Revista Salud y Bienestar

Alimentación consciente y emociones

Por Zonavital @tuzonavital

Colaboración de Martha Romero

La alimentación consciente (Mindful Eating en inglés), se podría definir como el estar atentos a lo que sentimos cuando comemos, tanto a nivel sensorial como a nivel emocional.

El proceso de alimentación está muy ligado a las emociones. Recordemos que cuando se amamanta a un bebé, a la vez que se le alimenta se le abraza. Es un proceso natural ligado a la transmisión de amor, y al finalizar la comida se les pone erguido y con el estómago lleno se les da unas palmaditas (que también son un gesto de afecto en los abrazos) para que eructen. Desde muy pequeños tenemos ligadas muchas emociones, como el afecto, a la comida y como ejemplo solo hay que recordar que socialmente no hay ninguna celebración que no se festeje con comida.

Es poner todos los sentidos en el acto de comer, con el objetivo de aprender a identificar y diferenciar el hambre real del hambre emocional. Parar de comer cuando estemos saciados, dejar de comer compulsivamente y disfrutar verdaderamente de la comida sin sentirnos culpables.

Al comer conscientemente y practicar Mindfulness aprenderemos a estar atentos a las señales que vienen de nuestro cuerpo y nuestra mente y a diferenciar si esto que estamos sintiendo es hambre o es cualquier otra emoción.

La alimentación consciente está íntimamente relacionada con la salud, pero también con la paz. Aplicar el cuidado a esta necesidad básica de nuestra persona y  nuestra sociedad es indispensable para la perpetuidad del grupo social, para la sostenibilidad de la vida en nuestro planeta y para el bienestar de nuestra persona.

La forma en que nos relacionamos con la comida es un reflejo de cómo nos relacionamos con nuestro entorno, con nuestras emociones y con nuestra propia persona. Comer mindful puede ayudarnos a ser más conscientes de nuestras acciones, pensamientos, sentimientos y motivaciones, y ayudarnos a explorar y transformar todo aquello que nos incomoda actuando de una forma más creativa.

La Atención Consciente, Atención Plena, o mindfulness,  o las diferentes acepciones de la tradición budista (apramada, samjaña o sati) como se la designa en pali, es una práctica en la que tomamos conciencia de las distintas facetas de nuestra experiencia en el momento presente.  Esta cualidad también la podemos llevar a la alimentación. Podemos aprender a ser conscientes de cómo nos relacionamos con la comida, cómo nos sentimos (tanto física como emocionalmente), y cómo respondemos o reaccionamos ante el proceso que supone alimentarnos para mantener la vida.


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