Revista Salud y Bienestar

Alimentación y enfermedad: hígado graso y sus consecuencias

Por Mira! @jorge_monedero
Higado Graso 3

Hace unos días me he realizado una ecografía abdominal en el Hospital del Valme de Sevilla con un resultado de Hígado Graso grado 2. La consulta a la que he asistido en los últimos años del equipo medico del llamado “Hospital de Especialidades” y cuya dirección es del Dr. Manuel Romero, algunos de cuyos trabajos de investigación, siempre vinculados a grandes multinacionales farmacéuticas, son reconocidas a nivel internacional -todo esto- según mi bajo perfil de entendimiento sobre estas materias y de lo encontrado en internet.

Insisto que no cuento mi experiencias con un animo egocéntrico ni critico sino por la propia extensión del caso a otras personas y el interés de informar sobre los resultados que obtengo y errores en beneficio de aquellos que llegan a estas paginas.

El caso es que hace mas de cuatro años ya me habían diagnosticado un hígado graso grado 1 en el ambulatorio de Márquez de Paradas de Sevilla  y tras una investigación a través de internet, el propio titulo de Valme, Hospital de Especialidades y –según manifestaban en el sector- el hospital contaba con los equipos mas avanzados en este campo de la hepatología. Pensé que seria una buena idea pedir una cita con dicho Dr.Romero. Cosa que aun costándome un trabajo atroz de diversas burocracias internas de la Sanidad Andaluza conseguí. Al llegar a la primera consulta, aun cuando expresamente había pedido la consulta con este Sr, fui recibido por miembros de su equipo, en este caso unas Dras. de no mas de 30 años.

El motivo inicial de mi solicitud de consulta era la alteración persistente en la analítica de sangre de las transaminasas, en algunos casos en dos y tres veces su valor máximo.

En los años anteriores a los que llevo en el Hospital del Valme –en las propias dependencias del ambulatorio de Márquez de Paradas- y tras varias consultas –bastantes elocuentes de como esta el sistema sanitario- a base de mucha insistencia, me practicaron una endoscopia detectándome una ulcera producida por la llamada bacteria  Helicobacter pylori. Prefiero no recordar el acontecimiento ya que posiblemente por el abuso constante sanitario que hacen pacientes del sistema publico, el trato fue degenerante y altamente toxico de la Dra. que me recibió y que posteriormente tras ver que efectivamente tenia una ulcera y la susodicha bacteria, declino seguir tratándome e incluso –según pregunte- estuvo de baja por algún tiempo. En aquel entonces tenia la ulcera, la bacteria que según parece fue exterminada (cosa que hoy quizás dude) y tras la primera ecografía abdominal el denominado  Hígado Graso en grado 1. De manera simplificada diré que la enfermedad con esta denominación estaba calificada como benigna en sus inicios y después se supo que podía degenerar a una cirrosis dado que podía inflamar y posteriormente provocar el fallo hepático total y consiguiente muerte del paciente.

Tras mis visitas en los siguientes años por el Valme y el diagnostico reciente de haber pasado de grado 1 a 2, lo siguiente seria comprobar a través de una biopsia y determinar con mas exactitud en que grado me encuentro y si mantengo algún tipo de degeneración celular o infiltración de grasas que la provocaría.

Biopsia Higado Graso

En un estudio en pacientes con Hígado Graso diagnosticados mediante biopsia hepática se clasificaron a los pacientes en 4 tipos diferentes en función del grado de lesión hepática: tipo 1, hígado graso simple; tipo 2, hígado graso más inflamación; tipo 3, hígado graso más degeneración celular, y tipo 4: hígado graso más degeneración celular y más fibrosis. Se vio que la evolución a cirrosis a los 10 años era más frecuente en los tipos 3 y 4 (21% y 26%, respectivamente) que en los tipos 1 y 2 (2% y 0%, respectivamente). Estos datos confirmaron que el pronóstico de la EHGNA, cuando está en fases precoces (hígado graso simple o con inflamación), es claramente benigno, mientras que en los casos en los que ya se observa degeneración celular o fibrosis en la biopsia hepática, es posible la evolución a cirrosis en un plazo de 10 años con repercusión negativa en las tasas de supervivencia.

El caso es que ante esta perspectiva poco halagüeña y tras la ultima consulta con Dra. Hoyas y su acompañante del equipo medico de dicho Hospital me manifiestan que la única manera de saber el estado de mi hígado es a través de una biopsia y que de todas maneras tendría que adelgazar. Le manifiesto que ni estoy gordo, ni tengo barriga y hago ejercicio regularmente. Mido 184 cm y peso 84 Kg. Sin en cambio siguen insistiendo que tengo que adelgazar sin considerar otros aspectos de la nutrición. Tras las ultimas investigaciones que narro a continuación, esto me alerta -no solamente por ser un hospital especializado- sino por tratarse de un equipo de investigación según el propio hospital mantiene y el equipo manifiesta.

Preocupado por estos últimos acontecimientos y tras mi persistente búsqueda di con la clave a mi problema que de manera inmediata me dio una luz de esperanza y que tras un estudio riguroso me ha hecho volver a confiar en la Medicina y en la grave anomalía que me han detestado. Por una parte de alguien que ha entendido en que manera se comporta el cuerpo humando frente a la alimentación y por otra la necesidad urgente de no solo especializar a los médicos sino establecer una medicina personalizada y transdisciplinar donde se incorporen cambios en hábitos que inciden directamente en la enfermedad como la alimentación y el ejercicio regular por no decir la cuestión psicológica -entre otras- y del carácter humanista de la medicina que se ha degenerado a hábitos mas materialistas y vinculados a los grandes lobbys farmacéuticos que regalan de manera habitual grandes viajes y regalos a los equipos que mejor se comportan en relación a su consumo o sus indicaciones.

Leo en días recientes la noticia sobre los descubrimientos de este mismo equipo que me atiende: Hospital del Valme incrementa un 30% la curación de la hepatitis C. Los investigadores identifican mutaciones implicadas en la infección y en su evolución 14 hospitales han participado en el estudio.

