Para los que no vistéis la entrada del domingo (por favor no os la perdáis está de vicio), hice un brown velvet poke cake, y como soy todavía un desastre con las medidas de los moldes, me salió de más, y me dije, pues nada, unas cupcakes que seguro que están deliciosas.
Y para darles un toque diferente me decidí a hacerlas con un frosting diferente, merengue, pero tostadito que a mi parecer está más bueno.
La verdad es que aunque el merengue aún se merece mi más absoluto respeto, le voy perdiendo un poco el miedo, pero os aseguro que me ha dado más de un disgusto.
No dejéis de probar esta combinación, el bizcocho velvet es tan jugoso que no necesita absolutamente nada más.
Venga, vamos a por ella.
INGREDIENTES (12 CUPCAKES):
- 70 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
- 125 gr de azúcar.
- 1 huevo M a temperatura ambiente.
- 140 gr de harina.
- 8 gr de cacao en polvo sin azúcar.
- 1/2 cucharadita de levadura en polvo.
- 1/2 cucharadita de bicarbonato.
- Una puntita de sal.
- 115 ml de leche entera a temperatura ambiente.
- 8 ml de zumo de limón.
- 1/2 cucharadita de vinagre de manzana.
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
- 4 claras de huevo.
- 220 gr de azúcar.
- 1/4 cucharadita de cremor tártaro.
ELABORACIÓN:
Lo primero que vamos a hacer es la buttermilk, tan sencillo como mezclar la leche con el zumo de limón, y esperar unos 10 minutos, veréis que os queda como leche cortada, perfecto, así ha de estar.
Empezaremos mezclando la mantequilla con el azúcar, hasta que doble su tamaño.
Añadiremos el huevo y batiremos hasta que quede totalmente incorporado.
Tamizamos la harina, junto con el cacao, la sal, la levadura y el bicarbonato, reservamos.
Mezclamos la buttermilk con el vinagre y el extracto de vainilla y reservamos.
Incorporaremos los solidos en tres veces, intercalando los líquidos en dos veces.
Pasaremos la mezcla a nuestros moldes para cupcakes, hasta 2/3 de su capacidad.
Precalentamos el horno, a 160º, arriba y abajo sin ventilador.
Tendremos nuestros cupcakes alrededor de 20 minutos, podéis hacer la prueba del palillo, o bien si los tocáis con el dedo y no se hunden y vuelven a su forma original estarán listos.
Los dejamos enfriar en una rejilla.
Vamos a por el merengue.
Ponemos las claras junto con el azúcar, al baño maría, a temperatura baja, y removeremos hasta que alcance los 60º de temperatura.
Lo dejamos templar y añadiremos el cremor tártaro, y montaremos las claras hasta que obtengamos picos duros.
Pasamos el merengue a una manga pastelera, con boquilla redonda, yo utilicé la 1A de Wilton, y lo ponemos sobre nuestros cupcakes.
Para tostar el merengue lo podéis poner al horno, solo arriba, hasta que lo veáis tostadito, o mucho más sencillo, con un soplete.
Y ya están listas para comer.
Bueno, esto es todo por hoy, por mi parte volveré el jueves con un tutorial, segunda parte del pastel de mi sobrino, espero que os guste.
Un beso enorme a todas/os.