Revista Deportes
Sin lugar a dudas, en las crónicas de la Fórmula 1 se pueden hallar episodios muy interesantes, sobre todo aquellos que yacen silenciados para la posteridad porque todavía la historia solo la escriben los ganadores. Cuando el laureado Alain Prost decidió ser propietario de una escudería, jamás se imaginó que, en el momento cuando todo indicaba que iba a reencontrarse con la gloria, un auto le condenaría.
Retirado como piloto, uno de los anhelos de Alain Prost era triunfar como propietario de una escudería con cimientos franceses. Aunque Guy Ligier le había contactado, a principio de los años noventa, para que disputara una última campaña a los mandos de un auto azul y posteriormente negociar el traspaso del equipo, Prost declinó a tal petición porque la escudería Ligier no le ofrecía garantías de éxito bajo ninguna condición. Indudablemente “el profesor” tenía una mentalidad ganadora, sus victorias durante tres décadas y en todos los equipos para los cuales pilotó así lo evidencia.
Es hasta el año de 1996, cuando Olivier Panis ganó un inolvidable Gran Premio de Mónaco, que Alain Prost se interesa y decide negociar la adquisición de la escudería Ligier, para el momento propulsada por el muy decente Mugen Honda. Así pasa a ser el propietario de todos los activos, conserva al personal y además respeta todos los contratos vigentes, como el del piloto Shinji Nakano. Prost confiaba en que su bagaje dentro de la Fórmula 1 también abarcaba los ámbitos donde sus ex jefes Ron Dennis, Cesare Fiorio y Frank Williams resultaron exitosos.
En este punto hay que señalar que, al finiquitarse la negociación, el auto Ligier de 1997, el JS45, estaba casi listo, así que correría como Prost Mugen Honda. La creación del francés Loic Bigois alcanzó 21 puntos y ubicó a la escudería en el sexto lugar entre los constructores. Con tal resultado, los auspiciantes franceses comenzaron a lloverle a Alain Prost, quien, empecinado en cumplir con su gran anhelo, decide asociarse con Peugeot, motorista que, además de venir precedidos por sus victorias en las 24 Horas de Le Mans, ya contaba con experiencia en la Fórmula 1 pues había propulsando a McLaren en 1994 y a Jordan desde 1995 hasta 1997.
Loic Bigois también fue responsable de diseñar el AP01 de 1998, el cual resultó un desastre ya que tan sólo Trulli pudo conseguir un punto para la escudería. Aunque fue un año de transición, Prost comenzaba a dudar de Peugeot, en tanto el motorista se defendía argumentando que el auto estaba muy mal concebido pues era un retoque del anterior que montaba motor, caja, transmisión y tren trasero de procedencia japonesa. Al final las dudas quedaron sembradas dentro del equipo y las miradas comenzaron a inculparse.
En 1999, Bigois repite como diseñador y la escudería presenta el AP02. Los resultados tampoco fueron los esperados salvo un esperanzador final de temporada. Trulli fue segundo en Nurburgring y Panis tercero en Suzuka. Aunque fueron los únicos puntos que lograron en todo el año, tales actuaciones representaron una inyección de optimismo de cara a la próxima temporada.
Para el año 2000, la escudería Prost Peugeot afronta el inicio del milenio con una solidez nunca antes vista. Alain Prost decide apostarlo todo a ganador. El gobierno francés apoyó de manera firme el proyecto cediéndole un mega complejo industrial en Guyancourt. El personal asciende hasta los 300 empleados. Peugeot anuncia que entregaría un nuevo motor más potente y confiable muy diferente a sus antecesores. La petrolera Total también se une a la aventura. Alan Jenkins, ex diseñador del equipo StewartGP, fue contratado para estar al frente del departamento de aerodinámica. La tabacalera francesa Seita, a través de su producto Gauloise, pasó a ser socio principal en tanto otros importantes patrocinadores como Yahoo, Agfa, Bic y Play Station llegaban para animar. El reconocido piloto Jean Alesi y el mejor prospecto de Mercedes, y Campeón de la Fórmula 3000, Nick Heidfeld serían los encargados de guiar los monoplazas. Las expectativas eran inmensas por ver en pista al auto.
