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Anathema - Fine Days: 1999 - 2004 (2015)

Publicado el 11 septiembre 2020 por Moebius
Anathema - Fine Days: 1999 - 2004 (2015)

#Músicaparaelencierro. "Una banda se hace eterna: El box set Fine days: 1999-2004 integra los discos que forman parte del que quizás sea el período más inequívocamente extraño en la historia de Anathema. Ni chicha ni limonada, ni doom metal ni melodicidad pop. Más cercanos al rock progresivo, aunque sin abrazarlo por completo, los tres discos que forman parte de este lanzamiento son una continuación natural de los sonidos que registraron en Alternative 4 pero, al mismo tiempo, constituyen el eslabón perdido que conecta con la grandiosidad de We're here because we're here". Ese texto lo copié de rateyourmusic.com y bien resume este aporte enorme de LightbulbSun que nos trae una compilación enorme, y si tienen dudas de ello, vean la calificación que tiene en Progarchives. Tres discos para disfrutar en este fin de semana que se nos viene encima, una compilación por demás interesante y que les recomiendo...
Artista: Anathema
Álbum: Fine Days: 1999 - 2004
Año: 2015
Género: Rock Progresivo
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra

Anathema - Fine Days: 1999 - 2004 (2015)
Anathema - Fine Days: 1999 - 2004 (2015)
Continuamos con el excelente comentario de César sobre esta compilación...

