Me encanta cuando mis hijos me proponen cocinar juntos. Me derrite el gesto. Como amante de la cocina disfruto enormemente cocinando para los míos pero el disfrute se acentúa si, además, cocino con ellos.
Estoy convencida que no soy la única que se siente de esta manera ¿verdad?
Este bizcocho esponjoso sin huevo es el resultado de uno de esos momentos de compartir cocina, esta vez, con mi hija. Puesto que fue ella quien sugirió hacerlo sola, me pareció la oportunidad perfecta para utilizar un paquete de harina Yolanda que esperaba el momento de ser usada en mi despensa y en cuyo envoltorio aparecía la receta de hoy.
A pesar de que Harinas Yolanda es un producto consolidado que lleva 50 años en el mercado, yo jamás la había comprado ni probado. La característica diferenciadora de Yolanda con respecto a otras harinas es que las elaboraciones en las que la usemos no necesitan la utilización de huevo. Esto la hace que cocinar con ella sea fácil, cómodo y rápido.
Mi hija preparó la mezcla del bizcocho en un abrir y cerrar de ojos sin necesidad de ayuda por mi parte más que para el encamisado del molde y el manejo del horno. Y el resultado, tal y como muestran las fotos, dejó a mi hija llena de orgullo y satisfacción y a mi sorprendida por la textura y sabor del bizcocho.
Necesitamos
- 500 grs de harina Yolanda
- 250 grs de azúcar blanquilla
- 1/2 litro de leche semidesnatada
- 1 tacita de café de aceite vegetal
- Ralladura de 1 limón
- 1 sobre de levadura
Además
- Papel vegetal para horno
Preparación
Pre-calentamos el horno a 180 ºC (arriba y abajo, horno tradicional).
Encamisamos un molde para horno. Para ello lo engrasamos con mantequilla o aceite y lo espolvoreamos con harina, retirando el exceso.
Forramos la base y laterales con papel vegetal (yo sólo coloco una tira a lo largo de la base y lados cortos del molde, de la que tiro una vez frío el bizcocho para desmoldar).
En un recipiente hondo y amplio mezclamos la leche, el aceite, la ralladura de limón y el azúcar.
Tamizamos la harina y la levadura y las añadimos poco a poco a la mezcla anterior, incorporando completamente antes de añadir más.
Cuando hayamos obtenido una mezcla homogénea y sin grumos, vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante 45 minutos (aproximadamente).