Revista Cultura y Ocio

Astorga, un cruce de caminos con Gaudí

Por @asturiasvalenci Marian Ramos @asturiasvalenci
Una parada en el camino, tanto si eres peregrino, viajero, arrieroAstorga nos espera con un sinfín de sensaciones diferentes por descubrir. Experiencias en un rincón de León donde poder sentir, degustar, conocer, recorrer y descansar.Astorga, un cruce de caminos con Gaudí

Dicen que Astorga se halla en un cruce de caminos. Fueron dos rutas fundamentales en la Edad Media: el Camino de Santiago y la Vía de la Plata. Dos recorridos diferentes con objetivos distintos.Por el Camino de Santiago se iba hacia el noroeste; se recorría pacientemente; se sufría cada paso lleno de soledad, introspección y silencio.Por la Vía de la Plata circulaban hacia el sur todas aquellas mercancías en especial el oro que se extraía de Las Médulas. Se transportaban a otros territorios de la Península.No podemos olvidar la herencia romana que marcó estas tierras. En Astorga se cruzaban hasta ocho calzadas diferentes. Y así las construyeron, muy inteligentes ellos, ya que imaginaban la situación estratégica de este enclave. Y desde luego, no se equivocaron. Esta villa tendría una gran influencia económica y social durante siglos.Los romanos se fijaron en ella para incorporarla a su territorio astur. Porque desde aquí se distribuía el oro hacia diferentes puntos del Imperio romano. Más tarde los árabes también eligieron Astorgaaunque fuera arrasada varias veces. Un enclave donde se levantó una muralla protectora y donde Almanzor obligó al rey a refugiarse.En el siglo XVII Astorga renació de sus cenizas creándose dos negocios muy importantes para su expansión: el textil artesanal y la elaboración del chocolate.Fue entonces cuando los arrieros gozaron de un gran renombre y condición social convirtiendo Astorga en un influyente punto económico de Castilla.Sin embargo, este sueño dorado se quebró con la llegada del ferrocarril. Casi todo se paralizó. Fue el final del trabajo artesanal lo que les obligó a cambiar de mentalidad.Los arrieros maragatos también las utilizaron para iniciar sus negocios con sus vecinos gallegos y con los propios castellanos. Caminos donde las miradas se cruzaban entre comerciantes, viajeros y peregrinos porque, al fin y al cabo…arrieros somos y en el camino  nos encontraremos…Abandonamos la A-6. Nos adentramos unos kilómetros y ya nos parece que el tiempo se detuvo en el cerro de esta hermosa ciudad. Y la verdad, ¡qué maravilla que así lo hiciera!Un reloj del tiempo que parece que discurra más lentamente. Un placer para todos aquellos que disfrutamos de estos pueblos con un encanto especial. Casas blasonadas, callejones típicos, un Ayuntamiento con un reloj muy curioso, una muralla que crea un ambiente medieval, una catedral de dos colores y… ¿un palacio de príncipes y princesas?Astorga, un cruce de caminos con GaudíCon la suavidad y el calor de infinidad de texturas textiles que algunos maragatossiguen produciendo y entre el aroma intenso de ese chocolate que saben fabricar como nadie, vamos paseando por su casco histórico, aletargados por esos escaparates a la vieja usanza llenos de colores y texturas diferentes que nos transportan a la infancia o a unos recuerdos nostálgicos.Hemos visto diferentes edificios, plazas, calles, iglesias, comercios, pero de pronto, como surgido de un cuento infantil aparece junto a las murallas de la ciudad un precioso edificio que destaca entre todos los demás monumentos: el Palacio Episcopal. A su lado, vigilante, la catedral.El Palacio Episcopal se recorta en el cielo como un gran muro de granito blanco lleno de torreones, balcones, ventanas y vidrieras. Una grandiosa construcción de un genio muy singular: Antonio Gaudí. Un palacio que contrasta con el resto de edificios de Astorga. Porque Gaudí lo quiso así. Una persona amante del equilibrio entre la belleza y la espiritualidad luchando por conseguir su propio