¡Hola a todos!. Aquí estoy de vuelta después de haber inaugurado la nueva sección del blog: " Tradiciones Siempredulces", que publicaré cada último viernes del mes. Ha tenido una acogida estupenda, con un montón de visitas en , y en el Blog. Me imagino a un montón de personillas preparando y deleitándose con unos maravillosos... :)
Me alegro que os haya gustado tanto y espero todos vuestros comentarios. ¿Hay alguna receta, de esas que os han acompañado toda la vida, que os gustaría que preparase?. No tenéis más que escribir un comentario a continuación de la entrada, o en Facebook, o escribirme un email, ¡lo que os apetezca!.
Mientras tanto, nosotros vamos a seguir por nuestro caminito, practicando la técnica de las masas batidas ligeras. Andábamos centrados en coger habilidad en la elaboración de masas de bizcocho con los huevos desclarados montados. Hasta ahora habíamos preparado un rico y sencillo Bizcocho4 cuartos y un Pan de jengibre, lleeeeeeno de especias y super jugoso.
Y como tenemos a San Valentín a la vuelta de la esquina, vamos a ponernos en Modo Romántico ON y preparar un par de recetas con las que sorprender a nuestros amorcitos. Id comprando fresones y mascarpone para la semana que viene, que haremos la tarta más rica del mundo, entretanto... vamos a utilizar otros ingredientes clásicos con los que festejar a este romántico santo y a hacer un " Bizcocho 4 cuartos de chocolate y vino tinto" que es... ¡GLORIOSO!. ¡Madre mía que cosa más rica!.
Puede que alguna vez consideraseis que estaba exagerando un poco a la hora de comentar los encantos de alguna de las recetas que he preparado, ya se que me pierde la glotonería y que me encanta casi todo lo que sea dulce. Pero esta vez, no exagero lo más mínimo. Este bizcocho es absolutamente delicioso. Es super ligero, como una nube, y cada bocado se deshace en la boca sin necesidad de masticarlo. Se elabora con chocolate y no con cacao, por lo que es super cremoso y super jugoso. Y su sabor... Mmmmmm... al morderlo sabe a chocolate, es más, el mundo huele a chocolate y en el preciso momento en el que vas a tragar, ¡pum!, aparecen todos los aromas el vino. ¡Adictivo!. Os lo aseguro. Estoy pensando en como convertirlo en una tarta... ¡a ver que se me ocurre!.
Antes de ponernos con la receta, permitidme un par de anotaciones:
- La primera es que uséis un buen vino para hacer la receta. No os digo que os gastéis un dineral en un crianza, pero que tampoco sea de brick. ¡Por favor!. Y que sea un vino con cierta intensidad, para que aporte más matices y no sólo el sabor a alcohol.
- La segunda tiene que ver con el glaseado. En la receta he utilizado un glaseado sencillo de vino tinto, para potenciar su sabor y porque me encantaba el toque rosa que daba a este bizcocho tan romántico. Pero podéis cubrirlo con una ganache sencilla, o con una ganache con un poco de vino, o simplemente con azúcar glace. ¡La elección es vuestra!.
Bizcocho 4 cuartos de chocolate y vino tinto
Ingredientes
- Cobertura de chocolate negro - 300 g
- Mantequilla - 300 g
- Vino tinto - 300 ml
- Extracto de vainilla - 1 cdta
- Huevos L - 5 uds
- Azúcar - 300 g
- Harina - 300 g
- Bicarbonato sódico - 1 cdta
- Sal - 1/2 cdta
- Azúcar glace - 200 g
- Vino tinto - 2 cdta (puede que alguna gotita más)
Elaboración
Preparamos todos los ingredientes para que se atemperen a la temperatura ambiente. Precalentamos el horno a 180 ºC, con el calor arriba y abajo y la bandeja un poco por debajo de la mitad del horno. Encamisamos generosamente un molde de aro de unos 26 cm de diámetro, o similar, con mantequilla y cacao en polvo. Si usas un molde que no sea de aro, sólo tendrás que tener más tiempo el bizcocho en el horno.
Troceamos la cobertura de chocolate y la derretimos en un bol, junto con la mantequilla. Podemos hacerlo al baño maría o con tandas de 20 segundos de microondas, removiendo bien entre cada tanda para no quemar el chocolate. Una vez bien fundido y mezclado, añadimos el vino tinto y el extracto de vainilla. Varillamos con cuidado hasta que todo quede bien incorporado y reservamos a temperatura ambiente. Si vemos que la mezcla se empieza a solidificar, le damos uno o dos golpes de 20 segundos en el microondas, hasta que vuelva a estar fluida, pero no caliente.
Desclaramos los huevos y comenzamos a montar las claras. Cuando comiencen a formar picos, añadimos un poco menos de la mitad del azúcar y terminamos de montar. Cuando estén firmes y brillantes, las reservamos en un bol a parte. Montamos las yemas con el resto del azúcar hasta que tripliquen su volumen y estén pálidas y esponjosas.
Con una lengua y movimientos envolventes, añadimos la mezcla de chocolate a las yemas montadas. Después tamizamos la harina, junto con la sal y el bicarbonato, y los incorporamos a la mezcla. Terminamos de formar la masa del bizcocho agregando las claras en 2-3 veces. Rellenamos el molde encamisado, alisamos la superficie y lo horneamos durante unos 40 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo, éste, salga limpio.
Al sacarlo del horno lo dejamos reposar unos 10 minutos y lo desmoldamos sobre una rejilla. Dejamos que enfríe totalmente y mientras preparamos el glaseado, simplemente mezclando el azúcar glace con el vino tinto, hasta que se forme una crema fluida pero un poco espesa. Cuando el bizcocho haya enfriado, lo cubrimos con el glaseado. Es conveniente dejar que el glaseado se seque para que quede crujiente, el corte sea más bonito y no esté pegajoso.
Es mejor que lo conservéis en un recipiente hermético o tapado con papel film, para que no se reseque. Espero que os guste, que lo disfrutéis y que sorprendáis con esta delicia a vuestros románticos San Valentines. Un besote y ¡hasta la semana que viene!.