Nadie en su sano juicio hubiera podido anticipar el cambio de registro y la grandeza melódica de una banda como Anathema. A pesar de los indicios y de los altos picos de creatividad que lograron en Alternative 4, su disco anterior, Judgement marca un renamiento en el estilo de la banda que los posiciona, ahora sí y con todo derecho, como abanderados de los principios del rock progresivo, lo que no impide que las pinceladas metaleras aparezcan por aquí y por allá. Pero lo cierto es que Vincent Cavanagh ha encontrado por fin su voz, que el estilo de Daniel Cavanagh está descaradamente influienciado por Pink Floyd pero reinterpretado de tal modo que se convierte en la voz del músico, que la inclusión del bajista Dave Pybus es una jugada maestra ya no solo a nivel de ejecución de su instrumento sino como componente del arco compositivo y que el retorno de John Douglas es como el resurgimiento del hijo pródigo. Claro que John no vino solo y se trajo a su hermana, Lee Douglas, quien a partir de ahora será una presencia permanente en la banda y le dará un toque femenino a las canciones que funcionará a la perfección con la voz de Vincent.
La gran incógnita era qué sucedería con la salida de Duncan Patterson, no solo el bajista por excelencia de la primera época de la banda sino, sobre todo, el motor compositivo de los discos de pasaje del doomdeath más señero hacia las sonoridades más melódicas. Suyas son algunas de las mejores composiciones de Alternatiuve 4, pero además tuvo el talento de interpretar bastante bien la pausa y el sosiego de las canciones en esta etapa. Sin embargo, el miedo que supone la partida del compositor se ve recompensado con la inclusión de otro bajista inteligente y sensible como Dave Pybus, quien curiosamente después será parte de la alineación de una banda diametralmente opuesta como Cradle of Filth. En todo caso, a Patterson le quedó el consuelo de Antimatter.
Judgement inicia con una suite de cuatro canciones que sienta las premisas de lo que vamos a escuchar en casi una hora de viaje cósmico. Deep tiene todos los componentes de las mejores canciones de Anathema: el soporte de un arpegio de guitarra con suficiente gancho como para despertar el ánimo rítmico de los demás instrumentos pero, a la vez, con la capacidad suficiente para generar variaciones sobre el mismo constructo que dotan a la canción del mismo nivel de intensidad emocional, unidad y variación, todo al mismo tiempo. De este modo los temas no se tornan monótonos y el in crescendo se acentúa con los instrumentos y con la melodía vocal, así como por la inclusión de las distorsiones. Toda una clase maestra de cómo se debe componer. El mismo derrotero siguen las demás canciones. Make it right, además, marca el retorno en plena forma de John Douglas como compositor y se atreve a incorporar una linea de teclado muy acorde con las estéticas alternativas noventeras que intensifica la melodía que une el coro con las estrofas y se convierte en leit motiv disparador. Es cierto que la segunda parte del disco decae mínimamente, pero lo que hemos apreciado al principio cautiva del tal manera que la escucha se hace emocionante. Parisienne moonlight es un delicatessen melódico gracias al contrapunto vocal de Lee Douglas y de Vincent Cavanagh.
A nivel lírico, la exploración de Anathema sigue siendo existencialista. El bombardeo incesante de preguntas acerca de lo que somos y hacia dónde vamos se ve reflejado inclusive en el arte de portada. Más allá del lamento que es pieza constitutiva del abecedario doom, aquí se apela a la razón y menos al afecto. Es un disco que está escrito desde la cabeza y no desde el corazón. El punto alto es que esto sucede solamente a nivel lírico porque las melodías y las canciones están llenas del componente emocional necesario para darnos un remezón y abrazar esta nueva etapa de la banda con devoción y expectativa.
Tres canciones básicas: Deep, Make it right y Parisienne moonlight
A Fine Day to Exit álbum (Octubre de 2001)
Quizás estemos ante el disco más arriesgado en toda la historia de Anathema, sobre todo por la capacidad sónica de arriesgar con atmósferas que hasta el momento habían esbozado pero a las que no se habían aventurado por completo. Por supuesto que la impronta Pink Floyd se mantiene, pero la verdad es que mucho se ha dicho de la capacidad atmosférica de A fine day to exit pero hasta que uno no escucha todo el disco no se entiende hacia dónde apunta. Aunque en la superficie suene quizás más cercano a fórmulas rockeras, sobre todo por la cantidad de piezas directas e intensas, hay algo más allá de lo que se atisba en la superficie. Y empieza con el canto de Vincent Cavanagh que es mucho más sutil, que encuentra dimensiones hasta el momento no percibidas, que se decanta por el susurro y por la contención antes que por el clamor incesante. Y es en ese momento donde el registro se multiplica y se dispara, condicionado además por unas guitarras que se vuelven más oníricas, que encuentran en el e-bow mayores posibilidades de llenar el espectro, que adiciona teclados pero sin perder de vista la cualidad intrínseca de las canciones. Porque, a diferencia de discos anteriores, los tiempos lentos son más bien escasos y, aunque parezca contradictorio, estamos ante el disco más contemplativo de la banda.
A ello hay que sumarle la inclusión de una pieza adicional (la introducción instrumental A fine day que empieza con un arpegio a todas luces inofensivo hasta que dispara todo su potencial con una batería que pretende destruir la melodía) y el reordenamiento de las canciones respecto al lanzamiento original, lo que le confiere una nueva forma de disfrute. Y es curioso cómo el concepto de salida, de escape, de quebrar barreras que están en muchas de las canciones (Release, Breaking down the barriers, Looking outside inside o A fine day to exit) se contradice con una portada que invita a la calma y a la contemplación, aunque en una atmósfera más bien corrompida por el detritus que se observa en la playa, por ese atardecer más bien triste e invernal y no tan soleado como uno debería esperar. El sino del destino no es del todo luminoso sino que más bien está lleno de momentos difíciles y es ahí donde la triada formada por Underworld, Pressure y Panic encuentran su razón de ser. Es como si después de la liberación empezara la caminata, la misma que es ominosa hasta que, como si se tratara de un difícil alumbramiento, el disco nos invita al ánimo de ruptura.
El punto máximo es Panic, que justamente se ubica en la mitad del disco como bisagra entre el momento del miedo y el ímpetu de la liberación. Los instrumentos, al respecto, reivindican la melodía y la potencian. De este modo las canciones adquieren el componente Anathema que es tan conocido en sus últimos discos: la cualidad dramática de construir un crecimiento melódico que dota a la canción de esa energía y emocionalidad que tanto gusta. Lee Douglas aporta nuevamente voces, aunque se extraña que sea en una única canción. El componente compositivo recae sobre todo en Daniel Cavanagh, quien se perfila como el motor creativo de Anathema, aunque el aporte del baterista John Douglas es también importante.