Tras descubrí la pagina del Doctor Ludwig Johnson que coincide plenamente con eminentes investigadores sobre la relación causa efecto entre la toma de fructosa, carbohidratos, azucares y una deficiente alimentación basada en en porcentajes elevados de este tipo, unido a la propia resistencia del hígado ante la insulina, ya que ante la abundancia de azucares a modo de protección el hígado crea grasa, convirtiéndose a lo largo de los años en  en un puro veneno que hace degenerar el órgano hasta hacerlo inservible. Toda esta información, incluyendo la de investigaciones recientes en este campo la puedes encontrar al final del Post. A modo de resumen su investigación es la siguiente:

  • 1. El hígado graso no empeora comiendo grasa. http://www.medscape.com/viewarticle/545958
  • 2. El hígado graso no mejora evitando grasa.
  • 3. Usted puede comer huevos, jamones, chorizo, tocineta, y mayonesa, y su hígado graso ni se moverá.
  • 4. El hígado graso se produce por tener un metabolismo paleolítico (ser resistente a la insulina), e ingerir harinas, frutas, granos, tubérculos, y dulces. http://www.medscape.com/viewarticle/725265
  • 5. Por ello, la mejor forma de quitarse el hígado graso es eliminar estos alimentos de la dieta.
  • 6. La razón por la que usted no puede quitarse estos alimentos no es por ansiedad.
  • 7. La razón por la cual usted no puede quitarse estos alimentos es porque no está medicado (o no está bien medicado) para la resistencia a la insulina.
  • 8. Siempre que hay hígado graso, hay resistencia hepática a la insulina. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12107194
  • 9. El tratamiento farmacológico para la resistencia hepática a la insulina es la Metformina. http://www.medscape.com/viewarticle/725265_5
  • 10. El hígado graso, la hipertensión arterial, los triglicéridos elevados, todos en la misma persona, son representaciones externas que pudieran o no estar presentes, de la misma Neoglucogénesis Nocturna Aumentada por Resistencia Hepática a la Insulina.
  • 11. El tratamiento correcto para eliminar el hígado graso, pasa por la dieta correcta, la toma del fármaco correcto, en la dosis y el horario correcto.
  • 12. Fallar en uno de estos tres factores puede representar el fracaso del tratamiento.
  • 13. Del 5 al 15% de la gente con Hígado Graso, a los 20 años de curso, llega a cirrosis hepática y es candidato a transplante. El otro 85%, muere primero. http://www.medscape.com/viewarticle/581526
  • 14. Líneas 9 y 10 del segundo párrafo http://www.medscape.com/viewarticle/725265
  • 15. Quítese el hígado graso. Usted se lo puede quitar.
  • 16. Y tendrá la barriga plana que siempre quiso. O el abdomen, debiera decir.
  • 17. Si usted no cura su hígado graso y por ahora tiene la glicemia normal, con el tiempo seguro tendrá diabetes http://www.medscape.com/viewarticle/738582 (párrafo 8), porque ambos se producen por la misma alteración celular.
  • 18. Vuelva a leer el punto 15.

Tras este análisis esclarecedor entre  en contacto con el  Doctor Ludwig Johnson, en primer lugar para agradecerle en la primera toma de contacto, a lo que amablemente y de manera inmediata contesto con su ofrecimiento de ayuda desinteresada. Esto me da la segunda variable de un sanador, su carácter humanista, accesible y en consonancia con los tiempos.

El caso es que en los dos últimos años he dejado de fumar y beber alcohol. Como al hacer deporte de manera vigorosa tipo futting me me seguía provocando alteración de las transaminasas pensé que seria una buena idea pasarme a hacer una mezcla entre pilates-yoga-fitnes, unido aun meditación que se basa en la observación del cuerpo: Vipassana.

Sin tener en cuenta la alimentación adecuada pase a tomar mucha fruta, miel, yogurts con frutas, zumos en el gimnasio, todo con un alto contenido en fructosa. Además tomaba leche, dos vasos al día además de mucho pan y en general comida con altos contenidos en carbohidratos.

Tras mas de dos año sin ir a la consulta del Valme me realizaron la analítica y la prueba de ecografía de manera reciente con mi consiguiente sorpresa del empeoramiento de mi estado. La analítica de mas de tres veces en las transaminasas y el grado 2 del Hígado Graso. Ahora empiezo a comprender que hace dos años tras mi cambio de hábitos: deje de fumar y beber alcohol además de hacer mas ejercicio estático y de flexibilidad. Empecé a abusar de la fructosa de manera inconsciente hasta tomar a lo largo del día inmensas cantidades de ellas. Según el Doctor Ludwig Johnson corroborado por los mas incipientes dietólogos, nutricionistas y elite medica en investigación sobre animales, la fructosa genera un exceso de azúcar que provoca que el hígado genere una defensa a la insulina por la noche en forma de creación de grasa.

Según la teoría del Doctor Ludwig Johnson en modo resumido el hombre ha transformado sus formas alimentarias en sus últimos 100 años de manera dramática dando preferencia a los carbohidratos (que se convierten en azucares si no son consumidos) y fructosas (presentes en múltiples alimentos) además de las sacarosas y azucares.

La acumulación de grasa excesiva hace que el efecto sea contrario y finalmente su infiltración en el órgano provoca un fatal desenlace.

Entre los mas populares nutricionistas, entre los que se encuentra el Dr. Mercola en cuya pagina web puedes bajar el libro gratuitamente Tome Control De Su Salud habla mas ampliamente sobre la dieta paleo y las consecuencias para la salud de una dieta malsana.

Los criterios con respecto a la nutrición son bastante dispares con respecto a la fructosa, los hidratos de carbono y las proteínas. Vengo de visitar una tienda dietética en la calle Asunción en Sevilla con productos para diabéticos, tras iniciar la conversación sobre  los efectos de la fructosa y los hidratos de carbono -ya que encuentro un porcentaje importante de galletas y productos especiales sin azúcar sin discriminar la fructosa y los hidratos de carbono-  me hacen hincapié de los peligros de una dieta especialmente enfocada en las proteínas. No puedo discrepar al respecto si bien es cierto que una carne buena contiene casi todos las vitaminas y minerales. Por no decir si se combina con pescado y huevos de corral tal y como los nutricionistas de sensibilidad anti-carbohidratos patrocinan como dieta Paleo. Si le añadimos complementos alimenticios y verduras la dieta no esta mal, al menos eso creo y tampoco que sea degenerante y creadora de enfermedades como insuficiencia renal o diabetes según me manifiestan.

