Sí, el blog ha cambiado. Ya no voy a ejercer de ciclotímica (aunque no prometo escribir a diario, pero sí algo más que "de vez en cuando").
Estoy cansada de pesimismos, de malos rollos, de cosas que van mal, de noticias que es mejor no escuchar, de mierdas varias.
Quiero que cada día haya algo alegre. Aunque tenga que buscarlo debajo de las piedras. Y quiero compartir con vosotros esas cosas que me alegran el día.
No, tranquilos, este no va a ser un blog de autoayuda ni de flowerpower. Va a ser un blog donde conozcáis lugares que merece la pena visitar, libros que os dejan buen sabor de boca, proyectos de gente valiente que te ponen una sonrisa en la cara... Para llenaros los ojos de letras sobre mangantes y penas ya tenéis los periódicos del día, los boletines de la radio y los telediarios.
Lo dicho, voy a alegrarme el día. Y a intentar que los demás tengan su cachito de alegría diario. ¿Me acompañáis?