Dejamos para el final Temporary peace, el cierre del disco y la canción más extensa de Anathema hasta el momento y que resume el sentido del disco: la contemplación después del viaje doloroso. ¿Es acaso la muerte el último reposo; es la despedida el momento del descanso? La playa se antoja lugar de nacimiento pero también de fin. El sonido de las olas que acompaña el final de la canción y del disco tras el glorioso discurrir melódico de la parte final adormece pero nos devuelve también al útero materno. Del agua procedemos y hacia el líquido elemento parecemos volver, de tal modo que la portada del disco adquiere un nuevo significado al respecto. Las pisadas y las voces casi ininteligibles que se escuchan pueden ser el recorrido último, aunque afortunadamente todo parece indicar que no estamos solos en el camino. Y es que a pesar de las dificultades que hemos encontrado, el amor es siempre el salvador de cualquier tipo de dolor. No en vano los versos finales lo claman: "Más allá de este hermoso horizonte / yace un sueño para ti y para mí / Esta escena tranquila aún no ha sido quebrada / por los rumores en el cielo / Pero una tormenta se acerca / Las voces lloran al viento / Esta serenata se está volviendo más fría / Rompe mi alma que intenta cantar / Y hay tantos, tantos pensamientos / cuando trato de dormir / Pero contigo empiezo a sentir / una especie de paz temporal".
Tres canciones básicas: Panic, Temporary peace y Release
A Natural Disaster álbum (Noviembre de 2003)
Es muy probable que A natural disaster haya tenido que suceder. De lejos, se trata de la propuesta más arriesgada de Anathema hasta ese momento, producto quizás de la frustración, del cansancio, del ya no va más, de la crisis de identidad de una banda metalera que no es más metalera y que se acerca más a sonidos preciosistas (pecado mortal para una escena a la que la melcochería no le va mucho). O quizás sea que la vieja rivalidad entre hermanos se hace notar más. Quizás el fantasma de Caín y de Abel está más cerca que nunca. Y como si de una suerte de exorcismo interno se tratara, Danny Cavanagh se hace cargo de toda la composición después de haber mandado por un cuerno a todos para embarcarse en una corta aventura al lado de Duncan Patterson, excompañero en Anathema, en el proyecto llamado Antimatter. De hecho, muchas de estas canciones estuvieron llamadas a ser parte de este combo pero el destino no quiso que sea así y terminaron por formar el entramado de este disco. A ello hay que sumarle la salida del bajista Dave Pybus, quien opta por hinchar la horda de Dani Filth en Cradle of Filth. El reemplazo es otro integrante de la familia Cavanagh: el hermano Jamie.
Hay un hálito de desesperación en el disco, de sentirse una pieza pueril en el engranaje de Dios, en los sentimientos, en la pareja y dentro de uno mismo. Hay un llanto interno, un paraje desolado en las canciones que se intensifica con el arte casi desnudo de Travis Smith. Si el disco anterior abordaba el desespero pero con ciertas cotas de esperanza y renacimiento, quizás en el acto mismo de la partida, aquí no parece existir un momento de sosiego. En contraposición a los tonos blancos y celestes de A fine day to exit, A natural disaster se tiñe de rojo en armonía con la desesperación. Si el anterior disco propone un camino al cielo, este promete parajes más hacia el Sur, quizás hasta el mismísimo infierno. De ahí que ambos discos funcionen como una especie de díptico. Lo curioso es que el ritmo es más frenético en el primero mientras que aquí asistimos a compases más lentos. Aunque claro, cuando el grito arremete es enorme y demoledor (Pulled underr 2000 metre a second es claro ejemplo de ello y uno de los puntos más altos del disco).
Pero el lamento también permite hacer una multitud de preguntas. Harmonium constata la realidad que nos rodea y Balance plantea el inicio de la interrogante (Me alegra ver que estés bien despierto / Este es el gran escape / de una vida que intentó moldearte /y de la mentira que te han vendido / ¿Qué es lo que harías? / ¿Qué es lo que no harías?". Si la realidad es de por sí un sitio no tan bonito, el terreno de los sueños tampoco lo es. Con una voz procesada por el vocoder, Vincent Cavanagh lo recita en Closer, una de las mejores canciones de la banda que en su versión en estudio peca de ser demasiado larga: "Tu mundo de sueños es un lugar que da mucho miedo". Las preguntas tienen un destinatario en Are you there?, otro de los grandes momentos de la placa, pero de pronto todo parece irse al diablo. Lee Douglas vuelve a deleitarnos con su voz en A natural disaster y parece que todo se reduce a la pérdida de la pareja, a fin de cuentas la razón de ser de la vida: "Ha sido un invierno largo y frío sin ti / He estado llorando por dentro por ti / Acabas de deslizarte entre mis dedos mientras la vida se alejaba / Ha sido un invierno largo y frío desde ese día".
Las piezas parecen encajar con el tono lastimero de Electricity: "Parece que nunca me conociste / Parece que nunca me entendiste / Parece que nunca supiste realmente cómo sentirte / Pero la electricidad te acercó a mí / Lo que necesitabas era deshacerte de mí". Sea una alegoría del amor no correspondido o una pregunta acerca del sentido de la existencia, A natural disaster cierra de gran forma el período más desconcertante pero necesario en la banda para que se reinvente. Es el período de la crisálida que todavía se verá rematada por un disco de versiones antes de que Anathema alcance la grandeza en su nueva encarnación.
Tres canciones básicas: Pulled under at 2000 metres a second, Balance y Are you there?
Were You There? video (Noviembre de 2004)
Tras el sonido algo amateur de la versión de Anathema en vivo que pudimos apreciar en A vision of a dying embrace, su primer video oficial, el recital que ofrecen nuevamente en Polonia para este Were you there? es a todas luces superior en ejecución pero algo limitado en términos de sonido. La culpa, por supuesto, no es de la banda sino de la mezcla misma. La colección de canciones se restringe únicamente al período intermedio del grupo: desde Judgement hasta A natural disaster pasando por A fine day to exit, ignorando por completo tanto la etapa doomdeath de los primeros discos como las búsquedas melódicas de Eternity y de Alternative 4. En franca negación con el pasado que ellos mismos ayudaron a forjar, Anathema parece sentir la necesidad del adolescente, de tal modo que reniegan de sus orígenes para forjar una nueva identidad.
La presencia de Jamie Cavanagh es más bien de perfil bajo, aunque se adapta muy bien al sonido de la banda. La incorporación de los nuevos sonidos le sienta bien a todos, pero el público parece disfrutar más de los momentos más metaleros. Nótese el brillo en los ojos y las agitadas de cabezas en los especímenes metalheads por excelencia. Lo que sí resulta imperdonable es la precaria presencia escénica de una Lee Douglas que necesitó en ese momento de alguna amiga que le diga cómo lucir. El cámara también es algo inhumano al regodearse en las imperfecciones bucales de la hermana del baterista, lo que por supuesto no podemos permitir. Afortunadamente su voz es tan buena que nos olvidamos por momentos de una dentadura que necesita a todas luces un ortodoncista right now.
Los extras del DVD son interesantes, desde el ejercicio acústico y el acompañamiento del conjunto de cuerdas, en clara precuela de lo que después será el concierto registrado en A moment in time, hasta el video de Pressure que, a pesar de su bajo presupuesto, no deja de ser interesante.