En un principio lo que si tengo en cuenta es que todos los componentes de carbohidratos deben tomarse lo mas temprano posible para dar tiempo al cuerpo a quemarlos durante el día. Por la noche estoy alternando huevos con ensaladas y nada de pan al medio día ni por la noche. He sustituido el azúcar por Stevia y a media tarde tomo una infusión variada además de algo de frutos secos. También últimamente he incorporado las algas, magnesio y acido alfa lipoico que lo tomo en intervalos de cinco días seguidos.

De momento paso hambre ya que antes tomaba mucho pan, miel y frutas que me saciaban mucho. Seguiré contando mi evolución y mi experiencia a ver que tal resultado da. Contacta conmigo o deja tu comentario al final del Post.

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RECURSOS

Os paso -a quien pueda interesar- algunos de los recursos que he encontrado y que podéis consultar a continuación, por favor si tienes otros de interés ponte en contacto conmigo o añádelo en la caja de comentarios al final del Post.

Hígado Graso por Doctor Ludwig Johnson

http://www.facebook.com/note.php?note_id=219435308086195

¿Qué es?

Sólo para Médicos

Pruebas científicas

Testimonios Dr. Johnson.

Testimonios 2 Dr. Johnson.

Entrevista TV. Dr. Johnson.
Si no entiende o no sabe, mejor no diga nada.

El Hígado Graso de un Doctor.

No muera primero (línea 10 segundo párrafo)

Triglicéridos altos. El primer paso para tener Hígado Graso.

Tu eres mejor que tu doctor

Su historia puede ayudar

Le hicieron un Eco y le dijeron que tiene Hígado Graso

La Metformina. Párrafo 7.

No es la grasa. Son las Carbodrogas.

Una vez más. Quítese el hígado graso y no muera primero.
Qué cantidad de gente tiene hígado graso?

Hígado Graso y Diabetes

Conclusiones

Uno de sus pacientes habla de su experiencia con el Doctor Ludwig Johnson

Puedes ver mas experiencias de éxito en http://www.youtube.com/user/LudwigJohnsonTV?feature=watch

Entrevista al Doctor Ludwig Johnson sobre su nueva medicina

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Cómo Es Que la Fructosa Activa "el Interruptor de la Grasa"
Publicado Por Dr. Mercola | 18 de Agosto 2012
http://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/la-fructosa-y-el-interruptor-de-grasa.aspx

Historia en Breve:

Si alguna vez ha tenido problemas con el hecho de perder peso y no volver a recuperarlo, entonces ya sabe lo difícil que esto puede ser. En su nuevo libro llamado "The Fat Switch", el Dr. Richard Johnson acaba con los viejos paradigmas sobre la alimentación y la obesidad revelando cómo es que la fructosa activa "el interruptor de la grasa"

 Él le hace frente al mito que dice que las grandes porciones de comida y poco ejercicio son los responsables del aumento de peso

 Los animales que hibernan regulan su peso corporal con distintos periodos de aumento y reducción de grasa y esa ha sido una ventaja de adaptación sumamente útil. Parece que esto es regulado por un interruptor en la mitocondria que es activado y desactivado por un alimento común que ya no proporciona ventajas de supervivencia a los seres humanos que viven en la sociedad contemporánea

 Contrario al punto de vista tradicional, que dice que el desayuno es la comida más importante del día, la realidad es otra, el desayuno podría ser el MENOS importante, porque saltarse el desayuno podría permitirle entrar a una fase de combustión de grasa mucho más eficiente

Si alguna vez ha tenido problemas con el hecho de perder peso y no volver a recuperarlo, entonces ya sabe lo difícil que esto puede ser. El Dr. Richard Johnson, jefe de la División de Enfermedades Renales e Hipertensión de la Universidad de Colorado, ha publicado cientos de artículos y dos libros sobre este tema llamados: “The Sugar Fix” y el más reciente “The Fat Switch”, que presenta un enfoque innovador sobre cómo prevenir y revertir la obesidad.

De acuerdo con el Dr. Johnson, basado en décadas de investigación:
“Todos los que estamos obesos comemos más debido a un fallo en el “interruptor” y por hacer menos ejercicio porque tenemos un estado de energía más bajo. Si usted puede aprender cómo controlar el “interruptor” específico localizado en el centro de energía de cada célula – la mitocondria- entonces tendrá la llave para combatir la obesidad.

Existen cinco verdades básicas que el Dr. Johnson explica a detalle en su nuevo libro que acaba con los conceptos actuales:

1. Las grandes porciones de alimentos y la falta de ejercicio NO son los únicos responsables del aumento de peso
2. El Síndrome Metabólico es UNA ENFERMEDAD NORMAL en la que los animales almacenan grasa
3. El ácido úrico aumenta con determinados alimentos y CAUSALMENTE CONTRIBUYE con la obesidad y la resistencia a la insulina
4. La fructosa contenida en el azúcar causa obesidad no por las calorías sino porque activa el interruptor de grasa
5. El tratamiento efectivo contra la obesidad es uno que desactive su interruptor de grasa y mejore el funcionamiento de la mitocondria de sus células

Le recomiendo firmemente conseguir la copia de este libro, que ha sido descrito como el “Santo Grial” para las personas que tienen problemas para bajar de peso. El azúcar dietético y la fructosa en particular, es un “activador de su interruptor de grasa”, así que entender cómo el azúcar de todo tipo afecta su peso y salud es algo imprescindible.

