Tomic y Hervelle luchan por un rebote - EFE.
En un Bilbao Arena tan entusiasta como su equipo, sólo los locales fuvieron un discurso serio, constante y coral. La realización del partido, siempre pendiente de la voz de la grada, rescató, entre otras, una frase del año pasado de Katsikaris: "Tenemos que sufrir juntos para ser grandes algún día". Ésa es la línea marcada por un club con poco recorrido (nació en 2000), pero que su cuarta temporada en ACB jugó los playoffs ante el Barça. Ahora domina tiene un balance de 1-2 en semifinales a su favor ante un Madrid debilitado desde el primer momento y que alcanzó el descanso con 21 puntos en su haber y sólo ocho canastas en juego.
Surge Sergio Rodríguez
Las personales de Llull habían resaltado la dependencia que tiene el equipo de su líder, por mucho que ya había surgido la figura discontinua de Sergio Rodríguez, el antídoto que encontró Molin para parar a un Jackson que estaba haciendo del partido un espectáculo personal y de su equipo, la combinación perfecta. Hervelle estaba al quite en cualquier rebote (44 de los locales por los 29 visitantes) y Blums y Mumbrú tenían puntería, tanto como para que el Bizkaia Bilbao Basket obtuviese un parcial de 13-0 (19-7 a los 6m 36s). El mencionado Rodríguez rebajó las diferencias con su velocidad y penetraciones, justo lo que apenas pudo hacer su equipo, enredado ante las defensas -la zonal funcionó de maravilla- planteadas por Katsikaris, que perpretó una tela perfecta. Los pívots blancos tiraban lejos y mal (aportaron entre todos 12 puntos) y los exteriores tuvieron un día para olvidar: 2/15 en triples. Blums ya superó solo dicha la marca (4/7) y el Bizkaia Bilbao Basket, que lanzó 17 veces más a canasta, alcanzó un gran 10/25.
La fe de Rodríguez y algunas actuaciones puntuales de Suárez -sigue desconocido desde que Messina se fue-, Tomic y Llull sostuvieron al Madrid a pesar de todo para llegar al último cuarto ocho por debajo, aunque contabilizara 10 rebotes menos. Y ése fue el límite del conjunto blanco, destrozado por la hiperactividad de Jackson, el trabajo incansable de Banic bajo los aros y los triples. Los locales rondaron la veintena de puntos de renta, hasta alcanzarla en el último minuto por medio de Warren. Poco antes Rodríguez había tenido que irse al banquillo tras cometer la cuarta personal y recibió una antideportida (compartida) con Banic, al que se encaró. El concurso del canario resultó insuficiente -en un equipo poco aprovechado, Begic sólo saltó a la pista cuando a Fischer se le salió una lentilla- ante un Bizkaia Bilbao Basket fantástico. "Hemos luchado como un equipo, hacemos trabajo en equipo", valoró Banic: "Somos un club que sueña mucho y seguiremos luchando por ese sueño".
BIZKAIA BILBAO BASKET 68 (22+11+15+20): Jackson (8), Blums (12), Mumbrú (8), Banic (13) y Mavroeidis (5) -quinteto inicial-, Fisher (3), Warren (2), Vasileiadis (8), Hervelle (9) y Vázquez. MADRID 51 (13+8+19+11): Prigioni, Llull (7), Suárez (5), Reyes (3) y Tomic (6) -quinteto inicial-, Sergio Rodríguez (18), Tucker (2), Mirotic (4), Fisher (3) y Begic (3). Árbitros: Amorós, Pérez Pérez y Jiménez. Descalificado por personales Sergio Rodríguez (min. 40).