ANÁLISIS: Jars

¿Qué habrá dentro del frasco?

Grata y realmente agradable la sorpresa que me he llevado con este juego que me traigo entre mano en esta crítica. Y es que uno llega muchas veces a proyectos que, bajo propuestas sencillas y básicas, consiguen dar y ofrecer mucho entretenimiento y mucha más felicidad que grandes producciones con mecánicas ultra complejas y potentes apartados técnicos.

Y eso es lo que ha conseguido Jars. Un particular juego desarrollado por el estudio indie Mousetrap Games y, bajo el sello de Daedalic Entertainment. Del que en las siguientes líneas os quiero dejar ver lo divertido, original, y curiosa que es una experiencia que mezcla varios géneros, los mete en un bote, y nos lo lanza a la cara en forma de entretenida experiencia que, seguro que nos os va a dejar indiferente, especialmente a los amantes de la estrategia con tendencia al puzle.

NOTA: 7'5

Y es que la propuesta jugable que nos traer este Jars, es una mezcla curiosa entre un juego de rotura de vasijas, y con ello de azar. Un juego de defensa de torretas bidimensional. Donde bichos y alimañas, se las verán cara a cara por alcanzar un sarcófago o defenderlos. Bajo los atentos y mágicos ojos de un niño que tras la desaparición de su padre se ve metido en esta oscura y particular propuesta donde la estrategia y la suerte encajan a la perfección.

Cómo ya os comento. Nos encontramos con una sucesión de fases, en unos decorados que recuerdan a los clásicos tableros del juego de la escaleras y serpientes, o a los plataformas más clásicos. Es decir, una estructura dividida en diferentes alturas, unidas entre ellas por escaleras. Donde iremos rompiendo todo tipo de variados frascos. Intentando que la suerte nos sonría respecto a lo que haya dentro. ¿y que hay dentro? Pues seres amigos, ítems o enemigos, que tendremos que utilizar saber utilizar sabiamente o defendernos de ellos en tiempo real. Y pese a que, si hay formas y marcas que nos hace intuir con que nos encontraremos, la aleatoriedad se da más de una vez. Cosa que muchas veces juega en nuestra contra, creando partidas muy sencillas o muy compleja según la disposición de estos. Pero siendo por lo general una experiencia estratégica por saber en qué orden los rompemos.

Un orden que nos lleva a gestionar a una serie de tres seres y tres items diferentes como máximo por fase. Que podremos ir colocando como si de una gran cuadricula se tratase. Teniendo en todo momento muy presente la movilidad y potenciales tantos de nuestros amigos como enemigos, además de la colocación de los objetos a defender.

Y donde es interesante ver, como al inicio de cada fase se ponen ciertos requerimientos a la hora de jugarlas que nos obligan a replantearnos la estratégica, más allá de ver la estructura y reordenamiento de cada escenario, los cuales me han parecido muy originales y llenos de detalles que influyen directamente en la jugabilidad.

El número de fases es bastante amplio. Y se dividen por diferentes mapeados, con ciertas temáticas, bichejos y objetos. Que se introducen y evolucionan de forma bastante inteligente, para que nos hagamos con facilidad a los diferentes seres y controles. Agradeciendo su buen y accesible interface. Cosa que no quita que en ciertos momentos se dispare la dificultad y esa necesidad de tener suerte.

Más allá de esas mecánicas básicas, os tengo que hablar de otros detalles, como por ejemplo un sistema de dones. Y es que más allá de las características de velocidad, ataque, o defensa de cada uno de nuestros bichos. Podremos implementar una serie de potenciadores, que gracias a sus variadas formas encajarán en uno o en otros bichos, mejorando las estadísticas generales o potenciándolos con ciertas mejoras. Y qué consiguen darle una capa más la estrategia del juego.

Por otro lado, y más allá de los propios seres que encontraremos. También me he encontrado con otros puntos curiosos que os tengo que mencionar. Uno de ellos serían los items que encontraremos dentro de las vasijas. Y que nos aportan objetos como dardos, pegamentos, etc... que nos permiten ayudar a nuestros seres. Y, por otro lado, ciertas estructuras que, sin ser totalmente necesarias, si que nos aportan una serie de monedas de cambio que nos será muy útiles en el bazar.

Hablaros del bazar y, de la consecución de bichos tras cada partida, que será nuestra moneda de cambio para dar sentido a este, y todos esos dones ya nombrados. Y que progresivamente irán apareciendo para poder gastar en ellos nuestro "dinero". El cual, por cierto, se verá bonificado si cumplimos ciertos objetivos defensivos y de uso de seres dentro de cada escenario.

La parte artística es bastante original. Con un dibujo muy particular, con sucios trazos, y un colorido ocre que da una sensación de cómic muy bonita. Destacando unas preciosas viñetas que nos irá contando detalles de la historia.

Por lo que respecta a la parte sonora. Destaca su bien tratada banda sonora. Con un toque de misterio que le viene genial al juego. Y unos curiosos efectos sonoros que acompaña a las pequeñas criaturas cuando entran en acción.

Por cierto, se agradecen esos textos en español. Ya que hay muchos más detalles lectores de lo que se puede uno imaginar.

En definitiva. Me reafirmo con que hay pequeños proyectos que valen su precio en oro. Que consiguen hacernos llegar experiencias divertidas, agradables y llenas de carisma.

Y es que Jars nos lleva a una cuidada mezcla de estrategia, puzles y azar. Con unas mecánicas que enganchan y se digieren fácilmente. Dejándonos constantemente con esa sensación de "una partida más..." que tango disfruta nuestro adictivo cerebro. Y lo que se le une un carismático y oscuro universo que, con toda seguridad, no os va a dejar indiferente tanto jugable como conceptualmente. La verdad que toda una agradable sorpresa que le tenéis que dar una oportunidad si sois amantes de los batiburrillos de conceptos con sentido.

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