El AP03 se presentó el 1 de febrero en Barcelona. El evento fue transmitido en internet por la página de Yahoo, lo que en su momento resultó todo un suceso. No obstante, el diseño del auto no resultó tan impactante porque se parecía mucho al AP02 creado por Bigois. Jenkins expresó que el AP03 tenía muchas novedades, entre las cuales figuraba un sistema de escapes similar a los que empleaban en Ferrari. También argumentó que todo el monoplaza había sido planificado y concebido en los estudios B3, la empresa de ingeniería de John Barnard, por lo tanto afirmó que el AP03 fue la conclusión de avanzados estudios aerodinámicos.
Por su parte, Peugeot indicó que el nuevo motor, denominado A20, era un V10 de 2.998 cc, 4 valvulas por cilindro y una potencia máxima, según el fabricante, de 800 hp a 16 200 rpm. Con tales referentes, inclusive la combinación de colores era muy atractiva, el optimismo ha debido brotar en toda la escudería, sin embargo ciertos rostros no reflejaban ninguna convicción.
Alesi: “Si me dan un trozo de seda y sopla un buen viento; seguro que hago un mejor auto desde el puente de Avignon…”
En la pretemporada comenzó la danza de las sombras y las dudas dentro del box azul. Al ser diseñado el chasis en Inglaterra y el motor en Francia ambos elementos no se articulaban con exactitud. Ante tal eventualidad, Alain Prost manifestó que la primera cita del campeonato, en Melbourne, serviría para probar y desarrollar el auto. El sueño francés, tanto en Australia como en Brasil, comenzó con sendos retiros. Los autos, además de clasificar muy atrás, sucumbieron ante los fallos mecánicos, algo que sería una constante durante todo el año.
Para el Gran Premio de Europa, en Nurburgring, los patrocinadores, principalmente Gauloise, exigían resultados de inmediato porque ya estaban casi en la mitad de la temporada y los coches azules no mostraban ninguna mejoría, ni un punto se había conseguido y para colmo eran habituales sus clasificaciones entre los últimos de la parrilla, compartiendo fila con los Minardi Fondmetal. Estructuras más modestas y escuderías clientes como Arrows Supertec, Benetton Playlife, Sauber Petronas y Jordan Mugen Honda les aventajaban con facilidad y ese hecho, para anunciantes muy poderosos, era una situación bochornosa.
En junio, Alain Prost acusó directamente al motor Peugeot tanto por el bajo rendimiento como por los consecuentes retiros. Sus declaraciones, indicando que el propulsor era débil, pesado y delicado hallaron eco en el motorista francés cuyos directivos respondieron a Prost manifestando que el diseño del auto era nefasto, que la aerodinámica era tan deficiente que ni instalándole un motor de avión iba a salir de los últimos lugares.
Para finales de ese mismo mes, el equipo Prost Peugeot era el último en la tabla de constructores y el panorama seguía muy oscuro. Todos los involucrados exigían resultados, respuestas, soluciones, algo, lo que sea, una explicación ante tanta inutilidad. La primera acción fue despedir a Alan Jenkins y dejar encargado a Bigois para que intentara “mejorar” el AP03.
Para la octava carrera del campeonato, en Montreal, nada había cambiado. Alesi se retiró por problemas hidráulicos y Heidfeld por rotura del motor. Yahoo anunció su retiro como patrocinador del equipo al culminar la temporada. De nuevo Prost se encoleriza con Peugeot. Las hostilidades se encienden y terminan por estallar en el Gran Premio de Magny-Cours, justamente en Francia.