No Todos los Azúcares Son Creados o Funcionan de la Misma Manera

Como lo explicó el Dr. Johnson, siempre que hablamos del azúcar, estamos hablando de todas las formas de azúcar, pero está claro que algunos tipos son más peligrosos que otros, en términos de efectos causados a su bioquímica:

“El azúcar de mesa también es conocido como sacarosa y la sacarosa contiene una molécula de fructosa y una molécula de glucosa unidas entre si. La llamamos un disacárido. Pero una molécula de sacarosa en realidad tiene una molécula de fructosa y una molécula de glucosa unidas a ella. La sacarosa o azúcar de mesa básicamente está compuesta por un 50 por ciento de fructosa. Cuando usted come esta sacarosa, la sacarosa se metaboliza en los intestinos para liberar la fructosa y la glucosa que después son absorbidas.

El jarabe de maíz de alta fructosa es otra de las principales fuentes de fructosa.
El jarabe de maíz de alta fructosa consiste en una mezcla de fructosa y glucosa combinadas libremente… (Lo que quiero decir con fructosa libre es la combinación entre la fructosa y la glucosa. No están unidas). Hay un poco más de fructosa que de glucosa. No es una relación exacta de 50-50 y esta relación varia con cada alimento… (Estas son las dos formas principales en que las personas son expuestas a la fructosa).

…Debería mencionar que las frutas naturales también tiene fructosa.
En mi libro original, The Sugar Fix, estaba muy preocupado sobre eso, porque son otra fuente de fructosa. Y podemos demostrar que la fructosa es muy mala. Pero la buena noticia es que hemos hecho más estudios y hemos sido capaces de demostrar que las frutas naturales, aunque contienen fructosa…también contienen muchas cosas maravillosas como la vitamina C, antioxidantes, resveratrol, flavonoides, quercetina y todas estas cosas que en realidad neutralizan algunos de los efectos de la fructosa. Por eso, las frutas naturales no parecen representar el mismo grado de riesgo.”
Dicho esto, tenga en mente que las grandes cantidades de frutas, así como de jugos de fruta y frutas secas, normalmente contienen grandes dosis de fructosa, así que debe consumirlas con moderación. Ni el Dr. Johnson ni yo le recomendamos tomar jugos de fruta o comer frutas secas si usted tiene problemas con su peso. Además, aunque el Dr. Johnson no lo menciona aquí de forma especifica, el término “azúcar” también aplica a las fuentes naturales como la miel y el jarabe de agave, por ejemplo, ambos tienen un alto contenido de fructosa.

Sorpresa: El Síndrome Metabólico Podría No Ser Una Enfermedad Después de Todo
El libro del Dr. Johnson, The Fat Switch, no es solo otro libro sobre la pérdida de peso. No, en este libro, él revela por qué creo merece ser considerado uno de los pioneros en este campo.
“Me he dado cuenta gracias a mis conversaciones con distintas personas que existe más de un método para tratar de descubrir la causa de una enfermedad,” dice él. “La mayoría de nosotros, como científicos nos hemos enfocado en pura ciencia médica como la biológica molecular, fisiología y genética. Estas son herramientas sumamente importantes y tienen un papel crítico que nos ayuda a entender las enfermedades. Pero en realidad, existe un campo mucho más grande que podemos elegir y nos puede ayudar. Por ejemplo, está el campo de la fisiología comparativa…que significa “estudio de los animales en la naturaleza.”

…Por ejemplo, la mayoría de los animales han aprendido a cómo engordar y cómo adelgazar. Lo hacen de una forma estrictamente regulada…Los mamíferos que hibernan duplicaran su peso y grasa en otoño preparándose para el invierno…Me di cuenta que puedo aprender leyendo los estudios sobre animales. Cuando los leí, me llegaron otras ideas, en las que no había pensado antes: Que estos animales desarrollan todas las características del síndrome metabólico. Engordan. Su grasa visceral aumenta. Tienen hígado graso. Aumentan sus niveles de triglicéridos en la sangre. Se vuelven resistentes a la insulina…Es un proceso normal.

No es una enfermedad. Es la forma en que los animales almacenan grasa. Es parte del síndrome de almacenamiento de grasa. De hecho, he propuesto (y está en la prensa) que el síndrome metabólico no debería ser llamado una enfermedad de almacenamiento de grasa, porque es sólo almacenamiento de grasa.”
La pregunta, por supuesto es, ¿cómo lo hacen los animales?
Por medio de su investigación anterior, el Dr. Johnson descubrió el método de los animales para aumentar de peso antes de los tiempos de escasez de alimentos, que resultó ser una gran ventaja de adaptación. Su investigación demostró que la fructosa activa enzimas claves, fructoquinasa, que a su vez activa otra enzima que hace que las células acumulen grasa.

Cuando se bloquea esta enzima, la grasa no puede ser almacenada en la célula. Curiosamente, este es el mismo “interruptor” que utilizan los animales para engordar durante el otoño y quemarla durante el invierno. La fructosa es el ingrediente alimenticio que activa este “interruptor” haciendo que las células acumulen grasa, lo mismo en humanos como en los animales.

“La enzima que lo hace engordar está activada en las personas obesas.” El Dr. Johnson explica, “y la enzima que lo hace adelgazar se encuentra desactivada.”. Es por esto que mi libro se llama, The Fat Switch (El Interruptor de la Grasa), porque básicamente hay un interruptor que activa y desactiva esta función. Me parece que es algo universal para todos los animales. Este libro cuenta eso…Una vez que nos dimos cuenta de que existía este interruptor, nos preguntamos “¿Por qué las personas se están volviendo obesas?” Ahora sabemos que esta relacionado con el consumo de azúcar.
…La última parte estaba conectada con los aspectos evolutivos. Hay un biólogo evolutivo muy famoso en Londres, en el Museo de Historia Natural. Su nombre es Peter Andrews. Él se formó con Richard Leakey. Él es como el experto mundial de la evolución humana. Resultó que había ciertas mutaciones que ocurrieron en el pasado. Por ejemplo, no producimos vitamina C. También tenemos niveles más elevados de ácido úrico que la mayoría de los animales.

