Bojan Krkic a punto de firmar por el Milan y los futboleros posicionándose: un fichaje sorprendente pero acorde con el escenario decadente que se está montando en San Siro, mientras que otros ven en él a una esperanza para una delantera más que huérfana tras las salidas de Ibrahimovic, Cassano e Inzaghi junto a las lesiones de Robinho y ‘Pato’.
Es difícil encontrar a un jugador que con 22 años pueda ser señalado ya como ‘acabado’ por unos y gente que justifique con sus discretos números lo que aún se mantenga fe tras muchas esperanzas depositdas en él en sus primeros partidos en la élite.

A veces pienso que el gran problema de Bojan tiene que ver con roles y esteriotipos fuertemente arraigados en los entrenadores que ha tenido. Delantero menudo que en los noventa hubiera acompañado a un ariete ha visto como su alma de 9 vive en un cuerpo de segunda punta o de un jugador con menos presencia en el áre de la que necesita. Guardiola lo llevó a la izquierda y Luis Enrique también insistía en sacarlo del área. Y ese parece su gran aval para esta nueva etapa, en el Milan ya sea solo o con otro compañero, pisará mucha área y ahí es donde debe reencontrarse con sensaciones conocidas. Sólo el tiempo nos dirá si estamos a tiempo de ver a Bojan cerca de su límite o no.