Hay algo pornografico en esta entrevista. La sola lectura de lo extraído por el periodista de turno al flamante nuevo presidente de la DO Valdeorras es digno de las hemerotecas, como ejemplo clásico del típico personaje que no ha concedido una entrevista en su vida y que dice lo primero que le viene a la cabeza. Es el ejemplo más evidente de la verborrea de barra de bar trasladada al papel pero, en este caso, sin que medien copas o nocturnidad.
Al leerla tuve una especie de "deja vu" y recordé este otro exceso verbal, el de los "volquetes de putas". Al menos en aquella ocasión al interfecto lo pillaron en unas escuchas. pero es que a este señor lo cogen en una entrevista de esas que se hacen al nuevo para conocer sus "lineas maestras". Y lo que obtenemos es esto; no me llevo a un técnico a la feria comercial más importante del vino en Europa porque allí vamos "a hacer turismo". Aha. Toda una declaración de intenciones
Esta entrevista es probablemente de las pocas en las que conocemos la realidad intrínseca de los viajes que organizan y costean las DOs. En realidad a casi todas partes van de paseo, sin intención comercial alguna como organismo. No hablo de las bodegas, no, esas van a trabajar, por la cuenta que les trae. Hablo de la razón por la que este señor, que llega al cargo tras ser durante años el representante en la DO de la "cooperativa", decide tener un ataque de sinceridad y decirnos a todos que, en realidad, el dinero público con el que va a pagar este viaje lo gasta "para hacer turismo y beber".
Esta es otra de esas cosas difíciles de explicar. No existen muchos motivos que justifiquen que un organismo semi-público se dedique a hacer lo que debería hacer la iniciativa privada, pero menos aun que eso que debería hacer una agencia, un "export manager" u otro tipo de negociado lo acabe haciendo alguien sin preparación alguna y al que "motivan" otro tipo de razones más allá del mero afán comercial. Resumiendo; ¿a santo de que va el presidente de la DO Valedoras a Prowein?...cuantos vinos va a tener allí....¿siete?.
La única razón para tanto desatino son en realidad dos; que quién debería fiscalizar a este señor y la gestión de la DO (la Conselleria de Agricultura) hace total dejación de funciones y se lava las manos y que en realidad esto no le importa a nadie porque lo que se gasta en Valedorras es una minucia comparado con lo que gastan Rías Baixas, Ribeiro o Ribeira Sacra. Y de perdidos al río.
La leyenda que se cita en esta imagen de la derecha es el otro ejemplo del total surrealismo en el que vive inmerso el mundo del vino. No es solo que cualquiera pueda poner lo que quiera dentro de una botella y etiquetarlo como vino, no. Es que a aquellos que debería importarles todo esto en realidad les tira de un pie. Ni a los técnicos que se indignan con chorradas pero no dicen ni mu al ninguneo del nuevo presidente arriba citado ni a los bodegueros que critican a instituciones e industria pero después comparten feria o concurso pagado les importa nada de todo esto. Es todo puro postureo.
Yo,. según algunos, "digo verdades y soy muy importante para el sector", pero de ahí a hacer un mínimo caso a lo que digo o a analizar con un rayo de sentido crítico algo de lo que se hace va un largo trecho. Y es una pena, pero es así.
El presidente de la DO Valdeorras seguirá al frente de este organismo porque en realidad no ha hecho nada malo, solo ha sido sincero. A los técnicos, a los elaboradores que se ven comprometidos por su ignorancia y a la parte del sector a la que todo esto debería parecerle inadmisible, todo en realidad le da igual siempre y cuando el dinero siga corriendo, aunque solo sean migajas. La dignidad, el respeto... ¿a quien le importan?. Hay que vender y todo vale, incluido perder cualquier noción de sensatez o razón. Hay que vender, hay que aparentar, hay que engañar, aunque vaya contra cualquier nivel mínimo de responsabilidad para con el producto, el viñedo o el consumidor.
A mi ahí no me esperéis, que no me vais a encontrar. Prefiero mi Arcadia.