estilo: el gótico gaudiano.No debemos sorprendernos cuando nos digan que Gaudíiba más allá del resto de arquitectos góticosque diseñaron las grandes catedrales europeas. Consideraba que este estilo arquitectónico estaba por perfeccionar. Solo decir que este genio pensaba que estos monumentos solo eran hermosos cuando los envolvía la niebla; cuando los iluminaba la luz de la luna o los daba color la hiedra trepadora…Así de complicado era su pensamiento. Era su pasión personal: crear y construir lo que su fantasía le dictaba.Antes de que Gaudí recibiera el encargo de construir un palacio que sería la residencia del obispo ya existía un edificio que había quedado en ruinas por un devastador incendio. Por la necesidad de tener residencia propia, el obispo que era de origen catalán, pensó en Antonio Gaudí para que le construyera un palacio. Astorga, un cruce de caminos con Gaudí¿Sabías que cuando Gaudí recibió el encargo de construir este palacio estaba trabajando, al mismo tiempo, en la Sagrada Familia y el Parque Güell? Por la imposibilidad de desplazarse hasta Astorgapidió numerosas fotografías y planos del lugar donde iba a emplazarse el futuro edificio y de los alrededores del mismo.Sin necesidad de viajar y con toda la documentación pedida ya en su poder, comenzó a diseñar lo que sería el Palacio EpiscopalUn diseño de un gran monumento…lejos de Astorga. Cuando terminó su proyecto lo envió y se lo aceptaron. Aunque las obras fueron concedidas a un constructor de Astorga, Gaudí envió a la ciudad leonesa su propio equipo de trabajadores. El palacio se inició pero cuando murió el obispo la obra se paralizó porque Gaudí tuvo que soportar, a partir de aquel momento, un montón de recortes en su obra. Actitud ésta que no aceptó. Además, debido a las fuertes discrepancias entre él y el cabildo, decidió retirar a todos sus trabajadores para reintegrarlos en sus trabajos de Barcelona. Gaudí era consciente de que los siguientes arquitectos no iban a saber continuar con su proyecto. Así fue.Uno de los ejemplos, son los ángeles que el arquitecto catalán diseñó para colocarlos en el tejado del palacio. Pero como los demás no supieron la posición ni orientación de estas esculturas,  las dejaron en el jardín.Otro de los arquitectos que fue nombrado para continuar con la obra tampoco tuvo mucho acierto ya que quiso cambiar la distribución de una sala y al derribar una de las paredes se derrumbó la bóveda. Al final construyeron una estancia sin luz natural.El Palacio Episcopal no lo terminó Gaudí y, además, nunca fue utilizado como tal. Y aunque podamos pensar que tiene cierto aire medieval, no lo es. Pero se proyectó así para que no destacara excesivamente sobre sus compañeras eternas: la catedral y la muralla. Los arquitectos que retomaron la obra de Gaudí intentaron añadir elementos nuevos que Gaudí no había planificado. Uno de los más vistosos es el fosoque rodea el palacio. Con esta variación quisieron crear un ambiente medieval que no rompiera con el lienzo que dibujaba la muralla y la catedral.Es muy posible que lo que más nos llame la atención sean sus torreones circulares que suavizan la frialdad de la piedra. De las cuatro torres solo una es diferente a las demás. La más grande acoge en su interior la escalera de caracol que nos permitirá visitar las diferentes plantas. A estas torres circulares que nos recuerdan otros palacios-residencias podemos añadir más elementos decorativos que nos han llamado la atención. Porque sus muros no son continuos, están ‘rotos’ por numerosas ventanas que proporcionan ligereza al edificio.
Ventanasde diferentes formas y tamaños. Algunas pequeñas y que tienen forma redonda, triangular u ovalada. Otras son alargadas y están agrupadas de tres en tres.Uno de los rincones exteriores más bonitos del edificio es el porche exterior que tiene tres arcos. Aquí las formas y la piedra son las encargadas de dar volumen a la fantasía de Gaudí.

