Me he propuesto este año retomar mis fotos de "food photography", y cuanto más investigo, estudio y practico mas frustrada me siento, cuando comparo mi trabajo con el de fotógrafos como Penny de Los Santos, Tina Rupp o Edward Pond me doy cuenta de lo mucho que me falta por aprender.
La verdad yo era muy feliz haciendo mis foticos de postres y publicando mis recetas en El Gato Goloso...hasta que empecé a estudiar en serio y a recibir criticas serias de gente seria que se dedica a eso, a partir de entonces ya nada me complace, no dejo de ver los
Sin ir muy lejos recién terminé un cursito on-line con consejos que te llevan de la mano día a día para aprender y mejorar la técnica, las tres primeras semanas fueron un paseo hasta que llegamos al punto que siempre trato de evitar porque me hace sentir incómoda, se trata de la comida "fea", y fea no se refiere a comida que sabe mal, si no a comida que cuesta fotografiar de manera que se vea apetitosa.
Así que me propuse fotografiar algo que jamás he pedido fuera ni preparado en mi casa: una arepa rellena de algo diferente al queso ¿he dicho que no puedo vivir sin comer queso a diario? ¡pues es así!
Este era un ejercicio con espacio negativo para escribir un titulo o un texto
El que me conoce sabe que mi fuerte son los postres, son más sencillos de fotografiar porque son coloridos, brillantes y contienen la promesa de dejarte un sabor dulce en la boca, pero para mi lo salado es secundario, si de mi depende me como el postre primero y si sobra espacio me como el salado y es precisamente por eso que me cuesta acercarme a su fotografía.
Aquí dejo el resultado de mi arepa, la he rellenado de un guiso de pollo (fue lo menos atractivo que conseguí en mi nevera ese día) que había preparado para una polvorosa de pollo que por cierto, quedó fantástica, a lo mejor porque es bastante dulce para ser un plato "salado".
Debo decir que de sabor estaba muy buena y que si no es por mi tarea nunca se me hubiera ocurrido comerme semejante cosa.