antes de que Otomo finalizara el manga. Por otra parte, el relato presenta algunos altibajos en lo que se refiere al ritmo narrativo, el cual se resiente por momentos especialmente durante el tramo intermedio del film.
A mi gusto, la animación que se puede apreciar en “Akira” ha soportado bastante bien el paso del tiempo, y sigue siendo un espectáculo visualmente sorprendente. Cada uno de los escenarios en los cuales transcurre la historia exuda imaginación y en su mayoría son tremendamente atmosféricos, al igual que la banda sonora compuesta por Shoji Yamashiro. El grado de diversión que uno puede obtener con esta película depende bastante de la capacidad que tiene el espectador para dejarse llevar con la historia, sin cuestionarse demasiado algunos de los acontecimientos que hacen que esta avance. Sin duda que es aconsejable ver la película luego de haber revisado el manga, aunque esto no es para nada un requisito ineludible. Cuando vi por primera vez esta película hace bastantes años atrás, me pareció demasiado críptica por lo que no la disfruté demasiado. Sin embargo, cuando la vi recientemente me percaté de la tremenda influencia que significó esta cinta para el mundo del anime, y que la riqueza de sus detalles es parte de la diversión. Más allá del hecho de si uno tiene o no cierta afición por el anime, “Akira” es una pieza cinematográfica que marcó un hito en la historia de la animación, por lo que hoy en día más allá de sus falencias, es considerada como una obra de visionado obligatorio para cualquier cinéfilo.



por Fantomas.


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