Hoy toca analizar en nuestro blog, un monumento muy conocido en la ciudad de Roma, construido en el apogeo del Imperio Romano. Se trata de la denominada Columna de Trajano.
Se le atribuye su autoría a Apolodoro de Damasco. La columna de Trajano está compuesta por 28 bloques de 40 toneladas y 4 metros cada uno de mármol de Carrara (localidad de la Toscana, región de Italia). Tiene una basa tallada en forma de corona de laurel, un fuste cilíndrico formado por doce tambores de mármol, un capitel dórico y un pedestal con una inscripción para el emperador. Lo más llamativo es el fuste, que presenta una cinta helicoidal de 200m de longitud llena de bajorrelieves que se leen de forma ascendente. Dan la vuelta a la torre 23 veces.
Por dentro, hay una escalera de caracol de 185 peldaños que permite acceder a una plataforma mirador en la parte superior. El edificio, incluido el pedestal, tiene una altura total de 38 metros (justo la altura que tenía el monte que se tuvo que cortar para hacer esta construcción y el conjunto arquitectónico en el que está situado, el Foro de Trajano). Sin este pedestal, su altura sería de 30 metros.
Narran las dos guerras dacias, de las que el ejército romano, bajo el mando del emperador Trajano, sale victorioso; en la mitad inferior, se narra la primera (101-102), y en la mitad superior, la segunda (105-106). Estas dos secciones, estaban separadas por la personificación de la diosa griega de la Victoria, portadora de buena suerte. El relieve estuvo completamente policromado.
Aunque el relieve es poco profundo, los distintos niveles se distinguen del fondo de forma matizada, de manera que los elementos más alejados aparecen marcados sólo ligeramente, como si no fueran más que un dibujo. Al ser contemplados de abajo arriba al escultor no le quedó más remedio que utilizar como recurso de profundidad la superposición exagerada de personajes en filas, para que de esa manera los más cercanos no solaparan a los más lejanos.
Las figuras talladas en mármol, tienen el carácter de una crónica, por lo que la técnica escultórica no era lo que importaba, sino el mensaje que se quería transmitir. El contenido de estas escenas es muy interesante a nivel histórico, pues en estas escenas se muestran no sólo las escenas de lucha (que aportan cantidad de datos sobre estrategia militar, armamento, métodos de lucha, etc.), sino también nos muestran las marchas, la construcción de campamentos y el trabajo de los ingenieros para cruzar el Danubio sobre un puente de barcas, las instalaciones médicas y el transporte, las prácticas religiosas, los trabajos de asedio, las ejecuciones y sometimiento de los enemigos, la destrucción de las ciudades, etc.
Se supone que era un monumento propagandístico, destinado a glorificar al emperador, pero muchos autores de su eficacia como instrumento de propaganda, pues no es para nada fácil seguir el relieve de principio a fin, y además, estaba rodeada por varias construcciones del Foro de Trajano, que hacen sospechar que esta estructura no pudiese ser vista fácilmente, por lo que piensan que la columna pudo haber sido un indicador de medidas para la construcción del Foro de Trajano (algunos autores creen que los edificios del Foro de Trajano no podían ser más altos que la Columna de Trajano).
El escultor no reparó demasiado en la perspectiva, y se utilizaron varias en una misma escena. Las escenas tienen un lenguaje un poco metafórico, no solo en la representación de los dioses, sino que también aparece el Danubio representado por un anciano. Es por esto que hay muchas simplificaciones, como por ejemplo la isocefalia (convención artística por la cual a la hora de representar figuras humanas, todas las cabezas deben estar a la misma altura, situadas en la misma línea; así, por ejemplo, una persona sentada en el mismo plano que otra de pie, tendrá una escala mayor). Las escenas también muestran el día a día en un campamento romano, la construcción de un acueducto o el asedio a una ciudad.
Destaca el realismo de los rostros, que permite reconocer a algunos de sus protagonistas, como por ejemplo, el emperador, que sale 60 veces (otras fuentes dicen que sale 70) dentro de las 2500 personas que componen los relieves, y del armamento, que permitió profundizar en las técnicas militares romanas.
La figura de Trajano se representa normalmente en una actitud serena y, por lo general acompañado de sus consejeros. Actúa como líder arengando y pasando revista a sus tropas. A veces también se le representa como sumo sacerdote ofreciendo sacrificios o como político y juez recibiendo embajadas y prisioneros. Pero también como general que dirige la carga de caballería contra los dacios. La intención es representar a Trajano como “compañero de armas” de sus hombres. Destacan algunas escenas por su expresividad como la del suicidio del rey dacio Decébalo o la deportación final de las tribus.
Tiene una triple función: conmemorar la conquista de la Dacia como victoria de Trajano, guardar las cenizas del emperador (el Senado romano en 117, una vez muerto el emperador, votó que sus cenizas recibieran sepultura, dentro de una urna de oro, en la base de la columna, aunque ahora ya no están allí) y señalar hasta donde llegaba el monte desplazado para la construcción del foro.
Arriba había una estatua de Trajano de bronce, que fue sustituida por la de San Pedro actual, por orden del papa Sixto V en 1588. La inscripción del pedestal dice: ‘El senado y el pueblo romano, al emperador César Nerva Trajano Augusto Germánico Dácico, hijo del divino Nerva, pontífice máximo, tribuno por decimoséptima vez, emperador por sexta vez, cónsul por sexta vez, padre de la patria, para mostrar la altura que alcanzaban el monte y el lugar ahora destruidos para obras como ésta.’
Es el ejemplo más famoso de escritura quadrata (mayúsculas cuadradas romanas). Ya que está pensado para ser leído desde abajo, las letras inferiores son ligeramente más pequeñas que las superiores, para producir un efecto de perspectiva. Como curiosidad, el tipo de letra utilizado en esta inscripción, sirvió de inspiración y origen de diversos tipos de letra, no sólo durante la Edad Media, Renacimiento y Barroco, sino también sirvieron de base o inspiración para la creación de algunos tipos de letras utilizados para escribir en los ordenadores actuales, como el Trajan o el famoso Times New Roman. En el siglo XIX, se realizó un molde de yeso que se encuentra en Londres. Irónicamente, el molde es mucho más legible en muchos detalles que el original, y permite estudiar de cerca los relieves.
Simón de Eiré