Brevas e Higos, dos frutos que provienen del mismo árbol, la higuera, perteneciente a la familia de las Moráceas. ¿Cuál es la diferencia?: las brevas crecen entre junio y julio; los higos son el resultado de la segunda de las dos cosechas del mismo árbol, y tiene lugar entre agosto y septiembre, como dice nuestro refranero español:
Por San Miguel, higos a vender
Además de eso, las brevas son más grandes y menos sabrosas que los higos, más pequeños y más dulces…
En el Hemisferio Norte, las brevas aparecen para San Juan, es decir, la entrada del verano
Verdes o maduras, por San Juan brevas seguras
En el Hemisferio Sur, coinciden con la llegada de la Navidad (para los higos, nos iríamos a febrero/marzo).
Desde la época de los egipcios y los griegos, es un fruto característico de las tierras mediterráneas, se dice que el favorito de Platón, aunque las higueras y sus frutos pudieron venir originariamente desde Asia occidental. Sobre su recolección, hay indicios desde el año 9000 a.C.
Ambos poseen un alto contenido en agua e hidratos de carbono, en forma de glucosa, fructosa y sacarosa, por ese motivo también es alto en contenido calórico. También son importantes las aportaciones de calcio, magnesio y potasio, así como su contenido en fibra, lo que les hace ser un buen aliado en el buen funcionamiento del tránsito intestinal.
En cocina, se usa para hacer elaboraciones, muchas relacionadas con la repostería, como la mermelada de higos, buñuelos, tartas… pero su sabor y su dulzor se han abierto camino también entre los platos salados, en combinaciones tan atrevidas como la sobrasada con higos sobre una coca salada, en ensaladas estivales, frescas, mezclando quesos y otros elementos o en tapas diversas, como hicimos en este blog con nuestra receta de brevas con jamón al aroma de jengibre.
Ahora bien, si te los quieres comer tal cual, y dar un bocado recién cogido… lleva contigo un buen caldo para acompañar. Ya sabes, es un consejo de nuestro refranero popular:
Ni higos sin vino ni pucheros sin tocino