Cuando vemos como se producen estas mutaciones, podríamos ver que en realidad ocurren durante períodos de escasez y que estas probablemente fueron mutaciones que nos permitieron engordar más en respuesta a la fructosa que otros animales. Somos mucho más sensibles al azúcar que la mayoría de los animales y es debido a estas mutaciones.
Después, tuve la oportunidad de trabajar con el maravilloso científico que ayudó a resucitar esos genes extintos. Fuimos capaces de probar que cuando se perdieron estos genes nos volvimos más sensibles al azúcar…Después llega el descubrimiento de que esta vía probablemente es importante no sólo para la obesidad, sino que para muchas otras enfermedades como la enfermedad celíaca, alergias a los alimentos y enfermedades renales.”

Por Qué el Desayuno Podría No Ser lo Mejor Para Muchos
Esto claramente va en contra del punto de vista tradicional, que dice que el desayuno es la comida más importante del día. La realidad es que el desayuno podría ser una de las comidas MENOS importantes, porque saltarse el desayuno podría ayudarlo a entrar a una fase de combustión de grasa mucho más eficiente.

Claramente, el paso número uno, si usted tiene problemas de peso, es reducir el consumo de azúcar. El Dr. Johnson sugiere que reducir su consumo a la mitad o a un tercio de lo normal. Yo recomiendo mantener su consumo total de azúcar/fructosa por debajo de los 25 gramos al día o 15 gramos al día si es que usted tiene problemas de salud relacionados con la resistencia a la insulina, como la presión arterial alta, diabetes o enfermedades cardíacas. Pero para aumentar la pérdida de grasa lo mejor es incorporar los principios del ayuno intermitente y hacer ejercicio en ayunas.

El ayuno intermitente, cuando deja de comer durante 14-18 horas, por lo general después de cenar, se ha vuelto sumamente popular en ciertos círculos. Ha sido una estrategia que he utilizado durante los últimos meses para bajar unos cinco centímetros la talla de la cintura. De hecho, algunas veces ayuno durante unas 20-22 horas.

La teoría del ayuno intermitente está basada en el argumento de que su cuerpo almacena azúcar en forma de glucógeno en su hígado pero sólo almacena lo suficiente para unas 6-8 horas. Así que después de ese tiempo, se agotará el almacenamiento de glucógeno, lo que fuerza a su cuerpo a metabolizar la grasa almacenada. Esencialmente, hace lo que pasaba con nuestros antepasados en términos de disponibilidad de alimentos y el Dr. Johnson está de acuerdo, esta forma de ayuno intermitente de hecho puede ayudar a mejorar su peso.

“…Si usted quiere quemar grasa, el ayuno intermitente es una buena forma de hacerlo. Normalmente cuando ayuna, hay un corto período de tiempo en donde quema glucógeno, que es almacenamiento de carbohidratos en el hígado y otros tejidos pero principalmente en el hígado.
Mientras haya glucógeno cerca, será difícil quemar grasa, porque su cuerpo preferirá quemar glucógeno… El glucógeno se quema rápidamente, pero toma de seis a ocho horas quemarlo o ser completamente removido. Toma un poco más en el caso de las personas obesas.

Si usted cena temprano, por ejemplo como a las 5:00 P.M, entonces puede decidir no comer nada hasta la mañana siguiente, como a las dos o tres de la mañana el glucógeno se habrá terminado. Ahora su cuerpo quemará grasa. Quema grasa mientras duerme.
Es algo fantástico. Así que si usted se queda despierto hasta medianoche y come papitas y cosas por el estilo… probablemente no queme nada de glucógeno. Cuando se despierte aún tendrá glucógeno en su hígado. No habrá quemado nada de grasa. Otra cosa que sale de esto…si usted hace ejercicio en ayunas, por ejemplo en la mañana, usted quemará mas grasa.”

Otra Bomba: Bajo Ciertas Circunstancias su Cuerpo Puede Convertir los Carbohidratos en Fructosa…
La investigación del Dr. Johnson reveló otra gran sorpresa: Hay circunstancias bajo las cuales los carbohidratos pueden convertirse en fructosa en su cuerpo, incluso aunque no haya fructosa en esos carbohidratos. El mecanismo principal de esto aún no esta completamente claro, pero él cree que la resistencia a la insulina podría ser una de las enfermedades que permite que ocurra esta conversión.
“La manera en la que interpreto esto, basándonos en la información que tenemos, es que si usted no quiere subir de peso, la cosa más importante es reducir significativamente el consumo de azúcar/fructosa de su alimentación. Pero si usted tiene problemas de sobrepeso, la alimentación baja en carbohidratos podría ser una buena forma de hacerlo porque reduciría el consumo de fructosa, pero al mismo tiempo reduciría los carbohidratos que podrían desempeñar un papel importante, bajo ciertas circunstancias, en la fabricación de fructosa en el cuerpo,” dice el Dr. Johnson.

“Parecería que en las personas jóvenes, sanas y normales (carbohidratos/glucosa) no es convertida en fructosa. Pero tenemos evidencia que sugiere que bajo ciertas circunstancias- una de ellas sería la resistencia a la insulina, o el sobrepeso- podría convertir los carbohidratos en fructosa.”
En una entrevista previa, el Dr. Johnson expuso los vínculos entre el consumo de fructosa y los niveles de ácido úrico como los mayores predictores de la toxicidad de la fructosa y actualmente él cree que el ácido úrico podría ser uno de los factores clave para determinar si su cuerpo convertirá los carbohidratos en fructosa.

“De hecho, creemos que los niveles elevados de ácido úrico activan la enzima que ayuda a convertir los carbohidratos en fructosa,” dice el Dr. Johnson. “La mayoría de las personas obesas y con resistencia a la insulina tienen niveles altos de ácido úrico. Creemos que esa podría ser la razón por la que convierten los carbohidratos en fructosa.”

De acuerdo con las últimas investigaciones, el rango más seguro de ácido úrico es entre 3 y 5.5 miligramos por decilitro y parece haber una relación estable entre los niveles de ácido úrico, la presión arterial y el riesgo cardiovascular, incluso por debajo del rango 3 a 4 mg/dl. El Dr. Johnson sugiere que el nivel ideal de ácido úrico probablemente es alrededor de 4mg/dl en el caso de los hombres y de 3.5mg/dl en el caso de las mujeres.