En vísperas de la carrera, Corrado Proveda, jefe del departamento deportivo de Peugeot, afirmó que el motor A20 era uno de los mejores de la Fórmula 1, y que, en un banco de pruebas, fue capaz de entregar 792 hp. Por su parte, en las pruebas clasificatorias, fue el piloto Jean Alesi quien respondió a Proveda “Si esto tiene 792hp, entonces los motores de los demás tienen 850hp”. Como todo quedaba entre franceses, Alain Prost terminó por caldear el ambiente manifestando que la relación entre su escudería y Peugeot no era verdadera. Como respuesta, los mecánicos, empleados de Peugeot, se negaron a trabajar en los autos, así que Alain Prost terminó anunciando públicamente su rompimiento con Peugeot al término del campeonato.
Como en este tipo de historias no todo suele conectarse como en las películas, no fue en Francia, sino en el A1 Ring austríaco, donde se observó una escena que resume lo que representó el AP03. Peleándose por los últimos lugares, Jean Alesi y Nick Heidfeld chocaron, evento que fue repetido en innumerables ocasiones por los medios de comunicación. Ante el asombro de los espectadores, ambos autos se despedazaron: los apéndices con la publicidad de Yahoo y Play Station se confundían con los añicos de alerones que anunciaban a Gauloise. Como resultado, ninguno de los patrocinadores renovaría con Alain Prost, en tanto a Heidfeld le comunicaron que no contaban con sus servicios para el 2001.
Para Monza ya todo estaba sentenciado para Prost y su infortunado AP03; el auto era tan calamitoso que Jean Alesi culminó la carrera en el último lugar, detrás de ambos Minardi. En ese momento la prioridad era conseguir, en las tres carreras que restaban, aunque sea un punto para obtener el bono FOCA. Si la escudería no lograba puntuar tenía que costearse los traslados a cada Gran Premio. Sin patrocinadores y sin motores para el año 2001; el sueño francés de Alain Prost se desvanecía a un ritmo aterrador.
El AP03 había dejado en la ruina al equipo ProstGP, no hubo maneras de mejorar sus prestaciones o por lo menos de acercarlo a la zona de puntos y ya era tarde para considerar alguna medida de emergencia. Antes de la carrera de Indianápolis se anuncia que Loic Bigois no seguiría en su cargo como jefe de aerodinámica. También, ante insistentes rumores, Alain Prost confirmó que su escudería no estaba a la venta y que se presentaría en el próximo campeonato utilizando los motores Ferrari con las mismas especificaciones que le concedían a Sauber; pero tal acuerdo era por el orden de los 45 millones de dólares, dinero que no se vislumbraba por ninguna parte.
Por increíble que parezca, para Japón y Malasia, el objetivo del equipo francés era que un AP03 quedara por delante de ambos Minardi. Aunque otros equipos con presupuestos similares a los de Prost, como BAR y Jaguar, habían tenido un año para el olvido, sin duda alguna la escuadra azul era la peor del año. Ninguno de los financistas que animaron el proyecto quisieron continuar por otra temporada y eso representó un golpe mortal para Alain Prost.
El 22 de noviembre culminó el campeonato y el martirio para los franceses. Los resultados: ProstGP quedó en el último lugar del campeonato sin alcanzar punto alguno. 54 motores se rompieron durante el año. Peugeot decidió retirarse de la Fórmula 1 y vendió los propulsores que aún permanecían en inventario a la marca AMT Asiatech. Prost no pudo cancelar la deuda con el Estado francés por el uso de las instalaciones de Guyancourt. Mercedes comenzó a dudar del talento de Nick Heidfeld, tanto que a finales del 2001 lo dejan a un lado para elegir a Kimi Raikkonen como sustituto de Mika Hakkinen en McLaren. Lo que empezó como un sueño culminó en pesadilla para muchos de los implicados.
La escudería ProstGP solo participaría en otra temporada antes de que un tribunal declarara al equipo en bancarrota. Todas las esperanzas habían expirado junto con el AP03.
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