Toma el control de tu destino
Nunca seremos capaces de controlar la aparición de sucesos en el futuro, sin embargo, sí tenemos el control para determinar si nuestras vidas tendrán o no rumbo. Muy similar ocurre en el mundo empresarial, aquellas organizaciones que operan sin una visión clara tienen más riegos de perecer y por lo general son mucho más ineficientes que aquellas con una estrategia definida.
Cuando una empresa opera sin rumbo no tiene manera de determinar qué tan bueno o malo es un suceso ni tampoco es capaz de medir su propio desempeño conforme pasa el tiempo, y es que para poder cualificar algo como bueno o malo es preciso contar con el criterio del cual vamos a comparar.
El resultado financiero no lo es todo
Sin duda alguna, un indicador clave e imprescindible siempre será el resultado financiero final o la utilidad, empero, este indicador por si solo es insuficiente para diagnosticar el estado de salud de una empresa ya que debe partir de un periodo de tiempo derivado de las propias estrategias establecidas, es decir, no tiene ningún sentido ver el progreso financiero de la empresa cada mes, cada tres meses o cada año si no son periodos de tiempo derivados de una estrategia con una visión definida.
Al desarrollar una estrategia con una visión definida estamos en posibilidad de identificar todos aquellos indicadores necesarios para monitorear el estado de salud de nuestra empresa, que si bien, siempre estará el indicador financiero, habrá otros más que los acompañen, como pueden ser el grado de maestría que se va adquiriendo sobre una actividad o proceso, el grado de satisfacción de los clientes, etc.. Así podemos hacer un sistema compuesto de indicadores ordenado cronológicamente y con pleno sentido, ya que si esperamos un buen resultado financiero antes debimos haber monitoreado los indicadores de satisfacción del cliente y eficiencia operativa.
Conócete a ti mismo
Finalmente, y no menos importante está la autoevaluación personal, no solo en términos económicos o profesionales, sino también en términos de sentirse o estarse sintiendo más pleno, de que nuestro trabajo tiene sentido y que nuestra vida también lo tiene. Para ello siempre será importante que formulemos una escala de valores priorizando aquellos más valiosos e importantes de cara al sentido de nuestra vida
A continuación presento unos criterios que pueden serivir a la hora de ordenar los valores, empezando por los de menor importancia hasta llegar a los más:
Valores infrahumanos
Todos los relacionados con el perfeccionamiento y placer corporeo
Valores humanos inframorales
Valores económicos
valores noéticos: Como el conocimento y la verdad
Valores estéticos: Como la belleza, la gracia , el arte
Valores sociales: Cooperación y cohesión social
valores morales y religiosos:
Las virtudes cardinales y teologales: la templanza, la justicia, la fortaleza y la templanza