No Todas las Calorías Son Creadas de la Misma Manera
Tal vez uno de los detalles más importantes de las investigaciones del Dr. Johnson es que la creencia de que “una caloría es una caloría” es falsa. Además, la idea de que con el fin de perder peso lo que tiene que hacer es quemar más calorías de las que consume, también es falsa…La investigación claramente demuestra que incluso si usted controla el número de calorías que come, si esas calorías provienen de la fructosa, entonces tiene más riesgo de desarrollar síndrome metabólico o prediabetes, que incluye:

 Resistencia a la insulina
 Hígado graso
 Presión arterial alta
 Triglicéridos altos

El pensamiento convencional nos dice que el síndrome metabólico es el resultado de la obesidad, que es simplemente el resultado de comer muchas calorías y no hacer ejercicio. Esta idea es errónea y las personas siguen resistiéndose a dejar de creerla.
Sin embargo, el Johnson muestra que la alimentación rica en fructosa es la clave para desarrollar el síndrome metabólico y tan pronto como lance la fructosa a la ecuación de “calorías dentro contra las calorías fuera”, esta ya no será una ecuación funcional…

Un grupo de animales esta consumiendo un gran número de caloría, calorías que normalmente un animal consumiría, pero contiene mucha fructosa. Otro grupo obtiene la misma cantidad de alimentos, pero con diferente carga de carbohidratos, como la glucosa.
Las ratas alimentadas con fructosa desarrollaron síndrome metabólico. De repente tuvieron hígado graso. Grasa visceral. Su presión arterial aumentó. Sus triglicéridos también. De hecho, desarrollaron todas estas características, mientras que las ratas alimentadas con glucosa no y comieron la misma cantidad de calorías.

Incluso hicimos un estudio hace dos años que fue incluso más notable. Tomamos animales de laboratorio y los pusimos a dieta. Les dimos 90 por ciento de lo que normalmente comen pero una dieta tenía 40 por ciento de azúcar. (Ahora, recuerde que la alimentación de algunos niños está compuesta el 30 por ciento de azúcar)…Las ratas de control comieron lo mismo (cantidad de calorías) pero en almidón.

Lo sorprendente fue que las ratas alimentadas con azúcar desarrollaron hígado graso- como hígado graso masivo- e incluso diabetes. Los animales del grupo de control no.
Hay algo especial con la fructosa. No es sólo una caloría. Esto nos lleva a saber por qué…Ha sido tan difícil descubrir cómo es que la fructosa provoca diabetes y obesidad por medio de un mecanismo que no requiere de un consumo excesivo de calorías.”
La Fructosa Se Metaboliza Diferente a Otros Azúcares
La fructosa es un azúcar, al igual que la glucosa. Pero cuando se metaboliza, en realidad lo hace completamente diferente a la glucosa y esto hacer toda la diferencia en términos de peso y salud.
Mientras que todas las células utilizan algo de energía en el proceso de metabolización de alimentos, mientras sea grasa o azúcar, la fructosa utiliza mucha más energía por lo que se agota. Como resultado, la célula deja de funcionar de forma normal y comienza a desarrollar una respuesta inflamatoria, también conocida como estrés oxidativo.

En conclusión, la alimentación rica en fructosa provoca inflamación crónica en el cuerpo, lo que no hace la glucosa.
“Encontramos que cuando se agota la energía…Los niveles de ATP bajan (ATP es nuestra fuente de energía). El ATP consumido desparece. De repente, una sustancia llamada ácido úrico se forma. El ácido úrico es la sustancia que conocemos por causar gota, pero no ha sido relacionada con la obesidad…
No se creía que el ácido úrico pudiera tener un papel dentro de la obesidad. Esto fue un gran reto, porque nadie lo creía, pero fuimos capaces de demostrar que el ácido úrico en realidad estimula la acumulación de grasa en las células por medio de el proceso de trabajo en la mitocondria en donde se produce el ATP,” explica el Dr. Johnson.

Aprenda Más…
He escrito sobre los peligros del azúcar durante mucho tiempo y por su puesto también del papel que desempeña el ejercicio y el consumo de calorías en la obesidad, pero estoy completamente convencido de que si educamos al público sobre los peligros de la fructosa y su papel dentro de la obesidad, realmente podremos revertir y ayudar a eliminar la epidemia de obesidad.
Así que por favor, siga aprendiendo y comparta esta información con sus familiares ya amigos. También le recomiendo mucho leer el nuevo libro del Dr. Johnson, The Fat Switch, que por cierto fue publicado por Mercola.com, ya que ofrece grandes ideas sobre lo que realmente lo está haciendo subir de peso y por qué es tan difícil bajarlo.

La tendencia de obesidad no se revertirá mágicamente, requiere de la ayuda de todos, de consumidores consientes y de que usted cocine en casa alimentos frescos y orgánicos

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Intolerancia a la fructosa por Josep Vicent Arnau

Diplomado en Naturopatía y Acupuntura.
Regenta el herbolario Supernatural en Sant Cugat del Vallés.
Articulista sobre temas de salud y calidad de vida.

Intolerancia a la fructosa, pautas básicas

En este artículo os vamos a dar algunos consejos y pautas básicas de alimentación para aquellas personas que sufren de intolerancia a la fructosa.

¿Qué es la intolerancia  la fructosa?

La intolerancia a la fructosa es ocasionada por un déficit de Aldolasa B y requiere un control estricto de la dieta eliminando todas las fuentes de fructosa, sacarosa y sorbitol.

Síntomas de la intolerancia a la fructosa

Los síntomas más habituales son vómitos y dolor abdominal. Si no se detecta a tiempo puede producir, en los niños, retraso en su crecimiento.

Diferencias entre Fructosuria e intolerancia a la fructosa

La fructosuria está producida por un déficit de Fructocinasa. Es benigna y no requiere tratamiento, sólo cuidar un poco la alimentación.

¿Dónde se encuentra la fructosa?

La fructosa la podemos encontrar como tal ya que es un endulzante y también está presente en la Sacarosa (azúcar blanca o morena) y el Sorbitol. Está muy presente en alimentosa como la miel (20-40%), frutas y zumos (20-40%), verduras (1-2%) y en otros alimentos.