cesarpita 


Anathema - Fine Days: 1999 - 2004 (2015)

Solo queda que lo disfruten.Y agreadezcan a LightbulbSun...
Disco 1: Judgement
Lista de Temas:
1. Deep
2. Pitiless
3. Forgotten Hopes
4. Destiny Is Dead
5. Make It Right
6. One Last Goodbye
7. Parisienne Moonlight
8. Judgement
9. Don't Look Too Far
10. Emotional Winter
11. Wings Of God
12. Anyone, Anywhere
13. 2000 & Gone
Alineación:
- Dave Pybus / Bajo
- John Douglas / Batería
- Danny Cavanagh / Guitarra eléctrica y acústica, Teclados
- Martin Powell / Teclados
- Vincent Cavanagh / Voz, Guitarra
Disco 2: A Fine Day To Exit
Lista de Temas:
1. A Fine Day
2. Release
3. Leave No Trace
4. Underworld
5. Pressure
6. Panic
7. Breaking Down The Barriers
8. Looking Outside Inside
9. A Fine Day To Exit
10.1 Temporary Peace
10.2 In The Dog's House
Alineación:
- Dave Pybus / Bajo
- John Douglas / Batería
- Danny Cavanagh / Guitarras, Teclados, coros
- Les Smith / Teclados
- Vincent Cavanagh / Voz, Guitarras
Disco 3: A Natural Disaster
Lista de Temas:
1. Harmonium
2. Balance
3. Closer
4. Are You There?
5. Childhood Dream
6. Pulled Under At 2000 Metres A Second
7. A Natural Disaster
8. Flying
9. Electricity
10 Violence
Alineación:
- Jamie Cavanagh / Bajo
- John Douglas / Batería
- Danny Cavanagh / Guitarras, Teclados, voz en "Are You There?" and "Electricity"
- Les Smith / Teclados
- Vincent Cavanagh / Voz, Guitarras, vocoder

  
Anathema - Fine Days: 1999 - 2004 (2015)

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