Bodegas Conde de Valdemar, donde los colores de sus vinos ilustran su historia

Una de las bodegas riojanas de referencia en todo el mundo, quiere abrir sus puertas para que conozcas la verdadera esencia de sus vinos, para ello ha puesto en marcha una campaña de difusión, tan original como interesante que narra tres de los grandes hitos en los que esta bodega ha sido pionera en España.  Se trata de la primera vez que los colores de los vinos de una bodega sirven para ilustrar su historia.

Pero antes de comenzar, es necesario presentarte que se trata de Bodegas Conde de Valdemar [www.valdemar.es] y comentarte que sus vinos siempre han tenido un gran reconocimiento entre los de La Rioja, situados entre los primeros puestos en todas las listas de Riojas, de prestigio establecido.  De hecho, muy pocas bodegas pueden decir que tengan en su haber, a lo largo de su historia, tantas contribuciones a lo que hoy son los vinos de esta denominación.

Esto hace que iniciativas como esta, las valore enormemente, por un lado por la difusión de sus vinos (siempre tan necesaria), sino además por enseñar los entresijos de una bodega, lo que a los amantes y a los aficionados del vino resulta muy ilustrativo para conocer más sobre estos templos vinícolas.

Pero no sólo es hablar de la bodega, porque como bien es sabido, el alma de un vino viene de su bodega, y los vinos de esta bodega son reconocidos internacionalmente como por ejemplo hace tan solo nos meses “The Wine Advocate”, la revista de Robert Parker valoró los vinos de esta bodega con 91 puntos para Inspiración Valdemar Tempranillo Blanco 2010, 91 a Inspiración Valdemar Maturana 2008, 90 a Conde de Valdemar Reserva 2005, 90 a Inspiración Valdemar 2008, 89 puntos para Conde de Valdemar Garnacha 2008, 88 a Conde de Valdemar Crianza 2007 y 87 Conde de Valdemar Rosado 2010.  Esto dice muchísimo de esta bodega, ya que muy pocas pueden decir que alguno de sus vinos estén tan bien valorados por el gurú del vino a nivel mundial, pero que una bodega tenga más de 87 puntos en siete de sus vinos es todo un sueño que se convierte en realidad sólo para aquellas bodegas que crean vinos como verdaderos tesoros.

Y si esto no fuera poco, el pasado Octubre, 3 de los 10 vinos españoles premiados con la medalla de oro en Monde Selection, el prestigioso concurso internacional, pertenecen a esta bodega riojana, donde Conde de Valdemar crianza 2006, Conde de Valdemar Gran Reserva 2004 e Inspiración Valdemar Edición limitada 2005, fueron los galardonados; lo que sigue colocando a Bodegas Conde de Valdemar de referente en el mercado internacional.

Pero vuelvo a la historia de esta campaña, donde podrás ver una secuencia visual creada gráficamente con el vino como único pigmento y con la uva como único actor.  Dividida en varios vídeos, presenta cada uno la esencia de un momento, la magia de cada estación, de cada año, de cada rayo de sol que alcanza sus viñedos, y que hasta ahora solo se podían conocer dentro de los muros de la bodega.  Pero sobre todo encontrarás anécdotas, innovaciones, aventuras, experiencias, curiosidades, y el día a día de una de las principales bodegas de España.

Hasta aquí es la introducción, pero de aviso que aunque este reportaje te puede resultar un poco largo, por lo completo que es, si que te adelanto que será sumamente ilustrativo, por lo que te aconsejo que te sientes relajado y veas los vídeos y disfrutes de la imagen y la música compuesta por Gherardo Catanzaro; todo ello acompañado de una copa de un vino riojano, y si es Garnacha mejor, pero si es de Bodegas Conde de Valdemar, apreciarás aún más la esencia de esta bodega.

Después de ver los vídeos, aquí tienes una descripción de cada uno de ellos para que entiendas mucho mejor es espíritu de la bodega.

Historia de una bodega que dejó de hacer vinos

Aunque somos una familia bodeguera desde 1889 fue en 1981 cuando nos planteamos empezar a construir Bodegas Valdemar. Jesús Martínez Bujanda, tenía muy claro los vinos que quería que llevaran la marca Conde de Valdemar. Y tenía claro que no quería elaborar los vinos que se estaban haciendo en ese momento en Rioja. Quería ofrecer vinos que expresasen la fuerza y la complejidad de las uvas riojanas. Vinos afrutados, menos envejecidos, con mucho más color y estructura. En definitiva vinos que nos mostrasen al beberlos la grandiosidad de las uvas de esta región.