La fructosa y el sorbitol pueden estar presentes en infinidad de productos: pasta de dientes, caramelos, chicles, galletas, alimentos dietéticos, medicamentos, salsas, embutidos, patés, conservas, etc.

Tratamiento de la intolerancia a la fructosa

Algunos especialistas recomiendan tomar, para la intolerancia  la fructosa, ácido fólico pues parece que aumenta la actividad de las enzimas glicolíticas, como la fructosa 1-fosfato aldolasa.

Es conveniente dar vitamina C (sin ningún aditivo ni endulzante) ya que la dieta adecuada para la intolerancia  la fructosa es deficitaria en esta vitamina.

Nutrición adecuada  para la intolerancia a la fructosa

Los datos siguientes son orientativos y sólo hemos de seguir las pautas del doctor. Algunos alimentos pueden variar mucho según su variedad, punto de madurez, etc.

Como en todas las enfermedades es importante que el paciente aprenda a observarse y a valorar como se siente con determinados alimentos.

  • Leche y derivados
    Permitidos: Leche entera, semi, desnatada, evaporada no azucarada, en polvo y fermentadas (sin azúcar), mantequilla, margarina, yogur natural, queso, requesón, etc.
    No recomendados: Leche condensada, batidos lácteos, bebida de soja, helados, yogures de fruta y algunos quesos de untar o con ingredientes añadidos.
  • Endulzantes
    Permitidos: la glucosa suele ser el endulzante más recomendado para la intolerancia a la fructosa ya que además es aporta energía ante necesidades inmediatas. En algunos países sólo se consigue con receta médica y, en otros, sin problema alguno. También la maltosa, la sacarina y el aspartamo.
    Prohibidos: La fructosa, sacarosa y el sorbitol.
  • Frutas y semillas
    Permitidas: aguacates, limón, semillas de girasol, olivas verdes, calabaza
    Prohibidas: frutas (tampoco los zumos) y frutos secos.
  • Verduras y hortalizas
    En general, tomaremos muy poca cantidad (seguir las pautas de su doctor)
    Permitidas: setas, apio, lechuga, espinacas, acelgas, brécol, alcachofas y patatas "viejas".
    Prohibidas: remolacha, zanahoria, col, coles de Bruselas, berenjena, judías verdes, cebolla, cebolleta, chirivías, espárragos, maíz fresco, pimientos, tomate, etc.
  • Algas marinas
    Prohibidas: El alga Nori y la Arame aportan fructosa. A falta de información con las demás preguntad al médico o tomarlas con precaución y observad como os sentís.
  • Legumbres adecuadas para la intolerancia  a la fructosa
    Soja germinada, garbanzos, lentejas, alubias o frijoles... todos en poca cantidad.
  • Cereales, pan, galletas, bollos, copos, pasta…
    Permitidos: Arroz, trigo, maíz y avena… siempre que sean refinados y sin endulzar.
    Prohibidos: Cereales integrales ya que al ser ricos en germen y en salvado contienen más fructosa y sacarosa. Vigilemos los panes, galletas y cereales del desayuno ya que suelen estar endulzados.
  • Pescado, carne y huevos
    Permitidos: Todos, siempre que no estén elaborados.
    Prohibidos: Los que ya están elaborados y contienen miel, fructosa, sorbitol, etc. hay que leer la etiqueta detenidamente.
  • Aceites y grasas
    Permitidos: Aceites vegetales, mantequilla y margarina, sin endulzar.
  • Bebidas
    Permitidas: agua, café, té, infusiones de plantas medicinales, cacao, etc.
    Prohibidas: Zumos, bebidas alcohólicas o refrescos con fruta o endulzados con fructosa, sorbitol o sacarosa.
  • Condimentos para la intolerancia a la fructosa
    Permitidas: sal, vinagre, especias y mostaza.
    Prohibidas: salsas, encurtidos, caldos para sopa, ketchup, mahonesas y todas las que vayan endulzadas con fructosa, sorbitol o sacarosa.

Nuestro consejo

El paciente con intolerancia  la fructosa debe de tener siempre la precaución de leer los ingredientes de los alimentos envasados que compre.

Un detalle muy importante es que estos pacientes toleran mejor los alimentos cocinados que los crudos ya que con la cocción quedan con menos cantidad de fructosa (no tomar ese caldo ya que la fructosa pasa al agua de la cocción).

El paciente con intolerancia a la fructosa debe de vigilar el estreñimiento ya que suele ser habitual ya que toman poca fruta y verduras. Las semillas de lino o linaza suelen ir muy bien.

En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.

http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=3139

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"La dieta más saludable es la dieta paleolítica"