Astorga, un cruce de caminos con GaudíUna vez dentro del palacio y cuando hayamos recorrido algunas estancias nos daremos cuenta que podremos describir este monumento con cuatro sencillas palabras: espacio, luz, vidrieras y columnas. Estos elementos y características son las que marcaron siempre el trabajo de Gaudí y que podemos ver también en la Sagrada FamiliaEn su interior, además del Museo de los Caminos, podremos visitar varias salas en cada planta. Pero sobre todo nos va a llamar la atención la luz que hay en casi todo el edificio que, aunque no muy intensa porque está tamizada por las vidrieras, crea una ambiente abierto y en movimiento.Astorga, un cruce de caminos con GaudíSubimos a la primera planta por la escalera de caracol hecha con piedra. Nos van saludando las diferentes ventanas que vamos superando con la altura. Este espacio tiene una luz muy especial.En algunas de las salas nos va a llamar la atención las columnas. Sus capitelesestán decorados con motivos vegetalesque tanto gustaban a Gaudí. Elementos que evocan naturaleza y cierto aire mudéjar. Parecen estalactitas que nacen desde la misma piedra.  Algunas de las salas tienen techos muy altosaunque las columnas no lo son. Un juego visual del propio Gaudí para aportar un equilibrio en el espacio a partir del movimiento. Algunos de los arcos sostienen bonitas vidrierascon muchos colores; otros, sin embargo, son del mismo tono. Astorga, un cruce de caminos con GaudíEn la planta primera vamos a encontrar las salas más interesantes para visitar. Eran las destinadas a la vivienda privada del obispo: despacho, comedor, salón del tronoy capillaEl Salón del Trono destaca por la altura de sus techos; el despacho por sus tonos rojizos en la decoración; el comedor está decorado con numerosas vidrieras y la capillaestá repleta de imágenes alegóricasrepresentadas por frescos, azulejos y vidrieras.Astorga, un cruce de caminos con GaudíCuando subimos a la última planta, enseguida nos damos cuenta que ésta ya no fue diseñada por Gaudí. Pese a ser el último piso ya no tiene esa luzespecial de los anteriores. Es muy posible que volvamos a la primera para disfrutar del juego de colores que producen las vidrieras emplomadas.Astorga, un cruce de caminos con GaudíY con la sensación de haber visitado una de las grandes obras de Antonio Gaudí nos acercamos a conocer el monumento regio que vigila al palacio: la catedralSeguro que lo primero que nos va a llamar la atención es el color de una de las torres que se diferencia del resto de la edificación. Esto ocurrió porque se utilizó diferente piedra en el momento de construirse.  La torre vieja fue destruida por un terremoto y cuentan que no se terminó hasta el año 1965. La que está edificada con piedra rosácea es la nueva. Astorga, un cruce de caminos con GaudíLas dos están decoradas con motivos bíblicos y escudos heráldicos. Además, dan la apariencia de ser muy sólidas y nos recuerdan a las torres que se utilizaban durante la Edad Media tanto en los edificios románicos como góticosAstorga, un cruce de caminos con GaudíComo la gran mayoría de catedrales góticas, este monumento se comenzó a construir donde se hallaba una iglesia románica. Era curiosa aquella práctica que consistía en de derrumbar todas las edificaciones anteriores ya que no querían que existieran elementos románicos en sus obras.Astorga, un cruce de caminos con GaudíAún así en el siglo XVIII todavía existía una parte del edificio románico sin demoler. Estuvieron planteándose qué hacer con ello. Quizás, eligieron la opción más costosa: destruir lo que quedaba para edificar nuevos muros.Tampoco querían romper el equilibrio arquitectónico que existía en el interiorde la catedral por eso optaron por seguir las normas de construcción del gótico. Con ello se seguía manteniendo un estilo armónico sin recargar los espacios.Astorga, un cruce de caminos con GaudíComo la Catedral de Astorga tardó varios siglos en construirse podremos ver en ella elementos arquitectónicos del gótico, renacimiento y barrocoLas dos torres laterales comenzaron a elevarse cuando se terminó de edificar la catedral en su interior. Luego seguirían con la fachada principal donde sí que podemos ver que está muy recargada de esculturas y figuras alegóricas propias del barrocoAstorga, un cruce de caminos con GaudíCuando entramos veremos dos naves laterales con terminaciones en bóvedas de crucería. Pero lo que más nos llamará la atención será el Retablo Mayor que se halla en el ábside central y que destaca por sus grandes relieves y esculturas. También existen otros retablos en algunas de las capillas.Astorga, un cruce de caminos con GaudíPor lo que acabamos de ver en la Catedral de Astorga este monumento es un fiel exponente de la Historia de esta villa y de su riqueza cultural que ha gozado durante siglos.Retomamos nuestros pasos para volver al caminoy dirigirnos hacia la comarca del Bierzo. Vamos a visitar un paisaje espectacular: las Médulas.votar

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