
Las verduras de hoja verde con un alto contenido en clorofila poseen un elevado poder depurativo. El brócoli es un potente antioxidante, La alcachofa, los espárragos, las zanahorias y las coles son muy ricos en fibra y en sales minerales; es por ello que en esta época deberíamos incluirlos en nuestra dieta de una u otra manera. La cebolla y el ajo son alimentos muy diuréticos y facilitan la eliminación de líquidos del organismo además de estimular la producción enzimática para eliminar toxinas en el sistema digestivo. La remolacha estimula el funcionamiento del hígado, favorece la digestión y es un potente antioxidante.

Además de las verduras y las hortalizas, las frutas poseen muchos líquidos que ayudan a depurar las toxinas. La piña, con mucha fibra y bromelina facilita la digestión. Las fresas son antioxidantes y muy diuréticas. Las uvas, además de fibra, poseen un alto contenido en potasio que ayuda a la desintoxicación del sistema circulatorio y son muy laxantes. Por su alto contenido en vitamina C hay que destacar los cítricos con un alto poder antioxidante. El limón es un poderoso antiséptico y muy diurético y depurativo.

Los frutos secos y los cereales integrales son ricos en fibra y antioxidantes.No debemos olvidar el consumo de líquidos, en especial de agua y zumos naturales así como el té verde. El té verde facilita la digestión y posee catequinas, unos antioxidantes que actúan a nivel hepático estimulando su funcionamiento. Ánimo, antes de que llegue febrero, ya estamos para otra.
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