El primer Conde de Valdemar salió al mercado en 1983 rompiendo esquemas. Primero por su presentación, en aquel entonces cuando la mayoría de los vinos riojanos iban en botellas bordelesas y con etiquetas con muchos escudos y recargadas la bodega puso en sus vinos en una botella borgoña y con una etiqueta blanca y muy limpia, además la etiqueta era tipo manta grande que cubría casi toda la botella. Lo cierto era que pusieras donde pusieras la botella destacaba y se veía entre otras. Pero lo más importante quedaba dentro, un vino que rompía los estilos de aquella época.

Como suele pasar en esos casos tuvieron que oír todo tipo de comentarios entre muchos de los compañeros bodegueros; que sí eso no eran vinos, que donde se había visto vinos con ese color, con tan poco envejecimiento en madera…

Pero como estaban convencidos de lo que haccían, no titubearon y se mantuvieron fieles a su filosofía. Gracias a Dios, el tiempo les ha dado la razón y ya en los años 80 se les empezó a reconocer como una de las bodegas precursoras del “Nuevo estilo de Rioja”. Hoy en día ya nadie duda que era el camino correcto y la mayoría han optado por este estilo de vinos, pero ellos siempre podrán decir que Conde de Valdemar marcó un antes y un después en vinos de Rioja y de todo el mundo. No en vano lograron ser una de las primeras bodegas en posicionar su marca en muchos países del mundo, y actualmente en más de 60.

Historia de una bodega que cerró las puertas al otoño

Si de algo hemos dependido siempre para elaborar vinos ha sido del tiempo. Que llueva cuando debe, ni mucho, ni poco (nunca nos ponemos de acuerdo). Que salga el sol  los días adecuados, que no hiele a destiempo o que la piedra no destroce nuestras queridas uvas. Como buenos agricultores, que al final somos, miramos más al cielo casi que a la tierra.

Cuando en 1981 comenzaron a construir Bodegas Valdemar se negaron a que después de haber logrado pasar todas las pruebas que la climatología les ponía a lo largo del año dependiésen también del tiempo en Otoño. Vieron cientos de bodegas, preguntaron en todas partes y la respuesta era siempre la misma. Por eso cuando alguien les comentó que había una posibilidad pero que nadie la había probado no dudaron en hacerlo nosotros. Y pusieron, en aquel  entonces, la mayor tecnología nunca vista en una bodega.

Ya no nos importaba si en otoño en el exterior había 1 grado de temperatura o 40, a ellos no. Sus uvas entraban en bodega y en poco tiempo estaban a la temperatura perfecta. Ya no había porque tirar todo un depósito de mosto porque las altas temperaturas hubieran matado a las levaduras o conformarse con vinos de menor calidad porque la fermentación no se había dado en la temperatura ideal.

Y pronto se corrió la voz, no solo en Rioja sino en toda Europa, y los propios bodegueros venían de todas partes a conocer este pequeño pero increíble milagro.

Además este sistema ha ayudado a todos a poder elaborar cada estilo de vino a la temperatura que cada vino precise permitiendo que hoy en día podamos beber vinos tan distintos y de tan alta calidad.

Este sistema no es otro que depósitos de fermentación con control de temperaturas que actualmente se pueden ver en la mayoría de las bodegas.  Pero ellos fuimos los primeros en atreverse y en hacerlo.

Historia de una bodega que engrandeció al humilde

¿Por qué Bodegas Valdemar decide poner en primera línea a la Garnacha en el año 89?

Porque no estaban de acuerdo con la “mala fama” que se le daba a este tipo de uva, ya que que se oxidaba muy rápidamente por tanto no servía para envejecerla. Los bodegueros pensaban que sólo servía para vinos jóvenes y para vinos de no demasiada calidad.

Hicieron muchas pruebas con ella y se dieron cuenta de que se cuidaba y mimaba en el campo, se vendimiaba en el momento adecuado, ni antes ni después, y se fermentaba a bajas temperaturas: el resultado era increíble; podían no sólo elaborar garnachas maravillosas, sino además envejecerlas.

Y lo lograron. Muchos de los críticos más importantes de España y de otros tuvieron que reconocer que se podían hacer grandes vinos con esta variedad entonces tan castigada.

Ahora es más fácil encontrar vinos envejecidos de Garnacha por todo el mundo e incluso catas muy interesantes de esta variedad pero ellos apostaron por ella cuando nadie creía en ella. Y estan orgullosos de que poco a  poco se le esté dando el lugar que merece dentro de los grandes vinos.

Espero que llegado a este punto, no sólo conozcas un poco más el espíritu de esta bodega riojana, sino sobre todo el alma de una manera de crear vinos como es Bodegas Conde de Valdemar, unos vinos de los que te iré hablando en futuras ocasiones para que los conozcas bien.

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