Hoy estábamos comiendo en Sitges (en casa de la suegra), cuando he recibido un correo de Miguel Gallardo informándonos, a unas cuantas personas, que acababa de ser despedido de La Vanguardia. No sólo él, sino también sus compañeros ilustradores Meritxell Duran, Raul y Arianne Faber. Una noticia que, aunque ya era de esperar, no por eso es menos dolorosa.
Luego, tras difundirlo por todo twitter, me he enterado que la cosa aún es peor y que no sólo los ilustradores se han quedado sin trabajo estas navidades sino también la práctica mayoría de los periodistas de la sección de cultura y espectáculos.
Una de las primeras ilustraciones de Gallardo realizadas
para la columna de Quim Monzó, en 1994
Sin nada más qué decir, les dejo con la reproducción del mail que he recibido:
"Mi última ilustración para el Magazine de La Vanguardia. Después de 20 años trabajando en el diario y el dominical, aprovechando la Navidad y sin previo aviso he sido despedido junto a mis compañeros del Magazine, Meritxell Duran, Raul, Arianne Faber y otros, exceptuando a Jordi Labanda.
Gracias a los directivos y jefes de la Vanguardia por hacerlo siguiendo la política habitual del diario: a escondidas, sin ningún aprecio por los ilustradores catalanes y vulnerando los mínimos derechos de los trabajadores.
Gracias por hacerlo en Navidad."