
Nota: 5,5
Lo mejor: Roberto Enriquez, un protagonista más que digno y Lluis Homar, uno de nuestros grandes.
Lo peor: algunos tópicos demasiado recurrentes y sorprendentemente Juan José Ballesta.
Hemos llegado a un punto en la televisión de nuestro país en el que cuando escuchamos que están preparando una serie de alto presupuesto sobre la invasión romana a Hispania nos echamos a temblar. Si a duras penas conseguimos una factura técnica decente encerrando a 4 personajes en una taberna parece imposible que nuestra industria logre recrear el siglo II a.C. con dignidad.Y todo ello sin tener en cuenta que estamos hablando del género de aventuras, con sus escenas de acción y suspense de manual. ¿Demasiado complicado?

Lo que empezó Águila Roja y no ha sabido continuar la Tierra de Lobos de Telecinco ha encontrado su evolución en esta Hispania de Antena3. Finalmente estamos dejando atrás los decorados tamaño ratonera y dando espacio creativo a los encargados de aspectos tan vitales como la fotografía o la banda sonora. Hispania resulta bastante más creíble de lo esperado y aunque siga faltando cierta postproducción por fin podemos mirar sin sonrojarnos a series extranjeras como Los Tudor o Robin Hood. Eso sí, para poder sacar pecho aún nos quedan unos años. Muchos dirán que es una simple cuestión de presupuesto cuando en realidad se trata de no centrarse en el rendimiento económico y dejar más libertad creativa a los responsables.
Pero donde encontramos la mayor virtud de Hispania es en sus guiones. Salvo honrosos casos como Acusados o la desaparecida El Grupo es muy complicado encontrar en nuestra parrilla una serie que no sea totalmente plana y previsible. Aún recuerdo la última etapa de Los Serrano en la que absolutamente todas las tramas se basaban en malentendidos por parte de los neandertales que poblaban Santa Justa. Y aunque ya conocíamos la historia (real) que nos iba a contar este piloto, la forma en la que se desencadenan las relaciones de los personajes está mucho más elaborada de lo habitual (por ejemplo, como llegan todos los renegados lusitanos a juntarse al final). Además el libreto ha sabido construir personajes muy sólidos. Empezando por el Pretor Galba (Lluis Homar) y su esposa hasta el protagonista, el pastor y lider de la resistencia Viriato (Enriquez) o el mercader Teodoro (un correcto aunque algo catatónico Antonio Gil). Rara avis en nuestra televisión.

Aún así todavía nos falta despegarnos de ese estilo teatral de dirigir a los actores. Con esa expresión me refiero a que nuestros intérpretes parece que recitan literalmente lo que pone en el libreto sin adecuar ni una sola palabra al desarrollo natural de la escena. Algo que no es ningún problema cuando es Lluis Homar el que habla, pero que resulta demasiado superficial en casos como el de Ana de Armas y su limitado talento interpretativo. Menos mal que el peso de su personaje es el mismo que el de un cojín con una cara pintada.
Porque en Hispania ya hay un personaje femenino fuerte y bien construido. Dos hubiera sido pedir demasiado. La ex-LEX Nathalie Poza coge un poco de la Lucrecia de Spartacus: Blood and Sand para dar vida a la lujuriosa y pérfida esposa del villano Galba. Un Acierto. Donde no han dado tanto en el clavo es con el primer oficial del Pretor, Marco, al que da vida Jesús Olmedo (Hospital Central, 90-60-90). El típico "esbirro cabrón" de manual al que llamaremos a partir de ahora "el malo del trombón", porque siempre que aparece su aura de villano tiene que estar reforzada con siniestros trombones. Y menos mal que no le han vestido entero de negro.

Donde también nos hemos llevado una sorpresa -aunque en el peor de los sentidos- es con Juan José Ballesta. El chaval que nos deslumbró con El Bola y que se ha labrado una carrera en cines envidiable es el que sale peor parado de todo el elenco de Hispania. Demasiado sobreactuado y con uno de los personajes más flojos. Veremos como evoluciona.
Pese a todo Hispania consigue su propósito y merece vuestra atención. Entretiene y no cae en el ridículo más que en contadas ocasiones y casi siempre a la hora de mostrar acción. Además nos da la oportunidad de disfrutar semanalmente del talento de Homar y asistir en primera fila no sólo a una lección de historia antigua sino a la madurez de nuestra ficción televisiva. Aunque os aviso que no siempre va a ser un camino fácil. Este piloto ha sido seguido por 5 millones de espetadores superando a la