- Detalles
- Escrito por Ofelia Sanchez - Chef - La Cocina de Ofelica
Prepara el caldo, para ello pela y trocea en cuartos la cebolla. Lava, retira las hojas verdes y el tallo del puerro y trocéalo. Pela y trocea la zanahoria. Pela y deja enteros los dientes de ajo. Lava y trocea el tomate. Cuece todos los ingredientes durante 2 h. a fuego muy bajo, despumando si hiciera falta con ayuda de una espátula. Una vez listo cuélalo y resérvalo.
Empezamos con el sofrito, pela la cebolla y añádela a una olla con aceite caliente. Una vez pochadita, echa el ajo pelado y picado, cuando empiece a dorarse sigue con los pimientos -lavados, troceados y sin pepitas- la zanahoria pelada y troceada y las judías verdes limpias y troceadas. Remueve todo durante unos 6 minutos e incorpora el calabacín lavado y troceado, los guisantes y el tomate pelado y troceado. Sal a gusto.
Una vez pochadas las verduras, añade el arroz y el caldo caliente. Prueba y salpimenta si fuera necesario. Deja cocer hasta que se reduzca un poco el caldo y el arroz quede al dente. En total unos 18 minutos a fuego medio. Es mejor quedarse corto en la cocción porque después durante el reposo sigue cocinándose con el calor residual.
Añade la mantequilla y el queso parmesano para que quede caldoso y a la vez cremoso. Deja reposar 5 minutos tapado y sirve con perejil.
- Ingredientes para cuatro:
- 4 Tazas de arroz
- 12 tazas de caldo
- 1/2 cebolla, 1/2 pimiento verde, 1/2 pimiento rojo
- 2 Dientes de ajo
- 1/2 zanahoria, 1/2 calabacín
- 25 gr. de guisantes
- 200 gr. de judías verdes
- 50 gr. de tomate
- 2 cucharadas de queso parmesano
- 2 cucharadas de mantequilla
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Pimienta, perejil y sal
- Para el Caldo:
- 1/2 pollo (carcasas, huesos...etc.)
- Una cebolla grande
- Un puerro y una hoja de laurel
- Una zanahoria y dos dientes de ajo
- Un tomate y sal
Truco: Sofríe el pollo antes de verterlo a la olla para que se selle su carne y sus jugos "queden dentro"!
Hay que sofreír el arroz? Si lo quieres seco, hay que sofreír siempre el arroz antes de echar el caldo. En los arroces caldosos puedes optar por sofreírlo o no. Cuando se sofríe el arroz se abre el grano ligeramente y por eso absorverá más el caldo.