Daniel es un chico español, cocinero de profesión que prueba fortuna en Suiza porque intenta ser el mejor del mundo en lo suyo ya que quiere demostrar a su padre, con el que no tiene relación desde niño, lo que se ha perdido como padre. Empezamos bien [modo ironic ON].

Pero mira tú, que se enamora a primera vista de la chica del jefe y, en un alarde de profesionalidad, le tira el tejado entero. ¡Esta juventud!
Dani no hace ni caso al refranero español inmerso en una historia que encajaría a la perfección si cambiamos en el guión "cocinero" por "estudiante de Erasmus" pero se lleva cocinar historias de amor.
No es muy creíble la manera en la que se desarrollan muchos de los acontecimientos de la trama empezando por el hecho de que nuestro chico es el último mono en la cocina pero le da órdenes a todo el que se cruce por su camino. O que los tres amigos protagonistas lo dejen todo de un día para otro sin dar explicaciones y además conserven sus empleos.

Lo mejor de la película el personaje de Hugo. No me estoy refiriendo al físico (que también) sino al personaje en sí, un amigo como él lo necesitamos todos, alguien con las cosas claras. Otra cosa buena, la banda sonora y el final.
En fin, que ir a ver cine español sin expectativas empieza a ser mi solución particular ante la eterna crisis del sector. Así uno se puede decepcionar pero algo menos.
BEATRIX KIDDO