Por Carlos Pérez, terapeuta y psiconeuroinmunólogo

Qué es la paleovida?
El estilo de vida que modeló a la especie humana.
¿En qué consiste?
En movernos y en comer según cierta dieta.
¿Movernos?
Con los ejercicios que hacían nuestros ancestros: caminar, correr, saltar, empujar, arrastrar, escalar, trepar, reptar... Esfuerzos breves e intensos nos han modelado.
¿Y qué dieta nos hizo como somos?
La del hombre paleolítico: la paleodieta.
¿Qué comía el hombre paleolítico?
Pescado y crustáceos. Verduras, bulbos, bayas y frutas. Y carne y tuétano.
¿Somos carnívoros o vegetarianos?
¡Carnívoros! Las grasas de la carne nos dieron energía, acortaron el intestino y acrecentaron el cerebro. ¡Necesitamos grasas!
Pero la grasas nos engordan...
¡Falso! Las grasas de buena calidad... ¡nos adelgazan! El aceite de oliva virgen extra crudo, los frutos secos y el aguacate, grasas del pescado y de la carne de caza... o de animales que hayan correteado por el campo.
¿Y la carne de animales estabulados?
Es grasa insana. Si el animal corretea, su grasa se infiltra en la carne ¡y es saludable!
¿Y dónde puedo encontrar esa carne?
Puede encontrar carne de calidad: busque por internet y verá. ¡Y evite esa carne que suelta agua al freírla... y queda en nada!
Ah, sí, eso me da mucha rabia.
Es de animal estabulado y cargado de antidiuréticos para retener agua y ganar peso.
Resumo: carne y pescado, y verduras y fruta. ¿Eso es la paleodieta?
Sí. ¡Es lo que habíamos comido siempre!
¿Qué entiende por "siempre"?
Desde que somos humanos, ¡hace 76.000 generaciones! Porque hace sólo 200 generaciones que comemos como ahora. Ah, y hace sólo siete generaciones que comemos azúcares refinados y grasas trans (bollería).
¿Y estos periodos son relevantes?
Mucho: nuestro genoma necesita miles de años para adaptarse a cambios del entorno. Por eso padecemos intolerancias alimentarias: ¡en 200 generaciones no hemos tenido tiempo para adaptarnos a lo que comemos!
¿Qué sucedió hace 200 generaciones que modificó la dieta paleolítica?
Comenzó la agricultura y la ganadería: el paleolítico deja paso al neolítico... y empezamos a comer alimentos nuevos.
Enumere esos alimentos nuevos.
Cereales (trigo, cebada, centeno, arroz...), harinas (de cereales o legumbres), lácteos, azúcares y ciertos aceites vegetales.
Pan, pasta... ¡Es lo que como cada día!
Metabolizar eso nos desgasta y causa intolerancias, cefaleas, malestares, inflamaciones, acné, obesidad, diabetes, patologías...
¿Y la paleodieta evita esas dolencias?
¡Sí! Yo como y bebo según la paleodieta... y me siento rebosante de energía y vitalidad.
¿Cómo se bebe según la paleodieta?
¡Con sed! Somos hijos de la sed, pero hoy estamos matándola. ¡Recupera la sed! Con sed, beber agua es un placer inolvidable.
No suelo tener sed...
Porque te pasas el día bebiendo: un café con leche, un refresco, una copa de vino, otro café, una caña... ¡Estás matando tu sed!
¿Qué me aconseja?
No ingieras líquido alguno (ni fruta jugosa) durante un día: recuperarás la sed. Y entonces..., ¡ah, bebe agua! Sentirás tanto placer... que no querrás ya beber otra cosa, seguro.
O sea: nada de ir bebiendo a cada rato.
Ni nada de ir comiendo varias veces al día.
¿Ah, no? ¿No dicen que es saludable?
Comer un poquito cada pocas horas... fatiga el intestino. ¡Déjalo reposar! El hombre paleolítico pasaba largas horas sin comer nada..., buscando comida. La sed y el hambre nos modelaron. ¡Come con hambre! Será un placer... y sentará bien a tu intestino.
¿Lo hace usted así cada día?
¡Sí! Por la mañana me levanto y me muevo, hago ejercicio paleolítico... y no desayuno. O apenas, quizá un poco de fruta...
¿Qué dice? ¡Siempre me habían dicho que lo más saludable es desayunar fuerte!
Pues el hombre paleolítico no lo hacía. Salía en busca de comida... ¡y se movía! Porque desayunar fuerte te pide luego reposar...
¿Y cuándo podré comer?
A mediodía, ¡con hambre y alegría! Y abundantemente: estamos diseñados para comer mucha cantidad de golpe cuando se puede.
¿Y luego?
Un reposo. Y ya no necesito comer nada durante seis o siete horas. Y mi intestino me lo agradece. Ya de noche, una cena ligerita.
Póngame un ejemplo de ingesta paleolítica, algo concreto que usted coma.
Me como cuatro hamburguesas y un melón. O 300 o 400 gramos de carne o pescado con una escalivada, o con una ensalada, o con verduras salteadas. ¡Y me quedo muy feliz!
¿Se permite comer huevos?
Sí, pero huevos de corral, los que lleven impreso en la cáscara el número 0 (ecológicos) o el 1 (gallinas que se mueven).
¿Qué más incluye la paleovida?
Que nos dé un poco el sol en la piel. ¡Todo esto es la base para tener energía, salud y recursos para ser más feliz! Por desgracia, estamos involucionando como especie...
¿Qué hago para seguir la paleodieta?
Destierra lácteos, pan, pasta, galletas y azúcares: te causan una inflamación subclínica que tiene a tu organismo siempre alerta, agotado, lo que generará patologías autoinmunes, diabetes... ¡La mejor medicina es comer como tus ancestros paleolíticos!

Paleovida

El doctor estadounidense Loren Cordain ha acuñado el término paleodieta para resumir la alimentación humana preagrícola: es la que nuestra especie ha frecuentado durante el 95% de su existencia, la que nos ha modelado, a la que estamos adaptados. Carlos Pérez, máster en Psiconeuroinmunología, ha llegado a la conclusión de que la paleodieta (más la paleogimnasia y otros hábitos que nos han esculpido durante milenios) es la clave para recuperar la salud y el bienestar. Y Pérez predica con la práctica..., y lo cierto es que lo veo en excelente forma. A sus pacientes (www.regenera.cat) les aplica los mismos principios paleolíticos..., y asegura que todos mejoran su calidad de vida.

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Fructosa-en-frutas

La fructosa es dos veces más dulce que la sacarosa.

El extracto que se puede comprar en cristales y que imita perfectamente al azúcar de mesa se extrae del maíz.

Un consumo excesivo de fructosa puede ser especialmente tóxico para el hígado porque es el encargado de metabolizar ese azúcar y lo hace de un modo parecido al alcohol, por eso no es extraño que las personas que consumen refrescos y zumos de frutas envasados tengan mayor riesgo de padecer hígado graso de tipo no alcohólico.

La fructosa no es tan benigna como se creía, avisadas quedan esas madres que no hacen más que darles zumos de frutas a sus hijos en vez de la fruta al natural con toda su fibra.

Un exceso en el consumo de fructosa puede producir:

  • Riesgo de diabetes tipo 2
  • Aumentan la hipertensión
  • Niveles de triglicéridos, especialmente en diabéticos
  • Resistencia a la insulina
  • Obesidad

En personas intolerantes a la fructosa, cifra que llega hasta más del 33% de la población, causa los mismos síntomas que el síndrome del intestino irritable:


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