Astérix y la residencia de los dioses, de Alexandre Astier y Louis Clichy

Cobertura de Espectadores.

Todavía quedan dos funciones con entradas disponibles (mañana viernes y el sábado en el Village Caballito) para ver Astérix et le domaine des dieux de Alexandre Astier y Luois Clichy en el 17º BAFICI. Es probable que ésta sea la única exhibición porteña de la primera versión animada del galo más famoso del mundo en formato tridimensional. Sería una pena que los fans de las criaturas alumbradas por Albert Uderzo y René Goscinny ignoraran esta doble oportunidad.

La película que se estrenó en Francia en noviembre del año pasado es una adaptación de la historieta que la editorial Hachette publicó por primera vez en 1971. En ambas versiones, Julio César encarga la construcción de una residencia de lujo en los alrededores de la célebre aldea gala, con la intención de que el pueblo insurrecto termine sucumbiendo a la atracción de la modernidad romana y abandonando la lucha antiimperialista.

Astier y Clichy supieron respetar el argumento original más allá de las actualizaciones necesarias, habida cuenta de los 43 años transcurridos desde la aparición de la bande dessinée. Esta búsqueda de equilibrio entre lo viejo y lo nuevo también se manifiesta en el aspecto técnico, concretamente en el uso dosificado de los efectos 3D.

Existe otra buena razón para ver el largometraje de Astier y Clichy: éste es el último doblaje de Roger Carel, voz legendaria de Astérix. En este punto cabe celebrar que los programadores del BAFICI hayan elegido proyectar el film en versión original, con subtítulos en castellano. Gracias a esta decisión, podemos reconocer la participación de actores conocidos como Alain Chabat, que interpreta al senador Prospectus.