Cuando vi un arroz verde con piñones y almejas en el blog de Goyi, me dije, tengo que probar esta receta, y en estas estamos. La combinación de espinacas y salmón salvaje, que vimos en Pan y Varios, me pareció estupenda en su día, así que decidí integrar ambas ideas, e introducir por mi parte las vieiras, para completar el plato. Como véis los colores son impresionantes así que, aquí estamos, publicando una receta de arroz verde, con salmón y vieiras, que necesariamente tenéis que hacer. 
El sabor es increíble y los contrastes, también. En consecuencia, es un plato para disfrutar con la vista, el olfato, y obviamente con el gusto, pero además disfrutaréis con el tacto porque es muy meloso en la boca, y si queréis, también con el oído porque ¿acaso no hay mejor música para el que está cocinando que el chup chup de los hervores y el crepitar de los rehogados? Una receta para disfrutar pues con los cinco sentidos... Vamos allá.
El procedimiento para elaborar esta receta es bastante sencillo. Para el arroz verde utilizaremos 200 gramos de espinacas, un ajito y media cebolleta. Arroz en cantidad suficiente para los comensales que seáis y como complemento, podéis poner lo que tengáis, en mi opinión era estupendo el salmón, por el contraste naranja, y por su sabor, ya que este salmón salvaje de Mercadona tiene un gusto estupendo, nunca le agradeceremos bastante a Adi la pista que nos condujo a esta delicia. Las vieiras eran congeladas, estupendas, de la marca La Sirena.
Rehogamos en una sartén las espinacas con un aceite y un ajito en láminas. Cuando están, las trituramos con la batidora y medio vaso de agua. Reservamos la papilla resultante. En la sartén, doramos la cebolleta bien picada, y cuando está, salteamos el arroz, como si fueramos a hacer un risotto, hasta que se pone transparente. Añadimos el batido de espinacas y el agua necesaria, para cocer el arroz, y lo dejamos que se haga con los tiempos normales de cocción. Probad y rectificad de sal.
Mientras en otra sartén freímos las vieiras, previamente descongeladas, a fuego fuerte, dorándolas bien. Yo hice simultáneamente los lomos de salmón, marcándolos fuerte, para que se hicieran bien por fuera y quedaran algo menos hechos en su interior. Igual podéis verlo en las vieiras, bien doradas por el exterior pero tiernas y jugosas por dentro. (ver foto siguiente)
Una vez terminado el arroz, colocamos los lomos de salmón y las vieiras encima y tapamos durante un minuto con un paño de cocina, para que los vapores se mezclen, se absorban los pocos líquidos que queden en el arroz, como si fuera una paella, destapamos, y a la mesa. Si queréis poder emplatar antes o pasar a una fuente, pero a veces, nos gusta mucho servir directamente de la sartén.
Abajo podéis ver ya el plato de que se comió la Rubia Azabache. Menuda ración... Y sobró bastante para llevarnos en un tupper el día siguiente.
Buen fin de semana a todos. Sed felices,
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