La fibra se encuentra comúnmente en los granos enteros, frutas, verduras y alubias. La autoridades sanitarias recomiendan que las mujeres adultas consuman aproximadamente 25 gramos de fibra al día y los hombres alrededor de 38 gramos. Para que te hagas una idea más precisa, estos son algunos ejemplos de alimentos y la fibra que aportan:
- Una media taza de almendras crudas tiene cerca de 9 gramos.
- Media taza de lentejas cocidas contiene aproximadamente 8 gramos de fibra.
- Media taza de ciruelas pasas sin hueso tiene alrededor de 6 gramos.
- Una taza de avena cocida con 4 gramos.
En general, la fibra tiene un efecto protector mayor cuando se trata de granos – como el arroz integral, trigo y lentejas, por ejemplo – en vez de frutas, verduras o alubias. La razón podría ser que los granos enteros también tienen otros ingredientes, incluyendo vitaminas y minerales, que han demostrado su utilidad para prevenir ciertas enfermedades.
Una gran variedad de estudios previos han reconocido los beneficios de la fibra a la hora de perder peso, reducir el colesterol y proteger contra las enfermedades del corazón. Sin embargo, un nuevo hallazgo realizado por investigadores del Instituto Nacional del Cáncer en Bethesda (Maryland), revelan que la fibra puede tener beneficios para la salud más amplios de lo que se pensaba.
Los investigadores analizaron los datos recogidos de casi medio millón de personas con edades comprendidas entre los 50 y los 71 años, y los cruzaron con las bases de datos de personas ya fallecidas, y lo que encontraron fue que las personas que comían más fibra fueron un 22 por ciento menos propensos a morir de cualquier causa durante el estudio que las personas que comían menos, y por supuesto se tuvo en cuenta la edad, así como los factores de salud y estilo de vida.
Ese patrón se mantuvo cuando los resultados se desglosan por causa de la muerte: las personas que comían más fibra tenían menos probabilidades de morir por enfermedad cardiovascular, enfermedades infecciosas, y las enfermedades respiratorias – que incluye la neumonía y el asma – que aquellos que consumían la menor cantidad de fibra. Y en el caso particular de los hombres, comer más fibra también estaba vinculado con un menor riesgo de morir de cáncer.
Aunque algunos de los beneficios que se muestran en el presente estudio aún deben ser confirmados con nuevas investigaciones, lo fundamental es que la fibra debe ser un alimento básico en nuestra dieta, y deberíamos tratar de comer tanta fibra como sea posible.
Visto en Archives of Internal Medicine
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