Aquí en España se nos acaba el verano y comienza la vuelta a la rutina, a los días cortos, al fresquito, pero queremos aprovechar lo poquito que queda para despedir al verano como se merece y hacer un postre refrescante y ligero.
A veces lo primordial a la hora de elaborar un postre puede ser un ingrediente, una fruta o un sabor. Pero en ciertas ocasiones lo que condiciona una receta también puede ser una idea de presentación o, como en el caso de hoy, un molde que hemos encontrado y que nos ha parecido perfecto para hacer estos BIZCOCHITOS DE LIMÓN Y ARÁNDANOS.
El molde no es imprescindible, ya que puede usar la misma receta con un molde normal, pero por muy poco dinero puedes conseguir no sólo un postre de 10, sino una presentación original y divertida que deje a todos con la boca abierta.
INGREDIENTES (para 6 bizcochitos):
ELABORACIÓN:
1. Prepara el buttermilk mezclando el jugo de medio limón con la leche. Déjalo reposar 5 minutos para que la leche se corte.
2. Bate en un bol el azúcar y la mantequilla a temperatura ambiente. Puedes hacerlo con unas varillas eléctricas, pero también a mano. Yo lo hice con unas varillas manuales para que veas que se puede hacer sin necesidad de usar máquinas.
3. La mezcla estará lista cuando quede esponjosa y de un color muy pálido. Si lo haces a mano, el brazo se te quedará como muerto del esfuerzo, pero merecerá la pena.
4. Añade el huevo e intégralo muy bien con la mezcla.
5. Tamiza la harina, la sal y la levadura sobre la masa y sigue mezclando hasta que no quede ni rastro de la harina.
6. Vierte el buttermilk.
7. Lava un limón y añade la raspadura directamente sobre la masa.
8. Por último, incorpora los arándanos congelados, así estarán más resistentes y no se romperán mientras los mezclas con el resto de ingredientes. Guarda unos pocos para la decoración final.
9. Puedes hacer un único bizcocho usando un molde tradicional o usar moldes pequeños con formas como el que te muestro en la foto. En mi caso, el molde es de silicona con forma de flores. Lo encontré en una tienda que se llama La Loja do Gato Preto, que suele estar en casi todos los centros comerciales, y me costó menos de 6 euros. Te dejo el enlace a su tienda online también por si quieres echar un vistazo.
10. Engrasa el molde con un poco de spray desmoldante o aceite y pon una cucharada de masa en cada uno. Después repártela bien usando una espátula para que toda la superficie quede igualada.
11. Hornea durante 20-25 minutos a 180ºC. Recuerda tener el horno precalentado antes de meter los bizcochos.
12. Una vez que estén casi fríos, desmóldalos y déjalos reposar en una rejilla hasta que se enfríen por completo. Si los desmoldas en caliente se pueden romper.
Así tal cual, los bizcochitos estarían de miedo, pero si quieres que tengan un toque más dulce, cítrico, potente y requetebuenoquetemueres, te aconsejo que prepares un glaseado de limón mezclando 100 g de azúcar glasé o icing sugar y el zumo de 1 limón. Mezcla bien hasta que tenga una consistencia ni muy densa ni muy líquida y viértelo sobre tus bizcochitos como te muestro en la siguiente foto.
Para finalizar, decóralos con unos arándanos por encima y... voilà! Así han quedado los bizcochitos, que están listos para que les hinques el diente:
No es por nada, pero quedan muy llamativos y vistosos. Los arándanos en el horno se funden y le dejan ese tono morado tan bonito a los bizcochitos. Además, la fruta siempre aporta un toque de frescura y jugosidad que, junto con el glaseado de limón, hacen que este postre sea la pera limonera.
Además, es una receta sin complicaciones, fácil de hacer, con ingredientes sencillos y, si no encuentras arándanos, puedes sustituirlos por cualquier otra fruta como manzana, melocotón, algún fruto seco que te guste... ¡Imaginación al poder!
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Te espero la semana que viene con otra receta que, seguro, te encantará.
Un abrazo.
Jon