Música alegre para mañanas tristes. Buddy Holly, el hombre que puedo ser el mayor genio del rock, si su carrera no se hubiese truncado a los cuatro años de comenzar, en un trágico accidente que se llevó también a Ritchie Valens, cuando volaban juntos rumbo al siguiente concierto de la gira que hacían juntos.
Buddy Holly tocaba bluegrass desde su primera adolescencia, incluso grabándose a sí mismo, datando su primera grabación de 1949, cuando apenas contaba trece años.
Sin embargo, fue un concierto el que modificó su vida. Un concierto del rey, en 1955 en su Lubbock natal, un concierto del primer Elvis Presley, aquél Elvis al que nadie puede negar ser uno de los mejores músicos de la Historia.
En ése momento, Buddy junta amigos y montan una banda, Buddy Holly and the Crickets, que comenzaron con una mezcla de aquél rock con sus bases bluegrass y country, dando origen a un rockabilly que iría, lentamente, evolucionando a un rock con innovaciones instrumentales y rítmicas, un rock que era propio de Holly.
El mismo año, 1955, en Octubre, Buddy Holly abría un concierto del Rey. Su carrera fue meteórica. Su voz privilegiada, con sus hiccups famosos, así como su facilidad a la guitarra, fuese rítmica o principal, le abrieron espacio en un público ávido de novedades. Y Buddy Holly innovaba en cada uno de sus cuatro únicos discos.
Tan es así que es, pese a su corta carrera, uno de los músicos de rock más influyentes en la escena musical póstuma, siendo referenciado como influencia por grupos variopintos, como los Beatles o The Clash, hasta muchos grupos indie actuales.
No sé si será tanta la influencia en la actualidad, pero lo cierto es que en 1959, con sólo cuatro discos y veintitrés años, se perdió una gran voz, un gran guitarrista y un excelente músico de rock.