Los cultivos modificados por la ingeniería genética (denominados GM de genéticamente modificados) se han cultivado en varios países durante casi una década, con resultados alentadores con respecto a los beneficios, tales como el uso menor de plaguicidas químicos, mejores prácticas de labranza y mayor rentabilidad para los agricultores. En un futuro próximo, se espera que los cultivos GM con mejores cualidades nutritivas se liberen.
Sin embargo, la mayoría de las encuestas indican que el público en general es todavía escéptico acerca de la seguridad de estos cultivos y sus productos derivados para el ambiente y la salud humana.
Las principales preocupaciones son: el impacto sobre la biodiversidad debido al flujo de genes de los cultivos GM, la repercusión sobre los organismos no blanco, el impacto de los alimentos GM en la salud humana y aparición de plagas y enfermedades nuevas. Los reglamentos sobre bioseguridad de los cultivos GM y sus productos derivados para el ambiente y la salud humana y el segundo, la confianza del público a partir de un marco normativo adecuado.
La falta de tales reglamentos sobre bioseguridad ha suscitado inquietudes en los países en desarrollo, donde la reglamentación sobre bioseguridad es lenta para los cultivos GM aun en los casos donde la seguridad biológica no es la preocupación principal.
Fuente: www.cipotato.org.