Revista Vino

Bouza Tannat A8 2008

Por Rumbovino @rumbovino
Conocimos Uruguay en el mes de Mayo de 2011. Estuvimos allí solo tres días. Y aunque el tiempo fue poco, trajimos muy lindos recuerdos de aquel viaje, y sobre todo dos inolvidables de las visitas a las bodegas Bouza y Carrau
La impresión que nos quedó de aquel viaje fue que, en materia de vinos, el país oriental aún estaba bastante lejos del nuestro. A pesar de encontrarse entre los hemisferios 30 y 40 – zona vitivinícola del hemisferio sur- las condiciones climáticas parecían no ser las mejores para la producción de vinos de alta gama, sobre todo si las comparamos con las nuestras (no podemos contrastar con países como Francia o España). Otra de las cosas que nos llevaron a elaborar estas conclusiones rápidas fueron los precios de los vinos, demasiado altos en relación a la calidad general que ofrecían (Uruguay, para nosotros es muy caro). No obstante, esta afirmación arriesgada y poco “científica” que hacemos no puede generalizarse ni mucho menos. En Uruguay se producen vinos grandiosos. Y nosotros tuvimos la suerte de conocer, quizá, una de las bodegas boutique que está a la vanguardia en en la producción de vinos de excelencia. Bouza elabora todas sus etiquetas a partir producciones muy limitadas, originadas en pequeñas parcelas de viñedos localizadas en la región de Melilla (donde se localiza la Bodega) y Las Violetas, Canelones (principal zona vitícoladel país). De aquella visita trajimos dos vinos Premium. Un blend que aún espera en la cava y, por supuesto, la botella Nº 364 de un Tannat procedente de la parcela A8 de Melilla, que descorchamos hace unos días. 

BOUZA TANNAT A8 PARCELA ÚNICA 2008

Tannat 100%. Crianza: 16 meses en barricas Francesas y Americanas. 14,5% vol. La característica diferencial de esta parcela es que presenta un suelo con excelente drenaje y un sistema de conducción que ubica a la fruta muy cerca del suelo. Bouza Tannat A8 2008
Vista: hermoso color rojo picota profundo de capa alta, brillante y limpia. Lágrimas viscosas, de esas que se niegan a regresar al fondo de la copa. 

Nariz: compleja y perfumada. Se perciben frutos negros, flores como la violeta, especias como canela y pimienta negra, y notas a hierba fresca. La madera, solo de fondo, casi imperceptible. 

Boca: el tiempo en estiba lo dotó de un paso por el paladar exquisito. Aterciopelado, redondísimo por donde se lo examine. No había una sola nota, como en una gran sinfonía, que se escapase de una perfecta armonía. Complejo, largo… grandioso.

Estos Tannats de Uruguay no tienen nada que ver con los nuestros del NOA, que son pura rusticidad y potencia. Acá se van a encontrar con otra cosa; hay más tranquilidad, más relax, más música… 
...Un vino único, como la parcela que lo vio nacer.
Gracias por leernos,
Salute, Rumbovino.

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